Miércoles 4 de Pascua
Hechos 12,24-13,5
REFLEXIÓN
la palabra de Dios
cundía(auxano:hace crecer y crecía) y se propagaba(eplezino:llegar a su máxima
capacidad, multiplicarse)
La
Palabra es nuestro modo de indicar la actividad reveladora y salvífica del
Señor, principalmente en Jesús de Nazareth y conservada viva en la comunidad
creyente.
La
Palabra es un mensaje transmitido en la cultura, y enriquecido por ella, aunque
también opacado, que nos comunica un Amor absoluto e increado, que se adelanta
a buscarnos, sin discriminar.
El amor
comunicado es nuestro acompañante vivencial y existencial en el Designio que pretende
transformarnos y a la creación, para que todos juntos lleguemos a una comunidad
perfecta con Él.
La
Palabra del Amor perfecto encarnada en nuestra historia crece sin parar como un
dominio o reino de bien.
Y hace
crecer hasta el potencial máximo que le permita nuestra libertad para el bien
del Reino. Porque nuestra libertad puede encallar en otros bienes.
La
Palabra también tiende a expandirse contagiando a muchas libertades que bajo su
influjo abandonan los bienes egoístas y se transforman para el bien del Reino.
En la Iglesia de Antioquía había profetas y maestros:
Bernabé, Simeón, apodado el Moreno, Lucio el Cireneo, Manahén, hermano de leche
del virrey Herodes, y Saulo
Tal
detalle de nombres y lugares muestra que el responsable del texto pretende
darle verosimilitud histórica a su narración. Es un indicio a favor de su
credibilidad.
dijo el Espíritu Santo
Una
característica de este libro es aludir al Espíritu como un actor interviniente
que habla, lo cual impresiona por su tono directo que ejerce voluntad e
imperio.
No
siempre tenemos esa visión de fe para percibir al Espíritu Santo interviniendo
en el curso de una misión evangelizadora a favor de un bien mayor.
"Apartadme a Bernabé y a Saulo para la misión a que los
he llamado."
Incluso
la elección de personas para funciones específicas puede ser vista como
favoritismo y amiguismo, y cuesta ir más allá y contemplar en la fe la
manifestación del Espíritu.
Parece
hoy más difícil ver en los responsables y encargados la manifestación del
Espíritu en sus decisiones y asignaciones. Más bien se tiende a buscar el
descrédito aludiendo intenciones menos sanas.
Volvieron a ayunar y a orar, les impusieron las manos y los
despidieron
El ayuno
y la abstinencia permiten disminuir el peso sensible y resonar con una
dimensión no sensible, de fe. Es un disponerse para la escucha.
Cuando
el Espíritu se comunica se trata de una misión. Èl se comunica para ser entregado:
a través de nosotros intervenir en el mundo.
La
deliberación y decisión sobre personas y estrategias para la evangelización
requiere una purificación ante el Señor en cuanto a las intenciones y motivaciones en la toma de
decisiones para superar las aficiones desordenadas y determinarse únicamente
por la gloria de Dios.
Salmo responsorial: 66
REFLEXIÓN
conozca la tierra tus caminos, / todos los pueblos tu
salvación
gobiernas las naciones de la tierra
que todos los pueblos te alaben
Un
aporte de los creyentes a la vida pública es la confesión del dominio del
Señor, y nuestra relativa importancia como dueños de nuestro destino: hombres,
mujeres y pueblos.
No por
cálculo y estrategia para ganar credibilidad ante la gente, ya que es un bien
escaso, sino como amor que brota de la fe, y que procura hacer brillar la
verdad del dominio salvífico del Señor, como bien absoluto.
Juan 12,44-50
REFLEXIÓN
Jesús dijo, gritando
A veces
un detalle del relato, ignorado por sencillo y obvio, abre una brecha en el
conocimiento de Jesús.
Gritar
no es lo común de los dichos que se le atribuyen. Y gritar es una expresión que
se presta a muchos significados.
Estaba
Jesús irritado? Se sentía defraudado porque no lo escuchaban? Acaso donde
hablaba no le oian si no gritaba?
Poner
esa expresión en el relato implica un énfasis que se le da a lo que se dice:
quizás lo grita porque es sobremanera importante. Más que otras cosas que se
han dicho.
En
particular en este evangelio que tiene discursos y repeticiones extensas.
"El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha
enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado.
En la
Jesuología y Cristología actual hay una aspiración a ver a Jesús como un mero
indicativo del Reino que anuncia y gesta.
Se huye
de una presentación meramente unipersonal, divinizante.
Pero se
comete un error: Jesús identifica su persona, su misión y el Reino de Dios, su
Padre.
No hay
necesidad de descoyuntarlos o destrabarlos, porque se dan como unidad.
Lo que
sí parece importante en el énfasis actual es el relieve de la persona social de
Jesús de Nazareth: alguien que tiene una causa, que se inserta en un designio. Que
ataca la raíz de la estructura injusta, multiplicada en la historia.
Este
énfasis debe plenificar la persona individuo única y divina de Jesús de
Nazareth.
la palabra que yo he pronunciado, ésa lo juzgará en el
último día
En un
último día nos enfrentaremos a la palabra que no quisimos escuchar, vivenciar
en nuestra existencia.
Será un
enfrentamiento con nuestro fondo en el que también late el Reino.
Será la
última catequesis antes de nuestra conversión final.
lo que yo hablo lo hablo como me ha encargado el Padre
Vemos y
escuchamos a Jesús tan identificado con el Padre y su designio, que escucharlo
es estar con el Padre.
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