domingo, 14 de agosto de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Domingo, XX

San Juan Crisóstomo Homilías sobre el evangelio de san Mateo 15, 6.7

Vosotros sois la sal de la tierra. Es como si les dijera: «El mensaje que se os comunica no va destinado a vosotros solos, sino que habéis de transmitirlo a todo el mundo. Porque no os envío a dos ciudades, ni a diez, ni a veinte; ni tan siquiera os envío a toda una nación, como en otro tiempo a los profetas, sino a la tierra, al mar y a todo el mundo, y a un mundo por cierto muy mal dispuesto». Porque, al decir: Vosotros sois la sal de la tierra, enseña que todos los hombres han perdido su sabor y están corrompidos por el pecado. Por ello, exige sobre todo de sus discípulos aquellas virtudes que son más necesarias y útiles para el cuidado de los demás. En efecto, la mansedumbre, la moderación, la misericordia, la justicia son unas virtudes que no quedan limitadas al provecho propio del que las posee, sino que son como unas fuentes insignes que manan también en provecho de los demás. Lo mismo podemos afirmar de la pureza de corazón, del amor a la paz y a la verdad, ya que el que posee estas cualidades las hace redundar en utilidad de todos. «No penséis –viene a decir– que el combate al que se os llama es de poca importancia y que la causa que se os encomienda es exigua: Vosotros sois la sal de la tierra». ¿Significa esto que ellos restablecieron lo que estaba podrido? En modo alguno. De nada sirve echar sal a lo que ya está podrido. Su labor no fue ésta; lo que ellos hicieron fue echar sal y conservar, así, lo que el Señor había antes renovado y liberado de la fetidez, encomendándoselo después a ellos. Porque liberar de la fetidez del pecado fue obra del poder de Cristo; pero el no recaer en aquella fetidez era obra de la diligencia y esfuerzo de sus discípulos. ¿Te das cuenta de cómo va enseñando gradualmente que éstos son superiores a los profetas? No dice, en efecto, que hayan de ser maestros de Palestina, sino de todo el orbe. «No os extrañe, pues –viene a decirles–, si, dejando ahora de lado a los demás, os hablo a vosotros solos y os enfrento a tan grandes peligros. Considerad a cuántas y cuán grandes ciudades, pueblos, naciones os he de enviar en calidad de maestros. Por esto, no quiero que seáis vosotros solos prudentes, sino que hagáis también prudentes a los demás. Y muy grande ha de ser la prudencia de aquellos que son responsables de la salvación de los demás, y muy grande ha de ser su virtud, para que puedan comunicarla a los otros. Si no es así, ni tan siquiera podréis bastaros a vosotros mismos. «En efecto, si los otros han perdido el sabor, pueden recuperarlo por vuestro ministerio; pero, si sois vosotros los que os tornáis insípidos, arrastraréis también a los demás con vuestra perdición. Por esto, cuanto más importante es el asunto que se os encomienda, más grande debe ser vuestra solicitud». Y así, añade: Si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Para que no teman lanzarse al combate, al oír aquellas palabras: Cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo, les dice de modo equivalente: «Si no estáis dispuestos a tales cosas, en vano habéis sido elegidos. Lo que hay que temer no es el mal que digan contra vosotros, sino la simulación de vuestra parte; entonces sí que perderíais vuestro sabor y seríais pisoteados. Pero, si no cejáis en presentar el mensaje con toda su austeridad, si después oís hablar mal de vosotros, alegraos. Porque lo propio de la sal es morder y escocer a los que llevan una vida de molicie. «Por tanto, estas maledicencias son inevitables y en nada os perjudicarán, antes serán prueba de vuestra firmeza. Mas si, por temor a ellas, cedéis en la vehemencia conveniente, peor será vuestro sufrimiento, ya que entonces todos hablarán mal de vosotros y todos os despreciarán; en esto consiste el ser pisoteado por la gente».

REFLEXIÓN

La corrupción actual dentro de la Iglesia, dentro de los ministros, que consiste en el abuso sexual contra menores y que ha sido claramente establecido, puede ser la muestra de la sal que no preserva sino que se hace sosa, y sol sirve para ser pisoteada. Uno de los golpes más difíciles de sobrellevar para la comunidad cristiana de todo el mundo es saber que la corrupción alcanzó la sal. Hasta dónde se podrá llegar si la corrupción está en la sal sosa.

A continuación, propone una comparación más elevada: Vosotros sois la luz del mundo. De nuevo se refiere al mundo, no a una sola nación ni a veinte ciudades, sino al orbe entero; luz que, como la sal de que ha hablado antes, hay que entenderla en sentido espiritual, luz más excelente que los rayos de este sol que nos ilumina. Habla primero de la sal, luego de la luz, para que entendamos el gran provecho que se sigue de una predicación austera, de unas enseñanzas tan exigentes. Esta predicación, en efecto, es como si nos atara, impidiendo nuestra dispersión, y nos abre los ojos al enseñarnos el camino de la virtud. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín. Con estas palabras, insiste el Señor en la perfección de vida que han de llevar sus discípulos y en la vigilancia que han de tener sobre su propia conducta, ya que ella está a la vista de todos, y el palenque en que se desarrolla su combate es el mundo entero.

REFLEXIÓN

Sólo la transparencia llevada al grado más radical, disipará y no lentamente, las tinieblas que se han ido infiltrando en los que guían, y por lo tanto el riesgo presente de despeñarnos. Se podrá dar, como en el pasado, un cambio de misioneros y testigos, en hombros de personas más íntegras, pero no oficialmente cristianas?

EJERCICIOS ESPIRITUALES


 [24] EXAMEN PARTICULAR Y COTIDIANO: CONTIENE EN SI TRES TIEMPOS Y DOS VECES EXAMINARSE.

El primer tiempo es, que, a la mañana, luego en levantándose, debe el hombre proponer de guardarse con diligencia de aquel pecado particular o defecto, que se quiere corregir y enmendar.

REFLEXIÓN

[24] Se trata de una técnica, no aconsejable de seguir a la letra para obsesiv@s y escrupulos@s de antemano, pero ayuda a ubicarse en la importancia de la reflexión sostenida que se ha iniciado. Hay que desentrañar los nudos de la propia vida, allí dónde necesitamos conocernos, para tener mayor y detallada conciencia de nuestra vulnerabilidad, debilidad, tendencias desordenadas o riesgosas que pueden ponernos en el disparadero de decisiones alejadas del plan de salvación.

Es probable que un@s conozcan mejor que otros cuáles son estas tendencias y las tengan a la vista propia, en una escala de importancia. Si no convendría una conversación con la conciencia abierta, con el/la acompañante un, para explicitar lo que sabemos de nosotros mismos y que requerimos de ayuda para precisar.

[25] El segundo, después de comer, pedir a Dios nuestro Señor lo que hombre quiere, es a saber, gracia para acordarse quántas veces a caído en aquel pecado particular o defecto, y para se enmendar adelante; y consequenter haga el primer examen, demandando cuenta a su ánima de aquella cosa propósita y particular, de la qual se quiere corregir y enmendar, discurriendo de hora en hora o de tiempo en tiempo, comenzando desde la hora que se levantó hasta la hora y puncto del examen presente; y haga en la primera línea de la g = tantos punctos quantos a incurrido en aquel pecado particular o defecto; y después proponga de nuevo de enmendarse hasta el segundo examen que hará.

REFLEXIÓN

[25]La validez del método estriba en la serenidad y la seriedad. Serenidad para que el ejercicio no se vuelva un pantano de escrúpulos, propiciando la desesperación y desánimo. La seriedad en la voluntad que se tenga de superar el “pecado o defecto particular”. La técnica de contar puede ser variada, pero se trata de una estadística para efectos de comparación. La discreción aconseja consultar siempre con el/la  Acompañante y así  evitar que el ejercicio se convierta en un rejuego de otros dinamismos espirituales y psíquicos perjudiciales.

[26] El tercero tiempo, después de cenar se hará el 2 examen, asimismo de hora en hora, comenzando desde el primer examen hasta el 2 presente, y haga en la 2ª línea de la misma g = tantos punctos quantas veces a incurrido en aquel particular pecado o defecto.

REFLEXIÓN

[26]En esta forma se ha cubierto el día, con otro modo de orar aplicado al examen del pecado o defecto particular o específico. Los ejercicios son además como una metodología para orar y se van presentando diversos tipos para adecuarse al momento y circunstancias que se van viviendo.