Miércoles
23 de Tiempo ordinario
Año
Impar
Colosenses
3,1-11
REFLEXIÓN
habéis
muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida
en Dios
Estamos
vivos, pero escondidos con Cristo en Dios. Actualmente ya morimos y
estamos muertos. Una paradoja viviente somos.
Sacramentalmente
por el bautismo, en efecto o por intención u opción fundamental,
por lo correcto, el bien, lo justo, la verdad.
Esta
perspectiva y visión no es evidente, ni comprobable, sino de fe o
visión cristiana.
Según
ella estamos en una latente vigencia de vida, con Cristo en Dios.
Como
los años entre la infancia y la pubertad, cuando todavía no aparece
lo que seremos en la apariencia: nuestra estatura definitiva, nuestro
físico en plenitud de adultez. Tomará sus años.
Como
en el amor genuino de pareja, que late en él/ella lo que podrá ser,
su futuro despliegue. Es un amor escondido en las palabras hermosas,
que sólo en el pasar del tiempo se profundizará y aportará
muestras de entrega.
la fornicación, la impureza,
la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría
Se
trata de la idolatría como estilo de vida. A la letra: adoración de
lo que aparece, de la apariencia, de lo que deslumbra.
Podríamos
decir que se trata de la tendencia a regirse por las apariencias.
Con
lo cual entramos de lleno en una época como la nuestra, que se
enfoca en la imagen de lo atractivo, bello, sensual, agradable como
prioridad de vida. La cultura de la imagen
Despojaos del hombre viejo,
con sus obras, y revestíos del nuevo, que se va renovando como
imagen de su Creador, hasta llegar a conocerlo
Nuestra
responsabilidad, en lo que sí podemos responder, es entrar y seguir
un proceso de revestimiento de hombre nuevo en nuestras obras.
En este orden nuevo no hay
distinción entre judíos y gentiles, circuncisos e incircuncisos,
bárbaros y escitas, esclavos y libres, porque Cristo es la síntesis
de todo y está en todos.
Aunque
no cayeran definitivamente las etiquetas y las clasificaciones por
medio de las cuales ordenamos la realidad y establecemos jerarquías,
Cristo trasciende todo y
hace
posible-o sea que sí se puede- el proceso del hombre nuevo como él.
Las
diferencias no se pueden negar y seguirán existiendo, pero en Cristo
son trascendibles.
Salmo
responsorial: 144
REFLEXIÓN
Día
tras día, te bendeciré / y alabaré tu nombre
Ese
paso tras paso, cotidiano, es lo que nos cuesta fijar en nuestro
derrotero, y huimos al pasado, para auto justificarnos y al futuro
para soñar como omnipotentes.
Explicando
tus hazañas a los hombres, / la gloria y majestad de tu reinado
Las
criaturas hablan de su criador y nos recomiendan adorarlo y servirlo
como ellas.
Lucas
6,20-26
REFLEXIÓN
Dichosos
los pobres, porque vuestro es el reino de Dios
Despojados
de la ambición, de la avaricia y la acumulación de bienes de
cualquier tipo, entienden cuál y cómo es el reinar de Dios.
La
dinámica de su dominio está en el compartir.
Dichosos
los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados
Porque
la palabra que sale de la boca de Dios será la que los sacie.
Dichosos
los que ahora lloráis, porque reiréis
Hay
promesa y esperanza que tras el dolor vendrá la alegría. Tras la
desolación la consolación.
Nuestro
tiempo está dedicando especial concentración de atención y cuidado
a la realidad social de los despojados de bienes de este mundo.
Se
insiste con razón que la creación es para que todos vivan a
plenitud
los bienes de la vida y que no existan excluidos porque si no se
viola sus derechos al bienestar material, y su derecho a la felicidad
de este mundo, y
a la dignidad de hijos de Dios, hermanos entre sí.
Lo
que podemos olvidar o menospreciar cuando insistimos en este enfoque
es la felicidad y dicha anunciada a los que asumen la falta de
posesión como una liberación para el mundo venidero y se abren en
su carencia a la dicha de la unión definitiva con el Padre.
Esto
también es evangelio, buena nueva. Y si dejamos de señalar el
Principio y fundamento, fallamos en la consistencia de nuestra
misión.
Por
eso en los ejercicios espirituales ignacianos se abre al horizonte
último de la unión desde el principio, y se cierra con la
metodología y proceso de peregrinaje en la Contemplación para
alcanzar amor.
Dichosos vosotros, cuando os
odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro
nombre como infame, por causa del Hijo del hombre-
Alegraos ese día y saltad de
gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo
Eso
es lo que hacían vuestros padres con los profetas
Lo
que acarrea vivir en contracultura de la idolatría circundante. Lo
que acarrea vivir la palabra y significarla en un estilo de vida.
Pero, ¡ay de vosotros, los
ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que
ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que
ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el
mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres
con los falsos profetas."
Los
ayes o lamentaciones, al estilo profético, no son maldiciones, sino
dolor, como el de Jesús cuando llora sobre Jerusalén, porque el
estilo de vida idólatra no cesa ni cesará, y el camino de vida para
muchos se perderá.
https://x.com/motivaciondehoy/status/1701925504729726998?s=20
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LA PALABRA
Colosenses
3,1-11
Una vida escondida en Dios implica
cierta falta de protagonismo de la propia fe, inmersa como está en
el Misterio Absoluto del Dios Vivo. Sólo por su gratuita donación
se asoma en nuestra representación mental y verbal una semejanza, un
parecido, una analogía, que confiamos corresponda a la realidad
desconocida perceptualmente de Dios.
Salmo
responsorial: 144
Día tras día bendecirlo implica
estar conscientes que sólo tenemos el día presente para construir
desde la fe, porque el pasado no existe sino el recuerdo intepretado
por nuestro afecto, y el futuro tampoco existe sino nuestra fantasía
e imaginación. Es el Jesús del evangelio quien nos exhorta a vivir
el presente en su presencia.
Lucas
6,20-26
Es
aleccionador comparar las dos versiones de las bienaventuranzas, la
de Mateo y la de Lucas, y captar semejanzas y diferencias, para
entender los énfasis que estos autores, quienes tienen la vocería
de comunidades históricas de fe, ponen en sus escritos que aceptamos
como inspirados por el Espíritu de Jesús.