domingo, 14 de abril de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 3 de Pascua

Hechos de los apóstoles 3,13-15.17-19



REFLEXIÓN

al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo.

Los dirigentes de una nación creyendo servirla dejan de servir su bien común cuando liquidan líderes amenazantes a su corrupción.

Los saduceos, principalmente, equivocaron el rumbo por aferrarse  a su proyecto de clase.

Y por sus acciones terminaron fuera de la historia de la nación.

Es una historia emblemática que se sucede constantemente en diferentes modelos de poder organizado. 

Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos

No fue justificado por hombres, impotentes y cómplices de la red de poder como Pilatos. Sino por Dios. Y el tetimonio de Jesús Resucitado para el futuro del Reino es éste: Sólo Dios justifica. 

sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo

Pero ni siquiera ese magnicidio culpabiliza para siempre porque hay desde el Señor atenuantes y perdón.

arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados

Si hay voluntad de cambio.

Salmo responsorial: 4



REFLEXIÓN

porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo

Jesús nos enseña a vivir tranquilos, sin temor,  porque ha puesto su causa en manos del Señor.

1Juan 2,1-5



REFLEXIÓN

Quien dice: "Yo lo conozco", y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él

Es la señal de conversión auténtica:congruir fe y obra en seguimiento de su mandato:aménse como yo los amo.

Lucas 24,35-48



REFLEXIÓN

cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan

Un gesto que debió caracterizar al Jesús histórico y grabaron sus seguidores cuando compartieron con él las comidas. 

El partir el pan de Jesús implica desde él un liderazgo doméstico, como cabeza de grupo, que congrega y reúne los suyos y comparte su vida, su destino, su suerte y su felicidad.

se presenta Jesús en medio de ellos

Jesús por iniciativa del Padre acude a los suyos en medio de ellos, no en la periferia. Allí donde lo pudieran percibir bien.

¿por qué surgen dudas en vuestro interior?

Su aporte es de continuidad. Repara cualquier fractura en el proceso de la relación.

un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.

No sólo la vida, sino su forma específica se está fijando en el imaginario del discipulado.

les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.

Las escrituras se hacen palabra de Dios cuando el Señor nos abre el entendimiento

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motivaciondehoy

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Hechos de los apóstoles 3,13-15.17-19

Salmo responsorial: 4

1Juan 2,1-5

Lucas 24,35-48

BEATO CARLO

BEATO CARLO

BEATO CARLO



De la Apología primera de san Justino, mártir, en favor de los cristianos
(Cap. 66-67: PG 6, 427-431)

LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA

Sólo pueden participar de la eucaristía los que admiten como verdaderas nuestras enseñanzas, han sido lavados en el baño de regeneración y del perdón de los pecados y viven tal como Cristo nos enseñó.

Porque el pan y la bebida que tomamos no los recibimos como pan y bebida corrientes, sino que así como Jesucristo, nuestro salvador, se encarnó por la acción del Verbo de Dios y tuvo carne y sangre por nuestra salvación, así también se nos ha enseñado que aquel alimento sobre el cual se ha pronunciado la acción de gracias, usando de la plegaria que contiene sus mismas palabras, y del cual, después de transformado, se nutre nuestra sangre y nuestra carne es la carne y la sangre de Jesús, el Hijo de Dios encarnado.

Los apóstoles, en efecto, en sus comentarios llamados Evangelios, nos enseñan que así lo mandó Jesús, ya que él, tomando pan y habiendo pronunciado la acción de gracias, dijo: Haced esto en memoria mía; éste es mi cuerpo; del mismo modo, tomando el cáliz y habiendo pronunciado la acción de gracias, dijo: Ésta es mi sangre, y se lo entregó a ellos solos. A partir de entonces, nosotros celebramos siempre el recuerdo de estas cosas; y, además, los que tenemos alguna posesión socorremos a todos los necesitados, y así estamos siempre unidos. Y por todas las cosas de las cuales nos alimentamos alabamos al Creador de todo, por medio de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo.

Y, el día llamado del sol, nos reunimos en un mismo lugar, tanto los que habitamos en las ciudades como en los campos, y se leen los comentarios de los apóstoles o los escritos de los profetas, en la medida que el tiempo lo permite.

Después, cuando ha acabado el lector, el que preside exhorta y amonesta con sus palabras a la imitación de tan preclaros ejemplos.

Luego nos ponemos todos de pie y elevamos nuestras preces; y, como ya hemos dicho, cuando hemos terminado las preces, se trae pan, vino y agua; entonces el que preside eleva, fervientemente, oraciones y acciones de gracias, y el pueblo aclama: Amén. Seguidamente tiene lugar la distribución y comunicación, a cada uno de los presentes, de los dones sobre los cuales se ha pronunciado la acción de gracias, y los diáconos los llevan a los ausentes.

Los que poseen bienes en abundancia, y desean ayudar a los demás, dan, según su voluntad, lo que les parece bien, y lo que se recoge se pone a disposición del que preside, para que socorra a los huérfanos y a las viudas y a todos los que, por enfermedad u otra causa cualquiera, se hallan en necesidad, como también a los que están encarcelados y a los viajeros de paso entre nosotros: en una palabra, se ocupa de atender a todos los necesitados.

Nos reunimos precisamente el día del sol, porque éste es el primer día de la creación, cuando Dios empezó a obrar sobre las tinieblas y la materia, y también porque es el día en que Jesucristo, nuestro salvador, resucitó de entre los muertos. Lo crucificaron, en efecto, la vigilia del día de Saturno, y a la mañana siguiente de ese día, es decir, en el día del sol, fue visto por sus apóstoles y discípulos, a quienes enseñó estas mismas cosas que hemos puesto a vuestra consideración.