lunes, 20 de mayo de 2024

BEATO CARLO

BEATO CARLO



La incorporación de la celebración de la ‘Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia’ en el Calendario Romano General es relativamente reciente. Fue establecida el 11 de febrero de 2018 por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, mediante decreto firmado por quien entonces era su Prefecto, Cardenal Robert Sarah.

De acuerdo al documento, “el Sumo Pontífice Francisco consideró atentamente que la promoción de esta devoción puede incrementar el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana”.

Con esto, el Papa nos anima a prestar más atención a “la figura de la Virgen María, que es Madre de Cristo y, a la vez, Madre de la Iglesia”, porque conociendo más de cerca su maternidad seremos capaces de interiorizar también su sentido, en las circunstancias propias de nuestro paso por este mundo. Es decir, unidos filialmente a la Madre de Dios seremos más capaces de preocuparnos y trabajar por el bien de quienes nos rodean, dándoles acogida y sirviéndolos.

De las obras oratorias de Bossuet, obispo de Meaux, sobre la bienaventurada Virgen María

(Sermón sobre la fiesta del escapulario: Oeuvres oratoires, edición Lebarq, Desclée de Brouver 1926, I, 388-389)

MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA

La santa Virgen María es la verdadera Eva, la verdadera madre de todos los vivientes. Vivid, vivid, y María será vuestra madre. Pero vivid de Jesucristo y por Jesucristo, porque incluso María tiene vida únicamente de Jesucristo y por Jesucristo.

La maternidad de la santa Virgen es una realidad innegable. Por otra parte, que María sea madre de los cristianos es algo que no puede ser más oportuno; éste fue también el designio de Dios, revelado ya desde el paraíso. Pero para que esta realidad penetre más profundamente en vuestros corazones, debéis admirar el modo como este designio de Dios llegó a cumplimiento en el Evangelio de nuestro Salvador, contemplando cómo Jesús quiso asociar a sí a la santa Virgen al engendrarnos por medio del alumbramiento de su sangre, que siempre tan fértil, produjo frutos agradables al Padre.

En aquella ocasión, san Juan representaba la universalidad de los fieles. Entended mi raciocinio: todos los demás discípulos del Salvador abandonaron a Jesús. Dios permitió que esto sucediera así para que comprendiéramos que son pocos los que siguen a Jesús hasta su cruz.
Así, pues, habiéndose dispersado todos los demás discípulos, la providencia quiso que, junto al Dios que moría, no permaneciera sino Juan, el discípulo amado. Él fue el único, él, el verdadero fiel; porque únicamente es verdadero fiel de Jesús el que le sigue hasta la cruz. Y fue así como este único fiel representó a todos los fieles. Por consiguiente, cuando Jesucristo, hablando a su Madre, le dice que Juan es su hijo, no penséis que considera a san Juan como un hombre particular: en la persona de Juan entrega a María todos sus discípulos, todos sus fieles, todos los herederos de la nueva alianza, todos los hijos de su cruz.

Por esto, precisamente, llama a María «Mujer»; con esta expresión quería significar «Mujer por excelencia, Mujer elegida singularmente para ser la madre del pueblo elegido». «Oh Mujer, oh nueva Eva -le dice-, ahí tienes a tu hijo; por tanto, Juan y todos los fieles a quienes él representa son tus hijos. Juan es mi discípulo, mi discípulo amado; recibe, pues, en su persona a todos los cristianos, porque aquí Juan los representa a todos, ya que todos ellos son, como lo es Juan, mis discípulos, mis discípulos amados.» Esto es lo que el Salvador quería significar a su santa Madre.

Y lo que más importante se me antoja en este hecho es que Jesús dirija estas palabras a María desde la cruz. Porque en la cruz es donde el Hijo de Dios nos dio la vida y nos engendró a la gracia por la fuerza de su sangre derramada por nosotros. Y es precisamente desde la cruz desde donde significa a la purísima virgen María que ella es madre de Juan y madre de todos los fieles. Mujer, ahí tienes a tu hijo, le dice. En estas palabras contemplo al nuevo Adán que, al engendrarnos por su muerte, asocia a la nueva Eva, su santa Madre, en la generación, casta y misteriosa, de los hijos del nuevo Testamento.

domingo, 19 de mayo de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Pentecostés 

Hechos de los apóstoles 2,1-11



REFLEXIÓN

cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua

Se inaugura la nueva creación haciendo la unidad de la diversidad en Dios.

Los proyectos humanos de unidad chocan frecuente y constantemente con la división y la incomunicación.

No es señal para abandonar el esfuerzo, pero es señal de hacerle espacio al Espíritu Santo, para que nuestros esfuerzos por la unidad den frutos que permanezcan.

El esfuerzo por la unidad debe darse en todo ámbito humano, entre ellos las religiones y creencias.

Pero sin el aporte que cada familia ofrezca, en tolerancia y comprensión de la diversidad, el crecimiento en la dirección de la unidad, por parte del mundo, se dificultará.

Porque la unidad y la paz que nos dona el Señor con su Espíritu es don y tarea.

En el contexto de la fiesta judía de Pentecostés que entraña varios significados: primicias de la cosecha, conmemoración de la alianza, libertad de la esclavitud y deudas, ocurre la celebración de los seguidores de Jesús. 

En ella según Lucas son reforzados, confirmados y pasan del miedo a la misión.

En ella también esa misión se expresa para muchos más allá de Jerusalén y en lenguas varias, que permiten adherirse al gozo del Señor y dar gracias por sus maravillas.

Las lenguas no son como ahora en ciertos grupos carismáticos, expresión exótica de la posesión del Espíritu, lo cual da que pensar más bien en un dudoso egocentrismo y vanagloria.

Sino una expresión comprensible por las gentes del universo, que invita a la alabanza del Señor Padre de Jesucristo.

Salmo responsorial: 103



REFLEXIÓN

 

¡Dios mío, qué grande eres!

La vivencia del Espíritu resuena en la conciencia como un grito que expresa un descubrimiento: el Señor es Grande.

Él es lo más grande de lo más grande. Es su Trascendencia: el totalmente otro, el magis o más ignaciano que moviliza nuestra energía creativa para colaborarle en la construcción del reino.

Oportunamente confirmas la esperanza que has hecho nacer en nosotros sobre tu intervención portentosa. Porque de lo sencillo y humilde haces brotar la salvación.

envías tu aliento, y los creas, y repueblas la faz de la tierra

Hemos de reconocer que necesitamos el aliento creativo constante del Señor para  seguir construyendo una ciudad nueva, un nuevo cielo y una nueva tierra, que serán tu don más allá de nuestros esfuerzos, pero con nuestros esfuerzos.

1Corintios 12,3b-7.12-13



REFLEXIÓN

 

Nadie puede decir "Jesús es Señor", si no es bajo la acción del Espíritu Santo

La Palabra en Pablo afirma la dominancia absoluta del Espíritu en nuestra identidad cristiana, no obstante nuestra experiencia de autonomía. 

La dificultad para concebir esta relación depende del modelo que se elija para entenderla. 

Un modelo apto es la sinergia de las fuerzas provenientes de origen diverso, que tampoco es nuestro caso. Porque el origen de la fuerza espiritual que pasa por nosotros es el mismo Dios que envía su Espíritu-fuerza.

Sólo que ambas se dan a niveles e intensidades asimétricas.

En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común

Por tanto resulta destructivo, para nuestra obra de asociación con el Espíritu, alzarnos posesivamente con los dones y carismas que se nos han delegado, para bien de los hermanos y hermanas. 

Los dones del Espíritu, por glamorosos que se vean, son para construir fraternidad y sororidad.

judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todo hemos bebido de un solo Espíritu

Nuestra eucaristía en nombre de Jesús de Nazareth es la oportunidad de beber la copa de su Espíritu Santo y prolongar la unidad en la Babel del mundo.

Juan 20,19-23



REFLEXIÓN

 

con las puertas cerradas por miedo a los judíos

Nuestro proceso de liberación inicia con el reconocimiento de nuestro miedo irracional y hasta racional a las fuerzas del anti-reino.

Es importante reconocer el miedo que nos penetra antes los males y el sitio del maligno. 

entró Jesús, se puso en medio y les dijo: "Paz a vosotros."

La experiencia espiritual integral que nos trae el Espíritu de Jesús de Nazareth resucitado es la Paz, la pacificación.

No elimina el miedo sino que ayuda a enfrentarlo

les enseñó las manos y el costado

Se establece una comunicación simbiótica entre la cruz de Jesús y la nuestra, para que no quede duda de nuestra verdadera necesidad de salvación.

Les comunicó su identidad. Por eso dice Pablo que él predica solamente a Jesús crucificado resucitado.

se llenaron de alegría al ver al Señor

Y se comienzan a dar los signos que nos van convenciendo que nuestro caminar es el del Espíritu del Señor Jesús.

Ya no estaban solos ni al garete. Tenían de nuevo a su protector.

Como el Padre me ha enviado, así también os envió yo

El proceso no ha terminado. Hay una misión, un envío, una alegría de salvación y liberación que debe ser comunicada.

exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos."

Esta misión es de perdón de los pecados para pacificar y unir la babel del anti-reino.

No se trata de un perdón restringido y tacaño disponible sólo desde confesionarios o con penitencia tarifada.

Es un perdón democrático, al alcance de todos y todas sin distinción, porque la nueva humanidad posee el don de la regeneración, de unos y unas, con otros y otras.

Jesús resucitado comunica el Espíritu como la hace el Padre, porque ambos son uno.

Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos

Es su don, su legado, su herencia, la actividad que mostrará su presencia: la comunidad apostólica queda en posesión del perdón de los pecados. 

Quien dice perdón dice regeneración, nueva creación, volver a confiar entre nosotros, más allá del daño que hacemos.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1396426627798683649?s=20

motivaciondehoy


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Pentecostés 

Hechos de los apóstoles 2,1-11

Salmo responsorial: 103

1Corintios 12,3b-7.12-13

Juan 20,19-23