sábado, 23 de julio de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Sábado, XVI semana

San Juan Crisóstomo Homilías sobre II Corintios 13,1-2

Sentimos el corazón ensanchado. Del mismo modo que el calor dilata los cuerpos, así también la caridad tiene un poder dilatador, pues se trata de una virtud cálida y ardiente. Esta caridad es la que abría la boca de Pablo y ensanchaba su corazón. «No os amo sólo de palabra –es como si dijera–, sino que mi corazón está de acuerdo con mi boca; por eso, os hablo confiadamente, con el corazón en la mano». Nada encontraríamos más dilatado que el corazón de Pablo, el cual, como un enamorado, estrechaba a todos los creyentes con el fuerte abrazo de su amor, sin que por ello se dividiera o debilitara su amor, sino que se mantenía íntegro en cada uno de ellos. Y ello no debe admirarnos, ya que este sentimiento de amor no sólo abarcaba a los creyentes, sino que en su corazón tenían también cabida los infieles de todo el mundo.

REFLEXIÓN

Un amor apostólico como el de Pablo, y muchos otros que lo seguirán, es incansable en sus gestos, acciones, sacrificios, que acompañan palabras sentidas y con sentido. Un testimonio que hace mella en nuestra credibilidad y nos inclina al contagio del buen obrar, convirtiéndonos a su vez en esforzados amantes de otros y otras, sin buscar reservarse a nadie con exclusividad.

Por esto, no dice simplemente: «Os amo», sino que emplea esta expresión más enfática: «Nos hemos desahogado con vosotros, sentimos el corazón ensanchado; os llevamos a todos dentro de nosotros, y no de cualquier manera, sino con gran amplitud». Porque aquel que es amado se mueve con gran libertad dentro del corazón del que lo ama; por esto, dice también: Dentro de nosotros no estáis encogidos, sois vosotros los que estáis encogidos por dentro. Date cuenta, pues, de cómo atempera su reprensión con una gran indulgencia, lo cual es muy propio del que ama. No les dice: «No me amáis», sino: «No me amáis como yo», porque no quiere censurarles con mayor aspereza. Y, si vamos recorriendo todas sus cartas, descubrimos a cada paso una prueba de este amor casi increíble que tiene para con los fieles. Escribiendo a los romanos, dice: Tengo muchas ganas de veros; y también: Muchas veces he tenido en proyecto haceros una visita; como también: Pido a Dios que alguna vez por fin consiga ir a visitaros. A los gálatas les dice: Hijos míos, otra vez me causáis dolores de parto; y a los efesios: Por esta razón, doblo las rodillas por vosotros; a los tesalonicenses: ¿Quién sino vosotros será nuestra esperanza, nuestra alegría y nuestra honrosa corona? Añadiendo, además, que los lleva consigo en su corazón y en sus cadenas. Asimismo escribe a los colosenses: Quiero que tengáis noticia del empeñado combate que sostengo por vosotros y por todos los que no me conocen personalmente; busco que tengáis ánimos; y a los tesalonicenses: Como una madre cuida de sus hijos, os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas. Dentro de nosotros no estáis encogidos, dice. Y no les dice solamente que los ama, sino también que es amado por ellos, con la intención de levantar sus ánimos. Y da la prueba de ello, diciendo: Tito nos habló de vuestra añoranza, de vuestro llanto, de vuestra adhesión a mí.

viernes, 22 de julio de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Santa María Magdalena

Cantar de los cantares 3, 1-4



REFLEXIÓN

Así dice la esposa: “En mi cama, por la noche, buscaba el amor de mi alma: lo busqué y no lo encontré.

Periodos de búsqueda desde la adolescencia

Y se encontró? Relativamente, parcialmente, provisionalmente, precariamente.

Me levanté y recorrí la ciudad por las calles y las plazas, buscando el amor de mi alma; lo busqué y no lo encontré. Me han encontrado los guardias que rondan por la ciudad: “¿Visteis al amor de mi alma?”. Pero, apenas los pasé, encontré al amor de mi alma."

Una vez se trascienda algún último límite, frontera, paso, umbral o situación, esta búsqueda ha de encontrar el amor de nuestra vida.

Qué puede significar el anhelo de buscar, si no hay quién, en algún lado y momento, se deje encontrar?

La búsqueda fundamental y nuclear de nuestra existencia-el amor personal y exclusivo- no da suficiente fruto.

La búsqueda no se calma ni da tregua, no obstante la cadena de frustraciones e insuficiencias, porque el paradigma inscrito en lo más profundo, es siempre más deconstructivo. Nada de lo creado es suficientemente pleno.

Un canto bíblico de la Palabra, tomando como expresividad el amor humano, con sus goces y angustias.

Se nos muestra más la tendencia encarnacionista de la revelación de Dios, que busca hacer latir en fibra de corazón humano, de hombre y mujer, la energía de amor que Él es.

Todos podemos pasar por experiencia semejante, en búsqueda de nuestra alma gemela, y hemos escuchado historias de logro y de frustración, sobre esa búsqueda.

En nuestro diálogo filial el Señor parece esperar de nosotros una definición radical: que caigamos en cuenta que Él es la verdadera alma gemela.

Pero esta empresa cuesta y duele tanto, que si Él mismo no viene a acompañarnos en el proceso de enamorarnos, no daremos con una solución definitiva.

En este proceso nos ayudan los místicos que han expresado ese  calor amoroso y su insaciable sed por el Señor, para alentarnos en nuestra propia correspondencia.

Salmo responsorial: 62, 2-6.8-9



REFLEXIÓN

mi alma está unida a ti, / y tu diestra me sostiene

La unión es la última etapa de la identificación con alguien, porque lo sentimos propio y lo suyo es mío, y lo mío suyo.

Por la contemplación para alcanzar amor nos enteramos que en este lance mi correspondencia es desde mi tamaño y en lo que buenamente soy y tengo.

Para la identificación se requiere autenticidad.

tú nos embrujaste, y nos dejaste esta ansia, pero te escondes y nos esquivas.

Tarda que nos encuentres aptos para ti.

Tu gracia vale más que la vida

Toma tiempo darse cuenta de ello. Es tu gracia la protagonista.

mi alma está unida a ti,

Es lo que queda por vivir: la unión, por ahora trabajosa, fatigosa, en penuria.

Cuando entramos en este recinto espiritual se densifica tu presencia, por tu palabra.

Por las lecturas ha aparecido la eucaristía como algo más que conquistar para un mejor sentido de logro en el itinerario.

Es la eucaristía nuestro don cristiano, algo cumbre junto a la presencia de la Palabra.

Un paso más en dirección a la unión de corazón, de voluntad, de ser.

Porque la inquietud que has grabado en nuestro centro no cesa de pastorearnos, aunque tropecemos, nos detengamos o nos desvíemos.

Juan 20,1.11-18



REFLEXIÓN

dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús

Como querubines en el arca de la alianza, que eran recuerdos de una presencia que fue.

Como las reliquias hablan del pasado, no del presente.

ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús

Una situación previa a la iluminación del Espíritu y su don de la gracia. La penumbra de quien se dispone a una revelación.

Jesús le dice: "¡María!" Ella se vuelve y le dice: "¡Rabboni!", que significa: "¡Maestro!

Nos llama por el nombre, para que le correspondamos y lo nombremos a su vez.

Suéltame, que todavía no he subido al Padre

La consumación de la búsqueda todavía tardará.

ve a mis hermanos y diles

Entretanto la misión prosigue nutriéndose del amor que nos está entregando.

María Magdalena fue y anunció a los discípulos: "He visto al Señor y ha dicho esto

Lo hizo a pesar de que sabía que su testimonio era de una excluída de la sociedad patriarcal.

Y así el Señor elige testigos informales para transmitir suavemente su mensaje. Se escogió, como dice Pablo, lo débil para confundir lo fuerte.

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