Cuando se estaba muriendo,
en su última semana de su vida soñé con San Francisco de Asís, que es el santo
patrón de nuestra familia, y me dijo: ‘Tu hijo Carlo morirá muy pronto, pero
será será considerado en un lugar muy alto de la Iglesia’. Entonces vi a Carlo en una
iglesia muy grande, en lo alto, cerca del techo, y no lo entendí entonces. Por
supuesto que ahora sí. Su muerte, su enfermedad, su corta vida, todo fue
diseñado por Dios. Él había elegido a Carlo como un ejemplo para los jóvenes de
este período en la historia”, relata la madre de este joven.Sin
embargo, Antonia insiste en que “no hay
que mirar a Carlo como alguien perfecto. Era un hijo de su tiempo. Jugaba con
su PlayStation… Pero también entendió que estas cosas, como el ordenador o
la Play, podrían acabar ejerciendo una especie de ‘tiranía’ sobre su alma”. Por
ello, él mismo llegó a la conclusión de que no debía jugar más de una hora a la
semana a su Play, por ejemplo
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