miércoles, 6 de noviembre de 2024

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA



 

MIÉRCOLES, XXXI SEMANA
(Cap 134: ed. latina, Ingolstadt 1583, ff. 215v-216)
Cuán bueno y cuán suave es, Señor, tu Espíritu para con todos nosotros

Del diálogo de Santa Catalina de Siena, sobre la divina providencia

El Padre eterno puso, con inefable benignidad, los ojos de su amor en aquella alma y empezó a hablarle de esta manera: «¡Hija mía muy querida! Firmísimamente he determinado usar de misericordia para con todo el mundo y proveer a todas las necesidades de los hombres. Pero el hombre ignorante convierte en muerte lo que yo le doy para que tenga vida, y de este modo se vuelve en extremo cruel para consigo mismo.

Pero yo, a pesar de ello, no dejo de cuidar de él, y quiero que sepas que todo cuanto tiene el hombre proviene de mi gran providencia para con él.

Y así, cuando por mi suma providencia quise crearlo, al contemplarme a mí mismo en él, quedé enamorado de mi criatura y me complací en crearlo a mi imagen y semejanza, con suma providencia. Quise, además, darle memoria para que pudiera recordar mis dones, y le di parte en mi poder de Padre eterno.

Lo enriquecí también al darle inteligencia, para que, en la sabiduría de mi

Hijo, comprendiera y conociera cuál es mi voluntad, pues yo, inflamado en

fuego intenso de amor paternal, creo toda gracia y distribuyo todo bien. Di

también al hombre la voluntad, para que pudiera amar, y así tuviera parte en

aquel amor que es el mismo Espíritu Santo; así le es posible amar aquello que

con su inteligencia conoce y contempla.

Esto es lo que hizo mi inefable providencia para con el hombre, para que así

el hombre fuese capaz de entenderme, gustar de mí y llegar así al gozo inefable

de mi contemplación eterna. Pero, como ya te he dicho otras muchas veces, el

cielo estaba cerrado a causa de la desobediencia de vuestro primer padre, Adán;

por esta desobediencia, vinieron y siguen viniendo al mundo todos los males.

Pues bien, para alejar del hombre la muerte causada por su desobediencia,

yo, con gran amor, vine en vuestra ayuda, entregándoos con gran providencia a

mi Hijo unigénito, para socorrer, por medio de él, vuestra necesidad. Y a él le

exigí una gran obediencia, para que así el género humano se viera libre de aquel

veneno con el cual fue infectado el mundo a causa de la desobediencia de

vuestro primer padre. Por eso, mi Hijo unigénito, enamorado de mi voluntad,

quiso ser verdadera y totalmente obediente y se entregó, con toda prontitud, a la

muerte afrentosa de la cruz, y, con esta santísima muerte, os dio a vosotros la

vida, no con la fuerza de su naturaleza humana, sino con el poder de su

divinidad».


martes, 5 de noviembre de 2024

PALABRA COMENTADA

Martes 31 de tiempo ordinario

Filipenses 2, 5-11




COMENTARIO

 Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús.

Una traducción más literal del griego se traduciría como”En todo tengan o sean en uds. entrañables como Jesús” O: “tengan en uds. las entrañas que caracterizan a Jesús”.

La antropología subyacente en nuestro pensamiento occidental del siglo XXI adjudica a los sentimientos una gran carga favorable hasta el punto que algunos teóricos caracterizan nuestra época como emotivista.

Pero en el origen el genio de la cultura aramea a la que el evangelio deja asomar en su griego de uso común o koiné indica una cualidad de sentir que físicamente se ubica en la región cercana al diafragma y el corazón que quizás podemos traducir aproximadamente como afectarse o dejarse afectar.

Se trata de una experiencia que brota de lo profundo de la persona por la cual se identifica o se distancia de una persona, una idea o causa, una situación que lo saca de su indiferencia.

San Ignacio de Loyola en los ejercicios hace alusión a una experiencia de todo el hombre que puede asemejarse cuando describe un tipo de consolación que se piensa es de Dios nuestro Señor de tal manera que no puede dudar que sea de Él.

Cuántas veces en nuestra vida hemos llegado a ese punto, de tal manera que contamos con un criterio de seguimiento de la voluntad de Dios?

Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre"; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo,

y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Pablo recoge este himno cantado entre cristianos que tempranamente expresaba la subjetivación de Jesús de Nazaret, como Hijo de Dios abajado (kenótico).

Pablo se afecta o abre sus entrañas al modo que Jesús para exhortar a que su comunidad se mantenga en una fe que abre sus entrañas como Jesús, para ser capaces de seguirse abajando por los demás.

Parece resonar aquellas palabras de Jesús que hablan del mayor amor que tiene el amigo que da la vida por los amigos.

Salmo responsorial: 21



COMENTARIO

contarán su justicia al pueblo que ha de nacer: / todo lo que hizo el Señor

Se trata de una revolución de la justicia, tal como la conocemos y la practicamos.

Para entrar en su comprensión plena hay que afectarse, abrir las entrañas en seguimiento del Jesús abajado.

Lucas 14, 15-24




COMENTARIO

Entonces el dueño de casa, indignado, le dijo al criado: "Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos."

En esto consiste la justicia del reino: abrirse como festín a quienes menos dignidad tienen a los ojos del mundo.

Los que son como ellos tiene las entrañas preparadas para entender el sentido del reino como la dicha de un banquete que estrecha lazos entre los dispuestos a compartir.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1323593506934456322?s=20

motivaciondehoy


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Martes 31 de tiempo ordinario

Filipenses 2, 5-11

Salmo responsorial: 21

Lucas 14, 15-24