miércoles, 13 de septiembre de 2023

DOCTORES DE LA IGLESIA

13 de septiembre
San Juan Crisóstomo Obispo y doctor de la Iglesia

Nació en Antioquía, hacia el año 349; después de recibir una excelente formación, comenzó por dedicarse a la vida ascética. Más tarde, fue ordenado sacerdote y ejerció, con gran provecho, el ministerio de la predicación. El año 397 fue elegido obispo de Constantinopla, cargo en el que se comportó como un pastor ejemplar, esforzándose por llevar a cabo una estricta reforma de las costumbres del clero y de los fieles. La oposición de la corte imperial y de los envidiosos lo llevó por dos veces al destierro. Acabado por tantas miserias, murió en Comana, en el Ponto, el día 14 de septiembre del año 407. Contribuyó en gran manera, por su palabra y escritos, al enriquecimiento de la doctrina cristiana, mereciendo el apelativo de Crisóstomo, es decir, «Boca de oro».

De las homilías de san Juan Crisóstomo, obispo

Muchas son las olas que nos ponen en peligro, y una gran tempestad nos amenaza: sin embargo, no tememos ser sumergidos porque permanecemos de pie sobre la roca. Aun cuando el mar se desate, no romperá esta roca; aunque se levanten las olas, nada podrán contra la barca de Jesús. Decidme, ¿qué podemos temer? ¿La muerte? Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. ¿El destierro? Del Señor es la tierra y cuanto la llena. ¿La confiscación de los bienes? Sin nada vinimos al mundo, y sin nada nos iremos de él. Yo me río de todo lo que es temible en este mundo y de sus bienes. No temo la muerte ni envidio las riquezas. No tengo deseos de vivir, si no es para vuestro bien espiritual. Por eso, os hablo de lo que sucede ahora exhortando vuestra caridad a la confianza. ¿No has oído aquella palabra del Señor: Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio ellos? Y, allí donde un pueblo numeroso esté reunido por los lazos de la caridad, ¿no estará presente el Señor? me ha garantizado su protección, no es en mis fuerzas que me apoyo. Tengo en mis manos su palabra escrita. Éste es mi báculo, ésta es mi seguridad, éste es mi puerto tranquilo. Aunque se turbe el mundo entero, yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa. ¿Qué es lo que ella me dice? Yo estoy con otros todos los días, hasta el fin del mundo. Cristo está conmigo, ¿qué puedo temer? Que vengan a asaltarme las olas del mar y la ira de los poderosos; todo eso no pesa más que una tela de araña. Si no me hubiese retenido el amor que os tengo, no hubiese esperado a mañana para marcharme. En toda ocasión yo digo: «Señor, hágase tu voluntad: no lo que quiere éste o aquél, o lo que tú quieres que haga». Éste es mi alcázar, ésta es mi roca inamovible, éste es mi báculo seguro. Si esto es lo que quiere Dios, que así se haga. Si quiere que me quede aquí, le doy gracias. En cualquier lugar donde me mande, le doy gracias también. Además, donde yo esté estaréis también vosotros, donde estéis vosotros estaré también yo: formamos todos un solo cuerpo, y el cuerpo no puede separarse de la cabeza, ni la cabeza del cuerpo. Aunque estemos separados en cuanto al lugar, permanecemos unidos por la caridad, y ni la misma muerte será capaz de desunirnos. Porque, aunque muera mi cuerpo, mi espíritu vivirá y no echará en olvido a su pueblo. Vosotros sois mis conciudadanos, mis padres, mis hermanos, mis hijos, mis miembros, mi cuerpo y mi luz, una luz más agradable que esta luz material. Porque, para mí, ninguna luz es mejor que la de vuestra caridad. La luz material me es útil en la vida presente, pero vuestra caridad es la que va preparando mi corona para el futuro.

REFLEXIÓN

Vivir para un mundo que se estima real pero no es material es un bravo desafío en nuestro presente. Sólo cuenta para muchos, diaria y cotidianamente, lo que podemos evidenciar materialmente y aun positivamente. El bien allende, por sí solo nada puede con el aquende. Si no somos nutridos y fortalecidos constantemente por la caridad donada del Espíritu, para mantenernos en la esperanza de que compartiremos la gloria y resistiremos los embates de este mundo cerrado en su materialidad.

martes, 12 de septiembre de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Martes 23 de tiempo ordinario

Año Impar


Colosenses 2,6-15




REFLEXIÓN

Arraigados en él, dejaos construir y afianzar en la fe que os enseñaron, y rebosad agradecimiento

es en Cristo en quien habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad,


Hemos de dejar que nos enseñe el Espíritu sobre Cristo.


No resulta naturalmente sencillo de aceptar y asumir.


Todo lo que Jesucristo significa en gloria es desbordante, y para nuestros sentidos actuales, distante.


Aunque hay grupos entusiastas y otros más conscientes de la amplitud de la identidad del Señor Jesús, también hay una gran cantidad de personas y creyentes que no encuentran cómoda la confesión de la divinidad y lo que se pretendió entender por ello.


Es un lenguaje mitológico, ajeno a nuestro lenguaje de tecno ciencia, tecno económico, tecno social, tecnosicológico. Cuál mide a cuál?


Suena hoy descalificado el sentido que pretendía postular la divinidad de Cristo como si se tratase de una adulteración e inflación de su verdadera identidad reductivamente histórica?


O la concreción y pretendida realidad del lenguaje actual tendrá los días contados como tantos otros efímeros idiomas que se sucedieron altivamente en el pasado y no pudieron en su disolución contrarrestar el mensaje de la palabra.?


os despojaron de los bajos instintos de la carne


Aunque la carne sigue vibrante, está provocada y desafiada por el Espíritu, de manera que no puede mantenerse inmune y serena para los sones de otro mundo.


La carne, símbolo de la autosuficiencia del mundo, por sí sola arriba a la desembocadura del hastío, y sólo la revive la brizna de Espíritu que logra impregnarla.


Porque el Espíritu procura inducirla a una transformación pneumática.


Por el bautismo fuisteis sepultados con el, y habéis resucitado con él


El efecto bautismal que se dio en un un punto del tiempo, se mantiene y retiene como un proceso histórico ambivalente, que afecta cada día de nuestra vida: vamos viviendo, en la mordiente de la omnipresente cotidianeidad, sepultados y resucitados, muriendo y resucitando.


La existencia va dando señales, que funcionan como las alertas para los náufragos, comunicando esperanza de rescate.


Borró el protocolo que nos condenaba con sus cláusulas y era contrario a nosotros; lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz, y, destituyendo por medio de Cristo a los principados y autoridades, los ofreció en espectáculo público y los llevó cautivos en su cortejo


El Señor graciosamente, como un tiempo jubilar, nos amnistió, nos otorgó clemencia, en Cristo Jesús.


Salmo responsorial: 144



REFLEXIÓN


Día tras día, te bendeciré


En el esfuerzo cotidiano, en el presente de cada día, en la espiritualización de la carne.


El Señor es clemente y misericordioso


proclamen la gloria de tu reinado


No es un reinado de deudas, sino de libertad de acreedores.


Lucas 6,12-19



REFLEXIÓN


subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios.


Llenarse del Espíritu del Padre era para Jesús un trabajo frecuente y asiduo en forma de oración. Se investía así de los sentimientos de misericordia probados constantemente por la malicia de sus detractores.


Se podría pensar que no tomó la decisión de llamar a sus más cercanos colaboradores, sin haber consultado a su Padre.


La libertad de Jesús de cualquier afecto desordenado surgía de esa consulta constante.


Por eso estuvo libre de todo pecado, debido a su orante vigilancia y discernimiento.


Porque el Espíritu en Jesús no actuaba como un guardaespaldas que recibía en su cuerpo cualquier atentado, sino como la voz del Padre que lo persuadía al mayor bien.


Judas Iscariote, que fue el traidor


Aunque fue seleccionado después de orar: no lo seleccionó por traidor. Se hizo traidor en el proceso.


Bajó Jesús del monte con los Doce


Un nuevo Moisés con un nuevo Israel.


atormentados por espíritus inmundos


Como aquellos que hoy en día no atinan a librarse de tribulaciones y su vida es un error tras otro.


Pensamos en alcohólicos, adictos a sustancias, sexo, juego, discapacitados y demás.


Para muchos que han convertido su existencia en un padecimiento frecuente con alguna y variada responsabilidad.


No tendrán derecho a clamar y ser liberados solo porque cometieron errores, y según no pocos, no se lo merecen?


quedaban curados


Pero evangelizar en el nombre de Jesús significa que podemos ofrecerotra alternativa de vida. Un estilo más digno, más libre, más feliz, aunque no sea plenamente por ahora.


salía de él una fuerza que los curaba a todos


Era así mediante ese trabajo de oración que su identificación con el Padre le permitía hacer su obra sanadora.

https://x.com/motivaciondehoy/status/1701554594814329249?s=20

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Colosenses 2,6-15

Se usa el lenguaje forense para en el mismo revertir el sentido: el protocolo de juicio y condenación de Jesús el inocente y de nosotros los pecadores, según el sentir de la comunidad eclesial, se convirtió en el juicio y condenación de los poderes demoníacos de este mundo, quienes están para morir. Una visión de trastocamiento del poder mundano, no importa lo que aparezca enlas evidencias fenoménicas históricas. Un simbolo y un surealismo de lo que acontece todos los días ante nuestros ojos y experiencia de fe. El revés de la trama.

Salmo responsorial: 144

la creación bendice y habla del reinado de Dios más que el de la violencia y muerte de la evolución y busca salirse de la opresión de la evolución para sumarse a la bendición de la creación

Lucas 6,12-19

No se especifica el monte de la región de Galilea donde oraba Jesús y desde el que descendió con 12 apóstoles, que tampoco son listados en Juan, ni son los mismos nombres en los sinópticos, y Lucas en particular.

Tiro y Sidón son regiones de no isaraelitas, en donde la fama de Jesús se propagaba.

La fuerza que emana de Jesús, es aludida como si fuera casí algo físico, con efectos sanadores de cuerpo y espíritu.

La misión de Jesús queda plasmada en base a tres aspectos: la relación con el Padre a quien se ora, el envío de Jesús que nombra apóstoles que anuncian un nuevo israel, la actuación sanadora hacia la creciente muchedumbre, que incluye no israelitas, que se acercan expectantes con su fe en sanarse.