miércoles, 3 de febrero de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 4 de tiempo ordinario

Hebreos 12,4-7.11-15



REFLEXIÓN

ningún castigo es agradable en el momento de recibirlo, sino que duele; pero si uno aprende la lección, obtiene la paz como premio merecido

Sólo en un contexto de amor desinteresado puede el castigo, la reprensión, la censura, la supresión, llegar a ser una lección que aprendida aporte paz.

Para ello los que aplican el castigo deben depurar su móvil buscando un bien común, y los que reciben deben esforzarse en la aceptación humilde de la propia culpa.

Quizá hoy en día el joven se resiste al castigo y se enardece, por presentir que se queda corto el amor desinteresado del que lo aplica.

Y se aferra más a su ego estropeado que a la objetividad del señalamiento de su error.

buscad el camino derecho, para que sane el pie que está cojo y no se tuerza más

Se trata de una responsabilidad compartida: el que dirige debe buscar caminos asequibles y viables; el que sigue, debe caminar por el camino apto para que su dolencia, debilidad o afecto desordenado sane.

Porque el desvío y error es un asunto de previsión y cálculo, en el que entra un discernimiento para elegir lo que más conduce a la realización-salvación.

Procurad que nadie se quede sin la gracia de Dios y que ninguna raíz amarga rebrote y haga daño, contaminando a muchos

Por gracia de Dios se debe entender un acompañamiento tal del Señor que permita tal vigilancia para evitar incurrir en el desvío, y ayude a aprender la lección de manera que no haya rebrote de la mala hierba.

Porque es una responsabilidad para con uno mismo y para con los hermanos, a fin de no echarles a perder.

Salmo responsorial: 102



REFLEXIÓN

Como un padre siente ternura por sus hijos, / siente el Señor ternura por sus fieles; / porque él conoce nuestra masa, / se acuerda de que somos barro

Echamos a perder la imagen de Padre si proyectamos una paternidad paternalista, permisiva, que deja ser para no incomodarse con la corrección.

Marcos 6,1-6



REFLEXIÓN

Y esto les resultaba escandaloso

El estrato socioeconómico al que Jesús semeja pertenecer no daría las oportunidades para una preparación como la que él mostraba en público.

Los poderes curativos que exhibía no se compadecían con una vida de aldea y una familia que por conocida no hacía suponer nada especial ni extraordinario.

Un cualquiera de santón, en quien se suponen los mismos vicios de los demás.

Como  el film de passolini en su época.

Un Jesús no idealizado sino vulgarizado.

Jesús era del común.

Pero es una mirada externa, superficial, sin relación personal, íntima o seducida por el ethos de Jesús.

En qué nos puede edificar todo esto a sus seguidores? Quizás en captar que Jesús en su vida ostenta un poder del Espíritu de Dios, derramado con abundancia para beneficio de muchos. Su decir y hacer es la plastificación de un Padre amoroso y responsable de la plenitud de vida de sus hijos.

No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe

La fe es aquella libertad humana que accede abrir al Señor el espacio y la oportunidad para que intervenga en la historia.

Qué de extraño tiene que sus milagros nos parezcan tan escasos hoy en día?

Un Padre necesita del amor de sus hijos para influir en sus vidas y no ser mirado como un extraño o intruso.

Qué hacemos cuando una generación pierde el sentido de Dios como Padre y Jesús como su signo más fehaciente, fidedigno.?

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1356930068732379137?s=20

BEATO CARLO

BEATO CARLO



 Nicola Gori -postulador de la causa de beatificación de Carlo Acutis y periodista del L’Osservatore Romano- quien participó de la ceremonia y siguió cada paso de la vida de Acutis, incluso de la mano de su madre, a quien conocía con anterioridad a la muerte del adolescente.



Cuando falleció, el 12 de octubre de 2006, su madre -a quien ya conocía- me pidió si podía escribir su biografía. Acepté y empecé a recoger información sobre este joven. Hablé con personas que lo conocieron y recopilé muchísimos documentos. Pude reunir varios testimonios de personas que lo recuerdan muy bien, como un cura párroco, varias monjas, sus amigos, su familia...



Así surgió mi primer libro, “Mi autopista al Cielo”. En él, sus compañeros de clase -que ya conocían su fe, su generosidad y su amabilidad- quisieron hacerle un homenaje: algo que quedara para siempre en el recuerdo de todas aquellas personas que lo conocieron.

Carlo usó internet para difundir la Palabra del Evangelio, por eso, dejó un legado en el corazón y en la mente de los hombres. Era algo que tenía que difundirse. Además, la gente empezó a buscar mucha información sobre él. Le escriben a la madre, a su familia, a quienes lo conocieron en la escuela... Así empezó a conocerse su vida: todo a través de internet.