jueves, 8 de septiembre de 2022

BEATO CARLO

De las Disertaciones de san Andrés de Creta, obispo
(Disertación 1: PG 97, 806-810)
 
LO ANTIGUO HA PASADO, LO NUEVO HA COMENZADO

 

Cristo es el término y el fin de la ley mosaica; él nos hace pasar de la esclavitud de esta ley a la libertad del espíritu. La ley tendía hacia él como a su complemento; y él, como supremo legislador, da cumplimiento a su misión, transformando en espíritu la letra de la ley. De este modo, hacía que todas las cosas lo tuviesen a él por cabeza. La gracia es la que da vida a la ley y, por esto, es superior a la misma, y de la unión de ambas resulta un conjunto armonioso, conjunto que no hemos de considerar como una mezcla, en la cual alguno de los dos elementos citados pierda sus características propias, sino como una transmutación divina, según la cual todo lo que había de esclavitud en la ley se cambia en suavidad y libertad, de modo que, como dice el Apóstol, no vivamos ya esclavizados por los «elementos del mundo» ni sujetos al yugo y a la esclavitud de la ley.

 

Éste es el compendio de todos los beneficios que Cristo nos ha hecho; ésta es la revelación del designio amoroso de Dios: su anonadamiento, su encarnación y la consiguiente divinización del hombre. Convenía, pues, que esta fulgurante y sorprendente venida de Dios a los hombres fuera precedida de algún hecho que nos preparara a recibir con gozo el gran don de la salvación. Y éste es el significado de la fiesta que hoy celebramos, ya que el nacimiento de la Madre de Dios es el exordio de todo este cúmulo de bienes, exordio que hallará su término y complemento en la unión del Verbo con la carne que le estaba destinada. El día de hoy nació la Virgen; es luego amamantada y se va desarrollando; y es preparada para ser la madre de Dios, rey de todos los siglos.

 

Un doble beneficio nos aporta este hecho: nos conduce a la verdad y nos libera de una manera de vivir sujeta a la esclavitud de la letra de la ley. ¿De qué modo tiene lugar esto? Por el hecho de que la sombra se retira ante la llegada de la luz, y la gracia sustituye a la letra de la ley por la libertad del espíritu. Precisamente la solemnidad de hoy representa el tránsito de un régimen al otro, en cuanto que convierte en realidad lo que no era más que símbolo y figura, sustituyendo lo antiguo por lo nuevo.

 

Que toda la creación, pues, rebose de contento y contribuya a su modo a la alegría propia de este día. Cielo y tierra se aúnen en esta celebración, y que la festeje con gozo todo lo que hay en el mundo y por encima del mundo. Hoy, en efecto, ha sido construido el santuario creado del Creador de todas las cosas, y la creación, de un modo nuevo y más digno, queda dispuesta para hospedar en sí al supremo Hacedor.


 

EJERCICIOS ESPIRITUALES





 [132] 2º día. El segundo día, tomar por primera y segunda contemplación la presentación en el templo, núm. [268], y la huyda como en destierro a Egipto, núm. [269], y sobre estas dos contemplaciones se harán dos repeticiones y el traer de los cinco sentidos sobre ellas de la misma manera que se hizo el día precedente.

[133] Notal. Algunas veces aprovecha, aunque el que se exercita sea recio y dispuesto, el mudarse desde este 2º día hasta el 4º inclusive para mejor hallar lo que desea, tomando sola una contemplación en amaneciendo y otra a la hora de missa, y repetir sobre ellas a la hora de vísperas, y traer los sentidos antes de cena.

REFLEXIÓN

 [132] [133] El sentido de aprovechar debe estar como criterio en todo cambio que se disponga en los ejercicios. No es el capricho, sino el mayor provecho.

[134] 3º día. El tercero día, cómo el niño Jesú era obediente a sus padres en Nazaret, núm. [271], y cómo después le hallaron en el templo, núm. [272] y así consequenter hacer las dos repeticiones y traer los cinco sentidos.

REFLEXIÓN

[134] Puedo ir tomando las historias evangélicas seleccionadas ya por Ignacio, para llevarlas de dos o de una en la oración. Deben guardarse las repeticiones por lo que anteriormente se dijo sobre su sentido y la aplicación de sentidos, que es una oración más integral, que toma en cuenta los sentidos corporales para aplicarlos a la dimensión del espíritu.