lunes, 29 de abril de 2024

DOCTORES DE LA IGLE

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


San Gregorio de Nisa Sermón sobre la resurrección de Cristo 

Ha comenzado el reino de la vida y se ha disuelto el imperio de la muerte. Han aparecido otro nacimiento, otra vida, otro modo de vivir, la transformación de nuestra misma naturaleza. ¿De qué nacimiento se habla? Del de aquellos que no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. ¿Preguntas que cómo es esto posible? Lo explicaré en pocas palabras. Este nuevo ser lo engendra la fe; la regeneración del bautismo lo da a luz; la Iglesia, cual nodriza, lo amamanta con su doctrina e instituciones y con su pan celestial lo alimenta; llega a la edad madura con la santidad de vida; su matrimonio es la unión con la Sabiduría; sus hijos, la esperanza; su casa, el Reino; su herencia y sus riquezas, las delicias del paraíso; su desenlace no es la muerte, sino la vida eterna y feliz en la mansión de los santos. 

REFLEXIÓN

El entusiasmo y el triunfalismo son notas destacadas de los tiempos en que la Iglesia muestra crecer y sus miembros pertenencia. Pero no fue siempre así, no lo será, porque cada tanto se hace sentir que no se ve y palpa tal victoria, y vida nueva, sino fehaciente la muerte y el mal.

Del Diálogo de santa Catalina de Siena, virgen, Sobre la divina providencia 
(Cap. 167, Acción de gracias a la Santísima Trinidad: edición latina, Ingolstadt 1583, ff. 290v-291)

GUSTÉ Y VÍ

¡Oh Divinidad eterna, oh eterna Trinidad, que por la unión con tu divina naturaleza hiciste de tan gran precio la sangre de tu Hijo unigénito! Tú, Trinidad eterna, eres como un mar profundo, en el que cuanto más busco más encuentro, y cuanto más encuentro más te busco. Tú sacias el alma de una manera en cierto modo insaciable, ya que
siempre queda con hambre y apetito, deseando con avidez que tu luz nos haga ver la luz, que eres tú misma.

Gusté y vi con la luz de mi inteligencia, ilustrada con tu luz, tu profundidad insondable, Trinidad eterna, y la belleza de tus creaturas: por esto, introduciéndome en ti, vi que era imagen tuya, y esto por un don que tú me has hecho, Padre eterno, don que procede de tu poder y de tu sabiduría, sabiduría que es atribuida por apropiación a tu Unigénito y el Espíritu Santo, que procede de ti, Padre, y de tu Hijo,
me dio una voluntad capaz de amar.

Porque tú, Trinidad eterna, eres el hacedor, y yo la hechura: por esto he conocido con la luz que tú me has dado, al contemplar cómo me has creado de nuevo por la sangre del Hijo único, que estás enamorado de la belleza de tu hechura.

¡Oh abismo, oh Trinidad eterna, oh Divinidad, oh mar profundo!: ¿qué don más grande podías otorgarme que el de ti mismo? Tú eres el fuego que arde constantemente sin consumirse; tú eres quien consumes con tu calor todo amor del alma a sí misma. Tú eres, además, el fuego que aleja toda frialdad, e iluminas las mentes con tu luz, esta luz con la que me has dado a conocer tu verdad.

En esta luz, como en un espejo, te veo reflejado a ti, sumo bien, bien sobre todo bien, bien dichoso, bien incomprensible, bien inestimable, belleza sobre toda belleza, sabiduría sobre toda sabiduría: porque tú eres la misma sabiduría, tú el manjar de los ángeles, que por tu gran amor te has comunicado a los hombres.

Tú eres la vestidura que cubre mi desnudez, tú sacias nuestra hambre con tu dulzura, porque eres dulce sin mezcla de amargor, ¡oh Trinidad eterna

domingo, 28 de abril de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

5 Domingo de Pascua B

Hechos de los apóstoles 9,26-31



REFLEXIÓN

pero todos le tenían miedo, porque no se fiaban de que fuera realmente discípulo

Una experiencia común en el curso de nuestra existencia: la desconfianza por la mala fama o el rumor de mala fama.

Por lo menos nos paraliza en nuestra acogida y escucha a cualquier mensaje que el digno de desconfianza puede aportar.

La credibilidad humana y la confianza son como un capital volátil que levanta vuelo con el primer temblor y no regresa fácilmente. 

Es lo que se dice de los inversionistas, y lo podemos aplicar a las relaciones interpersonales.

Quien se reconoce indigno de credibilidad requiere el doble de esfuerzo por acreditar su valor. Pero quienes contemplan como observadores también tienen que hacer el esfuerzo de reciclar los prejuicios y dar oportunidad a la regeneración. Es más evangélico porque nos acerca al perdón setenta veces siete.

Entonces Bernabé se lo presentó a los apóstoles

Un intermediario que aporte una experiencia diferente puede cambiar el escenario de prejuicio. Es una misión útil y delicada, interceder por los excluídos, en base a información alternativa que ayude a completar el conocimiento.

En una época tan proclive al culto de los ángeles, aun en plan de metodología de superación personal, quizás debiéramos considerar como ángeles, más bien, a intermediarios humanos oportunos para cambiar los prejuicios y las perspectivas.

En esto somos mensajeros del reino.

Saulo les contó cómo había visto al Señor en el camino, lo que le había dicho y cómo en Damasco había predicado públicamente el nombre de Jesús

Desde temprano la comunidad del camino buscaba certificar, desde el carisma de autoridad, las iniciativas y las misiones que podría suscitar el Espíritu del Glorificado.

En nuestro tiempo, para algunos, este paso no es importante. Sólo sentir y apropiarse de la misión lo es.

que se propusieron suprimirlo

el extremo de la desconfianza y el prejuicio es el fundamentalismo tenaz en sus filias y fobias. Ya fuimos advertidos por el Señor que el homicidio para algunos es un servicio a Dios.

La iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea, y Samaria. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo

No obstante los conflictos, dificultades y persecuciones, la mirada de Lucas y su comunidad es de un optimismo de fe en la extensión del reino.

Aunque Jerusalén se mantiene como lugar de rechazo del mensaje de Jesús, por su élite de poder .

Se echa de menos un poco en nuestro tiempo una comunicación más vigorosa sobre la extensión del reino de Dios, que supera los males y cuya paz sobrepuja los odios.

El anti reino parece enquistado en los medios de comunicación social que fomentan el morbo, el desánimo, el pesimismo. Al anti reino no le interesa la acreditación del reino.

Salmo responsorial: 21



REFLEXIÓN

Cumpliré mis votos delante de sus fieles

Las promesas rotas por nuestra infidelidad no deben ser nuestra última palabra por pesimismo. Más que creer en nosotros y nuestras fuerzas podemos creer en la prodigiosa y superabundante vida que nos dona el Señor, que se abre paso en su designio más allá de nuestras debilidades.

1Juan 3,18-24


REFLEXIÓN

no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras

Fue parafraseado por Ignacio de Loyola en la Contemplación para alcanzar amor de los ejercicios espirituales: el amor está más en las obras que en las palabras. Y lo redunda el refranero español: obras son amores y no buenas razones.

en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo.

Porque nuestra conciencia se puede entrampar con la culpa tóxica que no le da tregua a la paz del perdón. Por eso el Señor como paz de la conciencia es una anti culpa de la conciencia. Es la agonía de la noche oscura que sólo puede apoyarse en la convicción de la fe.

si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.

Es el nivel de homoestasis espiritual.

Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó.

Se trata de la plenitud de la ley cumplida en Jesús de Nazareth glorificado.

Juan 15,1-8



REFLEXIÓN

a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto

Nuestra visión y apreciación de la poda, pasividades de disminución, aporta sentido a nuestra existencia. Porque la frustración como síntoma de pérdida nos desorienta de la intencionalidad de ese dolor: que crezcamos, que demos más fruto.

Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

En Jesús el dolor no es aniquilación sino desarrollo, incremento a la plenitud. Es el Padre amándonos para acercarnos más a Él.

La permanencia se da por vinculación y ésta es la experiencia de una intimidad en la que se logra articular el yo, con un tú y un nosotros.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1388817404168445956?s=20

motivaciondehoy


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5 Domingo de Pascua B

Hechos de los apóstoles 9,26-31

Salmo responsorial: 21

1Juan 3,18-24

Juan 15,1-8