miércoles, 14 de diciembre de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Viernes III

San Agustín Comentario sobre los salmos 37,13-14

Los gemidos de mi corazón eran como rugidos. Hay gemidos ocultos que nadie oye; en cambio, si la violencia del deseo que se apodera del corazón de un hombre es tan fuerte que su herida interior acaba por expresarse con una voz más clara, entonces se busca la causa; y uno piensa para sí: «Quizá gima por aquello, y quizá fue aquello lo que le sucedió». ¿Y quién lo puede entender como no sea aquel a cuya vista y a cuyos oídos llegaron los gemidos? Por eso dice que los gemidos de mi corazón eran como rugidos, porque los hombres, si por casualidad se paran a escuchar los gemidos de alguien, las más de las veces sólo oyen los gemidos exteriores; y en cambio no oyen los gemidos del corazón. ¿Y quién iba a poder interpretar la causa de sus gemidos? Añade por ello: Todo mi deseo está en tu presencia. Por tanto, no ante los hombres, que no son capaces de ver el corazón, sino que todo mi deseo está en tu presencia. Que tu deseo esté en su presencia; y el Padre, que ve en lo escondido, te atenderá. Tu deseo es tu oración; si el deseo es continuo, continua también es la oración. No en vano dijo el Apóstol: Orad sin cesar.

Teóricos del inconsciente identifican la energía inacabable del deseo, porque no se extingue, aunque pase por muchos objetos, como un caballo en carrera de salto. Tal calidad de inextinguible se toma por su intensidad, y dominio, como tortura y sufrimiento muchas veces, porque no deja de provocar gemidos y como el espejismo, corre de uno tras otro objetivo. Pero si ello mismo por la filiación es entregado al Padre como oración, también deja de extinguirse como un ruego sempiterno.

Del Cántico espiritual de san Juan de la Cruz, presbítero
(Canciones 37, 4 Y 36, 13, declaración)
 
EL CONOCIMIENTO DEL MISTERIO ESCONDIDO EN CRISTO JESÚS

 

Por más misterios y maravillas que han descubierto los santos doctores Y entendido las santas almas en este estado de vida, les quedó todo lo más por decir y aun por entender, y así hay mucho que ahondar en Cristo, porque es como una abundante mina con muchos senos de tesoros, que por más que ahonden, nunca les hallan fin ni término, antes van en cada seno hallando nuevas venas de nuevas riquezas acá y allá. Que por eso dijo san Pablo del mismo Cristo, diciendo: En Cristo moran todos los tesoros y sabiduría escondidos, en los cuales el alma no puede entrar ni puede llegar a ellos, si no pasa primero por la estrechura del padecer interior y exterior a la divina Sabiduría.

 Porque aun a lo que en esta vida se puede alcanzar de estos misterios de Cristo, no se puede llegar sin haber padecido mucho y recibido muchas mercedes intelectuales y sensitivas de Dios, y habiendo precedido mucho ejercicio espiritual, porque todas estas mercedes son más bajas que la sabiduría de los misterios de Cristo, porque todas son como disposiciones para venir a ella.

 ¡Oh, si se acabase ya de entender cómo no se puede llegar a la espesura y sabiduría de las riquezas de Dios, que son de muchas maneras, si no es entrando en la espesura del padecer de muchas maneras, poniendo en eso el alma su consolación y deseo! ¡Y cómo el alma que de veras desea sabiduría divina desea primero el padecer, para entrar en ella, en la espesura de la cruz!

Que por eso san Pablo amonestaba a los de Éfeso que no desfalleciesen en las tribulaciones, que estuviesen bien fuertes y arraigados en la caridad, para que pudiesen comprender con todos los santos qué cosa sea la anchura y la longura y la altura y la profundidad, y para saber también la supereminente caridad de la ciencia de Cristo, para ser llenos de todo henchimiento de Dios.

Porque para entrar en estas riquezas de su sabiduría, la puerta es la cruz, que es angosta. Y desear entrar por ella es de pocos; mas desear los deleites a que se viene por ella es de muchos.




martes, 13 de diciembre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Martes 3 de Adviento

Sofonías 3,1-2.9-13



REFLEXIÓN

ciudad rebelde, manchada y opresora

Puede ser una sociedad que impone y antepone a otras su bienestar y se encierra en su egoismo, olvidando el daño que ayudó a crear, y la reparación debida.

No obedeció ni escarmentó, no aceptaba la instrucción, no confiaba en el Señor, no se acercaba a su Dios

No obedecer es desconfiar. Por eso la profundidad del daño del pecado para la relación entre el Señor y nosotros. Y entre nosotros mismos, como secuela.

Un fundamento absoluto de confianza es básico para una vida sana, gozosa y positiva. Le aporta a la fe la fortaleza necesaria para asumir la existencia constructivamente.

Confiar en el Señor obedeciendo su designio es un programa de largo alcance, porque entraña toda la existencia hasta el último suspiro.

Obedecer porque nos fiamos es un acto de fe amoroso y amigable, que refleja la actitud de quien depone la prioridad de su visión de las cosas y acepta otra mejor.

Parece imposible pero es posible: la cerrazón a todo valor por encima de sí mismo.

Entonces daré a los pueblos labios puros, para que invoquen todos el nombre del Señor

Si Jesús es el Sí de Dios, y no se puede decir su nombre sin asistencia del Espíritu, entonces Jesús es la purificación de los pueblos para invocar al único Dios Padre.

para que le sirvan unánimes

Porque si algo no existe es unanimidad de los pueblos en nada.

Desde más allá de los ríos de Etiopía, mis fieles dispersos me traerán ofrendas

El relato de los magos adivinos de oriente que visitaron a Jesús niño, es una resonancia de esta y otras profecías mesiánicas.

Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde, que confiará en el nombre del Señor

La pobreza y humildad son actitudes de la era mesiánica, propias de los que confían y obedecen más al Señor que a sus propias visiones o sueños.

Hoy es un lugar común decir que nuestra principal obligación es soñar y creer en nuestros sueños, como la mejor manera de asegurar nuestra realización. Y no tiene nada de censurable. Sólo que no se garantiza que los sueños sean siempre y en todo momento una expresión de obediencia y confianza en el Señor.

El resto puede ser un pueblo que se va haciendo en la criba de la historia, se va filtrando y depurando, hasta quedar un extracto que da sabor, color y olor a todo lo creado sobre la faz de la tierra.

Un punto de referencia que ayuda a la conversión.

Debiera ser la iglesia en su sentido primordial, como pueblo de seguidores de Jesús, del evangelio, luz de las gentes.

Salmo responsorial: 33



REFLEXIÓN

su alabanza está siempre en mi boca

Cuando se le da gracias hay un movimiento que ocurre en nuestro espíritu, en contacto con el Espíritu.

Dejamos de ser para nosotros y nuestros intereses, y nos gozamos en un horizonte más amplio y luminoso: la gloria y el reinado del Padre de Jesús.

que los humildes lo escuchen y se alegren

Son los únicos capaces: capax Dei.

Es un don que debemos favorecer: escuchar al Señor con alegría y preferirlo a nosotros mismos.

Contempladlo, y quedaréis radiantes

No se puede entrar en su presencia y volver igual. Su gloria nos trastorna.

Mateo 21,28-32



REFLEXIÓN

dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo

En que momento llegó Jesús a tener ese acceso a las más encumbradas autoridades para enfrentarlas. Como los antiguos profetas que se presentaban a reyes.

"Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue.

"Voy, señor." Pero no fue

Porque escuchar y obedecer es hacer la voluntad

"Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios

Y no podemos juzgar a los indóciles, porque no sabemos cuándo recapaciten. Ni gloriarnos de los que hablan palabras de obediencia, porque no sabemos cuándo entrarán en rebeldía.

Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis

Recapacitar ante los que creen y hacen la voluntad de Dios. Este es el pueblo resto. Esta es la iglesia, pueblo nuevo.

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