MIÉRCOLES 28 DE TIEMPO ORDINARIO
Año Impar
Romanos 2,1-11
REFLEXIÓN
al dar sentencia contra el otro te condenas tú mismo, porque
tú, el juez, te portas igual
Israel
como elegido, Pablo lo puede decir, pretende no ser como los gentiles.
Más
que don para compartir, su elección es vivida como sentencia de perdición para
otros.
Una
actitud que no está lejos de cada uno de los que por experiencia de fe, nos
engañamos al sentirnos superiores o distintos.
No
hay honor humano, ni méritos propios en este orden de la gracia.
Por
eso los acontecimientos, con frecuencia nos bajan del pedestal que nos hemos
hecho como oportunidades de recobrar la perspectiva del don.
al no reconocer que esa bondad es para empujarte a la
conversión?
Es
frecuente en este tiempo escuchar opiniones en contra de cualquier rasgo
penalizador en el Señor. Él es todo bueno y misericordioso.
Sin
embargo no hacemos igual énfasis que la misericordia abona la conversión, que
sin embargo depende de nuestra voluntad.
A los que han perseverado en hacer el bien, porque buscaban
contemplar su gloria y superar la muerte, les dará vida eterna
Es
la intención que nos mueve y no la podemos esconder. Querer la vida es quererlo
a Él, fuente de vida.
gloria, honor y paz a todo el que obre el bien, primero al
judío, pero también al griego; porque Dios no tiene favoritismos
Todo
el que obre el bien, en cualquier trinchera-representadas en el judío y en el
griego- tiene gloria, honor y paz ante un Dios que no procede por favoritismos,
sin sombra de corrupción, justo juez.
Esta
sencilla expresión pulverizaría radicalmente las causas de las guerras de
religión, que más parecen tiendas de un mercado de divinidades, que caminos de
realización de la buena nueva.
Todos
y todas, enfundados en sus mil colores de diversidad, estarían amparados por
una única religión y culto: obrar, hacer el bien.
Sólo
que nuestro enemigo, el envidioso del reino preparado para quienes aman al
Señor, mete cizaña y confusión sobre la naturaleza del bien a obrar.
De
ahí se desprende nuestra única obligación posible: vigilar, escrutar, discernir
como vírgenes prudentes, con la lámpara de la fe debidamente alimentada para
encenderla cuando sea menester.
Salmo responsorial: 61
REFLEXIÓN
Sólo en Dios descansa mi alma, / porque de él viene mi
salvación
Una
vez se reconoce esta realidad de fe, que es el fundamento de toda paz y el
principio de todo desapego, las fuerzas humanas se liberan para el servicio del
ágape fraterno.
Lucas 11,42-46
REFLEXIÓN
que
pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres,
mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios!
La Palabra encarnada va más a fondo aún. Porque desenmascara aparentes conductas
según el Espíritu que excluyen un compromiso más profundo.
Como sí se contrastara la exterioridad y formalidad de ciertas obras
buenas, que sirven a propósitos carnales y egoístas, pero dejan de lado una
opción fundamental por el reino.
Por
lo que mucho hemos de interrogarnos sobre la relación con el reino de nuestras
obras y conductas aparentemente buenas y espirituales.
Es
posible ser buen ciudadano y cumplir las leyes pero sin derecho y amor de Dios,
que es ágape
Esto habría que practicar, sin descuidar aquello
No
es procurar lo mejor a costa de lo bueno, sino poner en orden los énfasis, de
acuerdo al mayor bien, a lo más importante: derecho y amor de Dios.
Tampoco lo contrario es positivo para el reino.
Porque el conocimiento de que hay obras espirituales incorrectamente
planteadas, no es para abstenerse de ellas, como gusta cierta corriente
anti-tradicional.
abrumáis
a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un
dedo
Padres, maestros, sacerdotes e incluso pelagatos con un décimo de poder,
que gustamos de criticar lo que nosotros no hubiéramos hecho en su lugar.
Lo
correcto es no hacernos a un lado como si la Palabra no nos concerniera.
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