domingo, 18 de julio de 2021

BEATO CARLO

 BEATO CARLO
La juventud a la luz de la vida de Carlo tiene muchos apuntes para tomar y decisiones que revisar

Comienza la carta de san Ignacio de Antioquía, obispo y mártir, a los Magnesios
(Caps. 1,1-5, 2: Funk 1,191-195)
ES NECESARIO NO SÓLO LLAMARSE CRISTIANOS, SINO SERLO EN REALIDAD

Ignacio, por sobrenombre Teóforo, es decir, Portador de Dios, a la Iglesia de Magnesia
del Meandro, a la bendecida en la gracia de Dios Padre por Jesucristo, nuestro Salvador:
mi saludo en él y mis votos por su más grande alegría en Dios Padre y en Jesucristo.
Después de enterarme del orden perfecto de vuestra caridad según Dios, me he
determinado, con regocijo mío, a tener en la fe en Jesucristo esta conversación con
vosotros. Habiéndose dignado el Señor honrarme con un nombre en extremo glorioso, voy
entonando en estas cadenas que llevo por doquier un himno de alabanza a las Iglesias, a
las que deseo la unión con la carne y el espíritu de Jesucristo, que es nuestra vida para
siempre, una unión en la fe y en la caridad, a la que nada puede preferirse, y la unión con
Jesús y con el Padre; en él resistimos y logramos escapar de toda malignidad del príncipe
de este mundo, y así alcanzaremos a Dios.
Tuve la suerte de veros a todos vosotros en la persona de Damas, vuestro obispo, digno
de Dios, y en la persona de vuestros dignos presbíteros Baso y Apolonio, así como del
diácono Soción, consiervo mío, de cuya compañía ojalá me fuera dado gozar, pues se
somete a su obispo como a la gracia de Dios, y al colegio de los presbíteros como a la ley
de Jesucristo.
Es necesario que no tengáis en menos la poca edad de vuestro obispo, sino que,
mirando en él el poder de Dios Padre, le tributéis toda reverencia. Así he sabido que
vuestros santos presbíteros no menosprecian su juvenil condición; que salta a la vista,
sino que, como prudentes en Dios, le son obedientes, o por mejor decir, no a él, sino al
Padre de Jesucristo, que es el obispo o supervisor de todos. Así pues, para honor de aquel

que nos ha amado es conveniente obedecer sin ningún género de fingimiento; porque no
es a este o a aquel obispo que vemos a quien se trataría de engañar, sino que el engaño
iría dirigido contra el obispo invisible; es decir, en este caso, ya no es contra un hombre
mortal, sino contra Dios, a quien aun lo escondido está patente.
Es pues necesario no sólo llamarse cristianos, sino serlo en realidad; pues hay algunos
que reconocen ciertamente al obispo su título de vigilante o supervisor, pero luego lo
hacen todo a sus espaldas. Los tales no me parece a mí que tengan buena conciencia,
pues no están firmemente reunidos con la grey, conforme al mandamiento.
Ahora bien, las cosas están tocando a su término, y se nos proponen juntamente estas
dos cosas: la muerte y la vida, y cada uno irá a su propio lugar. Es como si se tratara de
dos monedas, una de Dios y otra del mundo, que llevan cada una grabado su propio cuño:
los incrédulos el de este mundo, y los que han permanecido fieles por la caridad, el cuño
de Dios Padre, grabado por Jesucristo. Y si no estamos dispuestos a morir por él, para
imitar su pasión, tampoco tendremos su vida en nosotros.

sábado, 17 de julio de 2021

PALABRA COMENTADA

 

SÁBADO 15 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Éxodo 12,37-42



REFLEXIÓN

porque los egipcios los echaban y no los dejaban detenerse; y tampoco se llevaron provisiones.

El texto hace memoria de una tradición de éxodo alternativa a la tradición dominante.

Ésta se enfoca con mayor detalle a la salida del pueblo con el liderazgo de Moisés y después de cansar la resistencia del Faraón con las plagas.

Aquella es alusiva a la expulsión de los semitas que por un tiempo tuvieron el poder en Egipto con los Hititas.

En ambas tradiciones se trata de una marcha, de una salida, de un desgarramiento del suelo nutricio, aunque hubiera sido amargo.

Nos ayuda a recordar la salida por motivos propios o por presiones de tantas poblaciones en diferentes latitudes, buscando un mejor horizonte para superarse, subsistir o salvar la vida.

Un drama trágico que ensombrece la humanidad con tonos de crueldad y ensañamiento con sus semejantes por intereses egoístas, personales o colectivos.

Y la Palabra nos hace entender, como muchas voces hoy, que el Señor compasivo toma partido por ellos y los escucha misteriosamente, para ser su energía y espíritu de redención.

Salmo responsorial: 135



REFLEXIÓN

Dad gracias al Señor porque es bueno. R.

En nuestra humillación, se acordó de nosotros

No olvidar! es la consigna. Una lección que se debe memorizar para adquirir sabiduría.

Que existe la posibilidad de hacernos unos a otros fugitivos o emigrantes.

Pero también que el Señor hace valer su acompañamiento y convierte las lágrimas en alegría, cuando libera a esos perseguidos.

Mateo 12, 14-21



REFLEXIÓN

los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús

Jesús experimenta en su carne la conspiración maligna. Su Padre no se lo escatima, sino incluso parece abandonarlo en manos de ellos.

Por qué? Tenía que darnos un signo creíble, un signo serio alejado de cualquier simulación. Un signo sobre sí mismo como Padre y Jesús como hijo, capaz de hacer y sufrir su designio.

Para los dolientes de cualquier momento su pasión puede asemejarse a la de Jesús y constituirse en signo creíble, en la paradoja de la prueba, del amor del Padre.

Jesús se enteró, se marchó de allí y muchos le siguieron

Jesús no era un extremista fundamentalista y suicida. En la medida de su discernimiento evadía la trampa y la prueba.

Amar la vida, la felicidad y evitar el dolor es parte de nuestra misión.

Sólo asumimos una prueba cuando es ineludible y la transformamos por la fe en gesto de amor del Padre.

Él los curó a todos, mandándoles que no lo descubrieran

Mientras se puede, Jesús mantiene una conducta más segura frente a las acechanzas de sus adversarios.

No es su modo de proceder en esta etapa entregarse ni provocar. Si embargo no deja de hacer el bien por el reino.

Lograr ciertos objetivos del Reino puede enfrentarnos con allegados incluso.

La seguridad es importante, tanto cuanto, sin sacrificar el bien obrar.

Sobre él he puesto mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones

Jesús rebosa del Espíritu que impulsa a hacer lo que hay que hacer, lo que conviene hacer.

El derecho del Espíritu se manifiesta por la conveniencia, más allá de la obligación.

No porfiará, no gritará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho

La figura del Siervo de Yavé representa un cambio de estilo y estrategia en procura del reino de Dios.

No es como antaño cuando algunos profetas: voceando, discutiendo, juzgando, defendían del derecho del Señor y la Alianza. No es como los guerreros reyes anteriores: eliminando, aniquilando.

Este Siervo anunciará el juicio de Dios sin llegar a esos extremos porque el es una inspiración del novedoso estilo profético del Deutero Isaías cuando consoló desterrados.

Las comunidades de Jesús lo interpretaron como un profeta de nuevo cuño, porque rebasaba los modelos anteriores, yuxtaponiendo la memoria de antiguos enviados, con estilos y estrategias diferentes.

Jesús apareció como la plenitud de los reveladores del Señor.

Como Jesús confrontamos un mundo escéptico y herido de muchas injusticias y opresiones. El rechazo del mensaje de salvación es lo propio.

Hay que gestionar con signos que induzcan a la conversión y alejarse de cualquier modo de violencia e imposición de la verdad evangélica.

Si bien es cierto que la jerarquía católica y de otras religiones a través de su persistencia dan fe de una solidez en el mensaje evangélico, sin embargo con su aparato de poder impresionan y coaccionan.

Ese no parece ser el estilo de Jesús de Nazareth, el siervo de Dios.

Jesús es víctima de acechanza y toma sus medidas de protección, pero no deja de trabajar por el bien de los demás, lo cual lo sigue poniendo en riesgo. La mala voluntad de otros no es impedimento para seguir su misión.

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