lunes, 8 de abril de 2024

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA

Testimonio de Amar en JESUS dentro de la vida ordinaria

 
De las Cartas de san León Magno, papa
(Carta 28, a Flaviano, 3-4: PL 54, 763-767)
 
EL MISTERIO DE NUESTRA RECONCILIACIÓN

 

La majestad asume la humildad, el poder la debilidad, la eternidad la mortalidad; y, para saldar la deuda contraída por nuestra condición pecadora, la naturaleza invulnerable se une a la naturaleza pasible; de este modo, tal como convenía para nuestro remedio, el único y mismo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también él, pudo ser a la vez mortal e inmortal, por la conjunción en él de esta doble condición.

 El que es Dios verdadero nace como hombre verdadero, sin que falte nada a la integridad de su naturaleza humana, conservando la totalidad de la esencia que le es propia y asumiendo la totalidad de nuestra esencia humana. Y, al decir nuestra esencia humana, nos referimos a la que fue plasmada en nosotros por el Creador, y que él asume para restaurarla.

 Esta naturaleza nuestra quedó viciada cuando el hombre se dejó engañar por el maligno, pero ningún vestigio de este vicio original hallamos en la naturaleza asumida por el Salvador. Él, en efecto, aunque hizo suya nuestra misma debilidad, no por esto se hizo partícipe de nuestros pecados.

 Tomó la condición de esclavo, pero libre de la sordidez del pecado, ennobleciendo nuestra humanidad sin mermar su divinidad, porque aquel anonadamiento suyo -por el cual, él, que era invisible, se hizo visible, y él, que es el Creador y Señor de todas las cosas, quiso ser uno más entre los mortales- fue una dignación de su misericordia, no una falta de poder. Por tanto, el mismo que, permaneciendo en su condición divina, hizo al hombre es el mismo que se hace él mismo hombre, tomando la condición de esclavo.

 Y, así, el Hijo de Dios hace su entrada en la bajeza de este mundo, bajando desde el trono celestial, sin dejar la gloria que tiene junto al Padre, siendo engendrado en un nuevo orden de cosas.

 En un nuevo orden de cosas, porque el que era invisible por su naturaleza se hace visible en la nuestra, el que era inaccesible a nuestra mente quiso hacerse accesible, el que existía antes del tiempo empezó a existir en el tiempo, el Señor de todo el universo, velando la inmensidad de su majestad, asume la condición de esclavo, el Dios impasible e inmortal se digna hacerse hombre pasible y sujeto a las leyes de la muerte.

 El mismo que es Dios verdadero es también hombre verdadero, y en él, con toda verdad, se unen la pequeñez del hombre y la grandeza de Dios.

 Ni Dios sufre cambio alguno con esta dignación de su piedad, ni el hombre queda destruido al ser elevado a esta dignidad. Cada una de las dos naturalezas realiza sus actos propios en comunión con la otra, a saber, la Palabra realiza lo que es propio de la Palabra, y la carne lo que es propio de la carne.

 En cuanto que es la Palabra, brilla por sus milagros; en cuanto que es carne, sucumbe a las injurias. Y así como la Palabra retiene su gloria igual al Padre, así también su carne conserva la naturaleza propia de nuestra raza.

 La misma y única persona, no nos cansaremos de repetirlo, es verdaderamente Hijo de Dios y verdaderamente hijo del hombre. Es Dios, porque ya al comienzo de las cosas existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios; es hombre, porque la Palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros.

domingo, 7 de abril de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 2 de Pascua

Hechos de los apóstoles 4,32-35



REFLEXIÓN

En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía.

El ideal que muchos postulan, y por diversos medios pretenden establecer: la Koinonía, la comunión íntegra, que abarca lo material y lo espiritual. Un proyecto común, una sociedad diferente.

Pero no se logra del todo, sino por aspectos. En otros se deteriora, erosiona o abandona.

En el Antiguo Testamento se postuló una sociedad que mediante jubileos redistribuía las acumulaciones que hacían injusticia a los empobrecidos. Terminó sin funcionar por voluntad humana.

En el Nuevo se expone esta comunión que tampoco prevalecerá, también por voluntad humana.

Se ha convertido en el horizonte utópico que concita las fuerzas para el cambio.

Por qué no funciona ninguna, ni siquiera las de bienestar casi completo?

Desde la doctrina, desde la teología, desde las fuentes bíblicas se señala el pecado. Y éste hoy como ayer es un acertijo, que tienta a dejarlo por explicar todo y explicar nada.

Por qué tenemos como individuos y como grupos y sociedades la tendencia a buscar nuestro bien con exclusividad y a olvidarnos del perjuicio que eso causa a otros?

Y Dios los miraba a todos con mucho agrado

El agrado del Padre que se regocija en la fraternidad de sus hijos.

Jesús de Nazaret, ahora exaltado, nos enseña el camino del agrado del Padre.

Al padre le agrada que nos comportemos como hermanos.

Quizás esta es la cima que no consiguen los cambios reformistas o revolucionarios cuando gestionan nuevas sociedades. No consiguen la fraternidad, sino más bien los bandos, la polarización, la enemistad, el fratricidio.

Marx fue un genio al concretar el mecanismo socioeconómico que producía la acumulación de riquezas en pocas manos, pero le falló la solución planteada en base a la revancha de una clase sobre otra. Desdeñó que el mal sale desde lo profundo del corazón.

Mao utilizó el esquema de jubileos de tiempo en tiempo para mantener la vigilancia y alerta a las desviaciones de la revolución. Pero desdeñó que el mal brota de lo oculto del corazón. Esto es lo que contamina.

Hay quienes reprochan esta solución de sanar el corazón porque se ha practicado sin resultados fehacientes. Y porque encierra en la subjetividad del individuo. 

Quizá el problema no sea sino cómo es aplicada la sanación del corazón para los enfermos de injusticia.

Sólo el Señor se atrevió a cambiar el corazón cuando prometió uno de carne, en cuyo núcleo palpitara su voluntad.

Creemos que esta operación se ha realizado en Jesús nuestro hermano, y su inspiración es potente para congregarnos en una realidad nueva libre de injusticia.

Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.

Pero se requiere una autoridad capaz de servir a la re-distribución que no se corrompa en el proceso.

Nuestro tiempo da señales de desesperanza sobre la existencia de una tal autoridad.

Salmo responsorial: 117



REFLEXIÓN

Diga la casa de Israel: / eterna es su misericordia. / Diga la casa de Aarón: / eterna es su misericordia. / Digan los fieles del Señor: / eterna es su misericordia.

Que todos los bandos se unifiquen en la misericordia del Padre.

es ahora la piedra angular

Jesús de Nazareth es la piedra angular que un tiempo fue desechada. Desecharlo no es algo del pasado. Aún hoy no se le considera angular en muchos lugares. Solo sus creyentes pueden persuadir que Él es la piedra angular.

1Juan 5,1-6



REFLEXIÓN

Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo

Fluídos cargados de vida: entonces Jesús es plenitud de vida.

Por qué al exponernos a la Palabra se siente su vigor y sentido, pero al adentrarnos en la cotidianidad se disuelve? Jesús nos advirtió del espíritu que es alerta pero la carne que es débil. Orar sin interrupción es luchar para la fortaleza de la carne y que no obstaculice al espíritu.

Juan 20,19-31



REFLEXIÓN

con las puertas cerradas por miedo a los judíos.

Con sobrada razón: no era un miedo paranoico, sino proveniente de un riesgo objetivo.Los seguidores podían seguir la suerte del maestro.

"Paz a vosotros."

Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor

Paz y alegría son señales del auténtico encuentro con el Señor.

Como el Padre me ha enviado así también os envió yo

Los encuentros del Resucitado son relatos o narrativas al servicio de una misión, de un envío. Hay algo que hacer, algo que trabajar, no se trata de una intervención estéril.

exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos."

Una nueva creación a través de la Palabra encarnada que suelta al Espíritu sobre el caos del miedo para organizar un reino de los cielos, un reino de Dios, un reino de pobres que solo tienen a Dios como protector.

Este grupo de galileos miedosos y arrinconados son los huérfanos y viudas, los cautivos, los que tienen hambre y sed de justicia, los perseguidos, en fin: los pobres que no tienen a nadie más a quien acudir.

Son bienaventurados porque reciben el Espíritu y va a repoblar la tierra.

"¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto."

Qué bueno que existió un Tomás que urgió un segundo reconocimiento. Una segunda opinión. Así quedamos más tranquilos. Con una tranquilidad efímera porque volveremos a dudar.

Pero se nos dice que más bien los que creen sin tanta prueba son felices.

Porque el creer, la fe, es don del Señor. Hacerla vida es nuestra misión.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1381209589681639425?s=20

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Hechos de los apóstoles 4,32-35

Salmo responsorial: 117

1Juan 5,1-6

Juan 20,19-31