PALABRA COMENTADA
Miércoles 24 de tiempo ordinario
Año Par
1Corintios 12, 31 - 13, 13
REFLEXIÓN
si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden
si no tengo amor, no soy nada
si no tengo amor, de nada me sirve
Amor(ágape: benevolencia, buena voluntad, estima, preferencia moral)
Podríamos decir que el amor ágape de la buena nueva es el que se decanta en una preferencia por lo bueno y lo correcto, por lo justo y en esto refleja, transmite y entrega el amor de Dios.
El amor carnal: el erótico y el filial, como creados por Dios, son buenos. Pero el ágape los integra, los sublima y los supera. Y con ello el amor de ágape no es meramente espiritual y desencarnado sino total, integral, holístico, fraternal.
El amor es paciente, afable;
no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.
Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites.
Aunque la descripción paulina fuera extraída de un catálogo-como se dice- de virtudes, usual en la literatura helénica, no desvirtúa la intención de ofrecer el alcance práxico del amor: se trata del amor aterrizado en la historia de cada día de la existencia humana y su relaciones.
El amor no pasa nunca
Siendo trasunto del mismo Señor entre nosotros, da a entender cómo Él es Emmanuel: Dios entre nosotros por su amor que no cesa, no se agota, no pasa.
En una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La más grande es el amor
Agape fraternal que es fe y esperanza mientras peregrinamos con expectativa en el proceso de la existencia por el mundo, pero se desvela como amor de Dios, en Dios y con Dios en la consumación.
Salmo responsorial: 32
REFLEXIÓN
él ama la justicia y el derecho, / y su misericordia llena la tierra
Un amor entrañable que prefiere hacer justicia, establecer lo correcto, proteger al débil.
Un amor que se preocupa que los derechos de sus hijos no menoscabe la debilidad de los que menos pueden: huérfanos, viudas, extranjeros.
Lucas 7, 31-35
REFLEXIÓN
Tocamos la flauta y no bailáis, cantamos lamentaciones y no lloráis
Cuál es el ethos de nuestra generación? Nuestros sistemas de educación debe necesariamente resolver esta cuestión investigando y conociendo.
Pero también debe llegar al punto de la decisión.
Por eso el punto de llegada de toda instrucción es ético: lo que se debe hacer de bueno y correcto con amor.
los discípulos de la sabiduría le han dado la razón
Es la sabiduría que alaba Jesús cuando se revela en Pedro, en los pequeños, los que sí entienden de qué se trata todo.
El Espíritu forma en el corazón una sabiduría, una actitud que no se arrebata, sino se recibe con agradecimiento, y es como un tesoro en vasos de barro.
Analizarla puede destruirla. Más bien hay que intuirla, como una visión de totalidad.
Su imagen es la del publicano. Actualmente es oportuno pensar en una figura como la de Zaqueo o el Juan Diego de la Virgen de Guadalupe.
Cuando el amor resuelve hacer lo bueno y lo correcto con misericordia, es sabio.
La decisión de Jesús de Nazareth de entregarse a la pasión y la muerte por todos, es la decisión por lo bueno y lo correcto, con misericordia.
Es sabiduría de la cruz.
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Miércoles 24 de tiempo ordinario
Año Par
1Corintios 12, 31 - 13, 13
Salmo responsorial: 32
Lucas 7, 31-35