lunes, 11 de noviembre de 2024

SAN CARLO DE JESÚS ACUTIS DE ASIS


 



De la Constitución pastoral Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo
actual, del Concilio Vaticano II
(Nn. 82-83)
Necesidad de inculcar sentimientos que llevan a la paz


Procuren los hombres no limitarse a confiar sólo en el esfuerzo de unos pocos, descuidando su propia actitud mental. Pues los gobernantes de los pueblos, como gerentes que son del bien común de su propia nación y

promotores al mismo tiempo del bien universal, están enormemente influenciados por la opinión pública y por los sentimientos del propio ambiente.

Nada podrían hacer en favor de la paz si los sentimientos de hostilidad, desprecio, y desconfianza, y los odios raciales e ideologías obstinadas dividieran y enfrentaran entre sí a los hombres. De ahí la urgentísima necesidad de una reeducación de las mentes y de una nueva orientación de la opinión pública.

Quienes se consagran a la educación de los hombres, sobre todo de los jóvenes, o tienen por misión educar la opinión pública consideren como su mayor deber el inculcar en todas las mentes sentimientos nuevos, que llevan a la paz. Es necesario que todos convirtamos nuestro corazón y abramos nuestros ojos al mundo entero, pensando en aquello que podríamos realizar en favor del

progreso del género humano si todos nos uniéramos.

No deben engañarnos las falsas esperanzas. En efecto, mientras no desaparezcan las enemistades y los odios y no se concluyan pactos sólidos y leales para el futuro de una paz universal, la humanidad, amenazada ya hoy por graves peligros, a pesar de sus admirables progresos científicos, puede llegar a conocer una hora funesta en la que ya no podría experimentar otra paz que la

paz horrenda de la muerte. La Iglesia de Cristo, que participa de las angustias de

nuestro tiempo, mientras denuncia estos peligros, no pierde con todo la esperanza; por ello, no deja de proponer al mundo actual, una y otra vez, con oportunidad o sin ella, aquel mensaje apostólico: Ahora es tiempo favorable, para que se opere un cambio en los corazones, ahora es día de salvación.

Para construir la paz es preciso que desaparezcan primero todas las causas

de discordia entre los hombres, que son las que engendran las guerras; entre estas causas deben desaparecer principalmente las injusticias. No pocas de estas injusticias tienen su origen en las excesivas desigualdades económicas y también en la lentitud con que se aplican los remedios necesarios para corregirlas. Otras injusticias provienen de la ambición de dominio, del desprecio a las personas, y, si queremos buscar sus causas más profundas, las encontraremos en la envidia, la desconfianza, el orgullo y demás pasiones egoístas. Como el hombre no puede soportar tantos desórdenes, de ahí se sigue

que, aun cuando no se llegue a la guerra, el mundo se ve envuelto en contiendas

y violencias.

Además, como estos mismos males se encuentran también en las relaciones

entre las diversas naciones, se hace absolutamente imprescindible que, para

superar o prevenir esas discordias y para acabar con las violencias, se busque,

como mejor remedio, la cooperación y coordinación entre las instituciones

internacionales, y se estimule sin cesar la creación de organismos que promuevan la paz.


domingo, 10 de noviembre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 32 de tiempo ordinario

1Reyes 17, 10-16



REFLEXIÓN

Voy a hacer un pan para mí y para mi hijo; nos lo comeremos y luego moriremos

La solidaridad de lo que le hace falta, de esta mujer sin el sostén del marido y con un hijo a quien cuidar, es la imagen del desprendimiento que recoge también el evangelio cuando pone de ejemplo a una viuda que da limosna de lo único que le queda para vivir, en comparación a quienes dan de lo que les sobra.

Hemos de reconocer que nos la pone difícil la Palabra en cuanto a la actitud que espera de nuestra conversión al reino. Sin generosidad no es posible la equidad y la fraternidad.

Ni la orza de harina se vació, ni la alcuza de aceite se agotó, como lo había dicho el Señor por medio de Elías

Mientras no hagamos la experiencia del desprendimiento y la generosidad, no veremos las señales que el Señor multiplica a nuestro alrededor mediante las cuales nos da a entender que estamos en sus manos, que no nos desampara, que cuida de nosotros, que no temamos.

Salmo responsorial: 145



REFLEXIÓN

que hace justicia a los oprimidos

La justicia del Señor tal como nos la revela la Palabra, no se reduce a un desquite, de manera que el que estaba abajo pasa a estar arriba, en venganza de sus antiguos opresores.

Tal parece que aun dispensadores de la Palabra se empantanan en un esquema de la revolución, sangrienta o no, que da paso a un cambio social en el que campea el resarcirse.

La justicia del Señor implica más allá de eso y a pesar de eso una experiencia de familiaridad con el Señor, que pone en efecto un reino de fraternidad y buena voluntad.

Hemos de saludar con esperanza los cambios sociales, pero con discernimiento, para que no se conviertan en meros desquites, y hemos de alegrarnos por toda iniciativa de pacificación, pero con vigilancia, para que no sean subterfugios de más impunidad.

Hebreos 9, 24-28



REFLEXIÓN

imagen del auténtico

En la concepción bíblica imagen no es una mera fiel copia de algo, sino una alusión enigmática, que produce una percepción compleja, y no meramente cognitiva. Es como una adivinanza, un desafío a la comprensión, una afectación a la emocionalidad y libertad.

La imagen pretende transmitir un conocimiento de algo o alguien pero como una vibración que desconcierta. Quizá la parábola sea el género más representativo de la imagen según la mentalidad semítica bíblica.

al final de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo

Con la saga Jesús de Nazareth somos introducidos en un ámbito o dimensión vital que representa el final de la historia como la conocemos: Jesús es un evento de la historia que se vuelve paradigma para siempre.

De allí nuestra conciencia de simultaneidad con el hecho Jesús de Nazaret, muerto y resucitado. En todo momento, en toda época, su historia será contemporánea a nosotros todo el tiempo.

Un nuevo sentido del tiempo, un nuevo sentido de la historia, un nuevo sentido de la creación, como nueva creación en Jesús.

Por ello Jesús nos puede alentar a descubrirlo en sus imágenes, en sentido bíblico, en el pobre, por ejemplo.

De ahí también que la destrucción del pecado esté en la historia realizada pero simultáneamente en nuestra historicidad abierta, en la que consolidamos esa destrucción con nuestra propia conversión y fraternidad.

Marcos 12, 38-44



REFLEXIÓN

Éstos recibirán una sentencia más rigurosa

En la era de la información, poseer el dominio de la misma, y con ello aprovecharse del que no sabe, es otra forma de injusticia, y merece una sentencia más rigurosa.

Y esto puede suceder a escalas diversas: desde el individuo solitario hasta las grandes corporaciones, pasando por diversas clases de organización.

Quizás a la luz de esta iniquidad podamos entender como oposición, la reacción, también de la misma sociedad de la información, que viola todo secreto para distribuir mejor la información. Es un nuevo género de rebeldía.

Incluso sucede en las familias, en las que los secretos de hechos vergonzosos o menos dignos salen a  la luz, quebrando la armonía y la unidad, pero también purificando la comunicación.

Una contribución a un mundo más justo podría pasar por dedicarse a abrir la información a todo el que la necesite, como una forma de compartir solidariamente lo que se tiene, incluso lo poco que se tenga, como la viuda del evangelio.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1457336205847240705?s=2

motivaciondehoy


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Domingo 32 de tiempo ordinario

1Reyes 17, 10-16

Salmo responsorial: 145

Hebreos 9, 24-28

Marcos 12, 38-44