martes, 6 de julio de 2021

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Martes, XIV semana



San Agustín Comentario sobre los salmos 32,29

Hermanos, os exhortamos vivamente a que tengáis caridad no sólo para con vosotros mismos, sino también para con los de fuera, ya se trate de los paganos, que todavía no creen en Cristo, ya de los que están separados de nosotros, que reconocen a Cristo como cabeza, igual que nosotros, pero están divididos de su cuerpo. Deploremos, hermanos, su suerte, sabiendo que se trata de nuestros hermanos. Lo quieran o no, son hermanos nuestros. Dejarían de serlo si dejaran de decir: Padre nuestro. Dijo de algunos el profeta: A los que os dicen: «No sois hermanos nuestros», decidles: ·«Sois hermanos nuestros». Atended a quiénes se refería al decir esto. ¿Por ventura a los paganos? No, porque, según el modo de hablar de las Escrituras y de la Iglesia, no los llamamos hermanos. ¿Por ventura a los judíos, que no creyeron en Cristo? Leed los escritos del Apóstol, y veréis que, cuando dice «hermanos» sin más, se refiere únicamente a los cristianos: Tú, ¿por qué juzgas a tu hermano?, o ¿por qué desprecias a tu hermano? Y dice también en otro lugar: Sois injustos y ladrones, y eso con hermanos vuestros. Ésos, pues, que dicen: «No sois hermanos nuestros», nos llaman paganos. Por esto, quieren bautizarnos de nuevo, pues dicen que nosotros no tenemos lo que ellos dan. Por esto, es lógico su error, al negar que nosotros somos sus hermanos. Mas, ¿por qué nos dijo el profeta, Decidles: «Sois hermanos nuestros», sino porque admitimos como bueno su bautismo y por esto no lo repetimos? Ellos, al no admitir nuestro bautismo, niegan que seamos hermanos suyos; en cambio, nosotros, que no repetimos su bautismo, porque lo reconocemos igual al nuestro, les decimos: Sois hermanos nuestros. Si ellos nos dicen: «¿Por qué nos buscáis, para qué nos queréis?», les respondemos: Sois hermanos nuestros

REFLEXIÓN

En tiempos de división la unidad se pronuncia como una gran falacia o hipocresía, a menos que al hacerlo se esté dando un compromiso activo de restaurarla allí donde no exista o se desgarre. Se da la paradoja hoy que salimos a buscar unidad con religiones e iglesias distintas y diversas, pero mantenemos el enfrentamiento o la indiferencia  en la familia, la calle, el barrio, el trabajo, la escuela, la fe.

lunes, 5 de julio de 2021

PALBABRA COMENTADA

 

LUNES 14 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Génesis 28,10-22ª



REFLEXIÓN

Y tuvo un sueño: Una escalinata apoyada en la tierra con la cima tocaba el cielo. Ángeles de Dios subían y bajaban por ella. El Señor estaba en pie sobre ella y dijo

"Qué terrible es este lugar; no es sino la casa de Dios y la puerta del cielo."

entonces el Señor será mi Dios, y esta piedra que he levantado como estela será una casa de Dios.

En este texto se realzan tres partes interrelacionadas: el sueño, con un símbolo que parece pertenecer al patrimonio simbólico humano: la escalera, que toca los dos extremos opuestos, cielo y tierra, y permite su comunicación.

Invita a reflexionar sobre el anhelo de trascendencia radical que anida en el ser humano.

En segundo lugar, aparece el reconocimiento del misterio en la tierra que permite hacer la experiencia de la trascendencia.

Lo que abona la elección de un pueblo por parte del Dios de la multitudinaria descendencia y la tierra prometida.

Por último se destaca el criterio para verificar la autenticidad del sueño y su conclusión: que se dé la protección de Jacob en su viaje, y regrese sano y salvo.

Salmo responsorial: 90



REFLEXIÓN

 

Dios mío, confío en ti

Cuando en el camino que vamos haciendo logramos subir por colinas y bajar por valles, la visión del entorno varía: unas veces se extiende lejos y gana una vivencia de amplitud. Otras veces se reduce, y gana una vivencia de estrechez. Incluso unas y otras denotan experiencia de luz ambiental diferentes.

Así en el caminar espiritual hay signos como las altitudes de las colinas, que nos confortan con luminosidad y expansión de la confianza en el Señor. Entonces nos cuesta realizar que se trata de un signo provisional, un aliento para la fatiga del camino, una contribución para fortalecer la confianza en Él. Pero el caminar no ha terminado. El final será cuando lo determine su voluntad. Y nuestra paciencia es el tributo de aceptación a su Designio.

Mateo 9,18-26



REFLEXIÓN

"Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, ponle la mano en la cabeza, y vivirá". Jesús lo siguió con sus discípulos.

Jesús de Nazareth plasma en un cuadrante del tiempo y el espacio una muestra de la naturaleza íntima del Dios que nos está enseñando a amar, cuando sigue con toda  condescendencia y sencillez al que le pide por su hija, hasta donde ella se encuentra.

Parece un contraste con la imagen que tenemos sobre los favores que pedimos a una divinidad, en la que los peticionarios acuden para ser oidos.

Una lección para nuestra manera de pedir al Señor por nuestras necesidades, graves o menores. Él nos sigue hasta donde lo necesitemos, porque está enfocado en nuestro bienestar.

Si ésta fuera nuestra experiencia, lo que menos haríamos es buscar al Señor para que hiciera el milagro de la revivificación.

Así de excluída aparece la intervención benéfica puntual del Señor en nuestra existencia.

Vivimos más bien bajo el horizonte mental de esa exclusión del milagro como más compatible con la realidad.

Pero, es la realidad? O es como la queremos hacer en consonancia con nuestra liberación de mitos? No será más bien la intención del Señor dársenos en amor, bondad y beneficios en nuestra vida cada vez más? Somos de poca fe.

"¡Ánimo, hija! Tu fe te ha curado."

Hacemos muy poco por nuestra curación y otras bondades. Apelamos con inhibición a Jesús de Nazareth, quien se proclamó escala entre el cielo y la tierra.

Su disponibilidad para recibirnos a la hora que sea por el motivo que sea no tiene medida.

Así nos convence, nos habla al corazón, que Él es misericordia y compasión, justicia y derecho. De nosotros depende tomarle la Palabra.

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