lunes, 27 de noviembre de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 34 de tiempo ordinario

Año Impar

Daniel 1,1-6.8-20



REFLEXIÓN

y todo el ajuar que quedaba en el templo

Se llevaron lo que, para los judíos creyentes, era la morada del Altísimo.

Su impotencia para defenderse ante el poder de los invasores debió golpear la credibilidad del Señor.

Los creyentes hubieron de reformularlo para seguir con su compañía.

Los vulnerables son entregados cada día a un destino que golpea su credibilidad en la protección del Señor.

No obstante esa fe contra todo pronóstico mantiene sus angustias.

Hemos de alabar la persistencia y tenacidad con la que el Espíritu arraiga en ellos y deplorar la mano, la cadena causal construída con decisiones inicuas aparentemente inocuas, por las que las circunstancias adversas les llegan.

No sabemos cómo después de tanta adversidad –y por eso es Misterio de Salvación- de esas bocas y corazones afligidos aún brotan plegarias, llanto, confesiones y hasta alabanza y acción de gracias.

y el ajuar del templo lo metió en el tesoro del templo de su dios.

El Dios de Israel y de Jesús de Nazaret no teme dejarse arrebatar por otros dioses, a los cuales acabará convirtiendo para su designio.

El jefe de eunucos, movido por Dios, se compadeció de Daniel

Le cayó bien al jefe de eunucos y se compadeció de él.

A través de enamoramientos insospechados y culturalmente censurados, lleva también el Señor la historia a su designio amoroso.

Nuestros defectos y debilidades a los ojos de la cultura, pueden ser puntos de apoyo para la intervención del Señor.

Esto sucede en un volumen y con una riqueza que supera y desborda nuestro cálculo.

Dios les concedió a los cuatro un conocimiento profundo de todos los libros del saber. Daniel sabía además interpretar visiones y sueños.

Ser llevados a la entraña de la Palabra a través de textos y otros posibles avisos y señales, es un don del Espíritu del Señor.

No es inteligencia, agudeza, argumento de autoridad, sino un penetración gozosa comunicable. persuasiva, en un estilo transparente y congruente, con actitud autocrítica que rehuye el protagonismo que lucha por alguna clase de poder.

Se convierte en una posesión pacífica, desinteresada, generosa, que no se aferra a sí y no rehuye nada, porque no tiene miedo de nada, excepto un sentido agudo de responsabilidad y misión ante el Señor.

Y en todas las cuestiones y problemas que el rey les proponía, lo hacían diez veces mejor que todos los magos y adivinos de todo el reino.    

A tiempos nuevos, de ocupación, actitudes nuevas de cooperación en el bien común, sin contaminarse con un estilo de vida corrupto.

No se puede hacer sin espiritualidad, mística de misión y responsabilidad.

Algo que se requiere para la función pública y política, si no se quiere caer en la lucha por el poder y sus corruptelas.

Interleccional: Daniel 3,52-56



REFLEXIÓN

Bendito eres, Señor

Lo que se muestra es más el amor, que lo contrario, de tu parte.

La malignidad que hospedamos, a nuestro pesar, nos enturbia y opaca lo bendito que eres en todo lo que haces.

Lucas 21,1-4



REFLEXIÓN

vio unos ricos que echaban donativos en el arca de las ofrendas; vio también una viuda pobre que echaba dos reales

La mirada de Jesús se recrea en el compartir generoso. Si lo supieran los que más pueden serían más generosos.

Una viuda es el símbolo de la carencia de casi todo: seguridad, ingresos, estatus. Su aporte es el símbolo de la generosidad que se nos echa en cara para nuestra vergüenza, confusión y conversión.

Es el estilo de comunicación evangélico: aupar la generosidad en la entrega, aun en  la denuncia de la mezquindad e inequidad.

Jesús nos ha enseñado a ver y comparar las acciones que llamamos buenas de unos y otros, y captar la congruencia o no, entre el discurso y lo que se hace.

La ideología de la conspiración y sospecha, lo ha llevado a extremos que desgastan su efectividad y también se convierten en pertrechos de la guerra de las pasiones por el poder: la envidia, el resentimiento, la injusticia, también pueden armar estrategias de denuncias para evadir la autocrítica.

esa pobre viuda ha echado más que nadie

ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir

Es una imagen del pobre de espíritu, del pobre histórico, bienaventurado por compartir.

 https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1462747890292506629?s=20

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Daniel 1,1-6.8-20

Sin contaminarse Daniel da a conocer su Dios, con estilo de vida propio y congruente, ganando colaboradores por complicidades mediante las que el Señor va indicando su voluntad. Es evangelizar en la cultura.

Interleccional: Daniel 3,52-56

Bendecir a Dios es un movimiento del corazón que exulta el sentido que encuentra en el todo, donde las relaciones de la persona no se agotan sino que crecen exponemcialmente

Lucas 21,1-4

Jesús exagera intencionalmente, y así se da con el sentido de la limosna, aunque sea para el templo. Hemos de dar hasta que duela, como tomando en seri o la generosidad, no como superflua. Sin embargo aun lo poco que muchos damos debería servirnos para abrinos la vía a un dar-se in crescendo, sin conformismos engañosos, ni autosatisfacciónes que desmovilizan. Algo que aprender de los activistas que donan su tiempo y habilidades


DOCTORES DE LA IGLESIA

                                 

                   TU CORAZÓN LATE CON LA COMUNICACIÓN DE LA GRATUIDAD

LUNES, XXXIV

San León Magno Sermón 92,1-3

Dice el Señor: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Esta superioridad de nuestra virtud ha de consistir en que la misericordia triunfe sobre el juicio. Y, en verdad, lo más justo y adecuado es que la criatura, hecha a imagen y semejanza de Dios, imite a su Creador, que ha establecido la reparación y santificación de los creyentes en el perdón de los pecados, prescindiendo de la severidad del castigo y de cualquier suplicio, y haciendo así que de reos nos convirtiéramos en inocentes y que la abolición del pecado en nosotros fuera el origen de las virtudes. La virtud cristiana puede superar a la de los escribas y fariseos no por la supresión de la ley, sino por no entenderla en un sentido material. Por esto, el Señor, al enseñar a sus discípulos la manera de ayunar, les dice: Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. ¿Qué paga sino la paga de la alabanza de los hombres? Por el deseo de esta alabanza se exhibe muchas veces una apariencia de virtud y se ambiciona una fama engañosa, sin ningún interés por la rectitud interior; así, lo que no es más que maldad escondida se complace en la falsa apreciación de los hombres. El que ama a Dios se contenta con agradarlo, porque el mayor premio que podemos desear es el mismo amor; el amor, en efecto, viene de Dios, de tal manera que Dios mismo es el amor. El alma piadosa e íntegra busca en ello su plenitud y no desea otro deleite. Porque es una gran verdad aquello que dice el Señor: Donde está tu tesoro, allí está tu corazón. El tesoro del hombre viene a ser como la reunión de los frutos recolectados con su esfuerzo. Lo que uno siembre, eso cosechará, y cual sea el trabajo de cada uno, tal será su ganancia; y donde ponga el corazón su deleite, allí queda reducida su solicitud. Mas, como sea que hay muchas clases de riquezas y diversos objetos de placer, el tesoro de cada uno viene determinado por la tendencia de su deseo, y, si este deseo se limita a los bienes terrenos, no hallará en ellos la felicidad, sino la desdicha.

REFLEXIÓN

Luz de las cosas celestiales, resplandor de la vida eterna, dejadas así, en crudo para nuestro hoy no levantan ningún interés o motivación. Más en la arrogancia materialista, positivista de gran parte de nuestro mundo tecnológico. Qué podremos hacer para significar algo o alguien más allá del aquí y ahora tangible. La misericordia que interpreta la ley podría ser una clave, porque multitud de problemas actuales, se etiquetan complejos, por la variedad de causa que confluyen en su efecto. En esta era de la información global digitalizada un evento no puede calificarse con simpleza de bueno o malo, justo o injusto, de manera que la letra de cualquier ley puede fallar por unilateral e injusta. Necesitamos el principio Misericordia para adentrarnos en el núcleo del evento supuestamente pecaminoso o perjudicial.