sábado, 14 de enero de 2023

BEATO CARLO



 De la carta de san Clemente primero, papa, a los Corintios
(Cap. 31-33: Funk 1, 99-103)
 
POR LA FE DIOS JUSTIFICÓ A TODOS DESDE EL PRINCIPIO

 

Procuremos hacernos dignos de la bendición divina y veamos cuáles son los caminos que nos conducen a ella. Consideremos aquellas cosas que sucedieron en el principio. ¿Cómo obtuvo nuestro padre Abraham la bendición? ¿No fue acaso porque practicó la justicia y la verdad por medio de la fe? Isaac, sabiendo lo que le esperaba, se ofreció confiada y voluntariamente al sacrificio. Jacob, en el tiempo de su desgracia, marchó de su tierra, a causa de su hermano, y llegó a casa de Labán, poniéndose a su servicio; y se le dio el cetro de las doce tribus de Israel.

 El que considere con cuidado cada uno de estos casos comprenderá la magnitud de los dones concedidos por Dios. De Jacob, en efecto, descienden todos los sacerdotes y levitas que servían en el altar de Dios; de él desciende Jesús, según la carne; de él, a través de la tribu de Judá, descienden reyes, príncipes y jefes. Y en cuanto a las demás tribus de él procedentes, no es poco su honor, ya que el Señor había prometido: Multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo. Vemos, pues, cómo todos éstos alcanzaron gloria y grandeza no por sí mismos ni por sus obras ni por sus buenas acciones, sino por el beneplácito divino. También nosotros, llamados por su beneplácito en Cristo Jesús, somos justificados no por nosotros mismos ni por nuestra sabiduría o inteligencia ni por nuestra piedad ni por las obras que hayamos practicado con santidad de corazón, sino por la fe, por la cual Dios todopoderoso justificó a todos desde el principio; a él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 ¿Qué haremos, pues, hermanos? ¿Cesaremos en nuestras buenas obras y dejaremos de lado la caridad? No permita Dios tal cosa en nosotros, antes bien, con diligencia y fervor de espíritu, apresurémonos a practicar toda clase de obras buenas. El mismo Hacedor y Señor de todas las cosas se alegra por sus obras. El, en efecto, con su máximo y supremo poder, estableció los cielos y los embelleció con su sabiduría inconmensurable; él fue también quien separó la tierra firme del agua que la cubría por completo, y la afianzó sobre el cimiento inamovible de su propia voluntad; él, con sólo una orden de su voluntad, dio el ser a los animales que pueblan la tierra; él también, con su poder, encerró en el mar a los animales que en él habitan, después de haber hecho uno y otros.

 Además de todo esto, con sus manos sagradas y puras, plasmó al más excelente de todos los seres vivos y al más elevado por la dignidad de su inteligencia, el hombre, en el que dejó la impronta de su imagen. Así, en efecto, dice Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza.» Y creó Dios al hombre; hombre y mujer los creó. Y, habiendo concluido todas sus obras, las halló buenas y las bendijo diciendo: Creced y multiplicaos. Démonos cuenta, por tanto, de que todos los justos estuvieron colmados de buenas obras, y de que el mismo Señor se complació en sus obras. Teniendo semejante modelo, entreguémonos con diligencia al cumplimiento de su voluntad, pongamos todo nuestro esfuerzo en practicar el bien.


viernes, 13 de enero de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 1 de tiempo ordinario

Año Impar

Hebreos 4,1-5.11



REFLEXIÓN

crea que ha perdido la oportunidad.

Se trata de no perder la fe en la promesa de descanso, en quien nos la hizo, en quien la vivió cumplida: Jesucristo resucitado. Él es el garante, la piedra que fundamenta todo. Apoyarse en él, constituye el núcleo de la fe. A la luz de su testimonio, todo se ilumina y cobra sentido.

Está patente en un crucifijo, como proclama al mundo del modelo de ser humano que garantiza un estilo de calidad en la existencia.

Pero por sí solo, y aun por fuerza de razonamiento y repetición de argumentos, tal muestra no nos mueve si el Espíritu no inspira coyunturalmente nuestra sensibilidad y colaboración.

Cómo se vincula este núcleo de todo con mi existencia particular y mis circunstancias específicas hoy? Es una pregunta que puede representar un utilitarismo, que equivale a preguntarse: para qué me sirve creer en Jesucristo resucitado, si mi problema coyuntural es x, y, z necesidad?

En breve se puede decir: para ver y vivenciar esa vinculación se requiere un cambio de mentalidad, una metanoia, una conversión.

el mensaje que oyeron de nada les sirvió, porque no se adhirieron por la fe a los que lo habían escuchado

Hacer caso es la clave. Sin eso el mensaje se pierde. Y hacer caso es adhesión de fe, obediencia de fe, docilidad de fe.

Casi la totalidad del anti-reino emite mensajes contrarios a la adhesión, insinuando que se trata de una manipulación para desconocer nuestros derechos inalienables.

La matriz de la tentación se ubicó en el dicho de la serpiente a Eva, en el mito del paraíso terrenal.

La misma sembró la duda de las buenas intenciones de Dios al prohibir comer del fruto. Y así dificultó la adhesión al mandato.

Para aceptar los mandamientos y la voluntad del Señor, manifiesta en su creación y los acontecimientos, se requiere esa misma adhesión que confía en las buenas intenciones del Señor.

Empeñémonos, por tanto, en entrar en aquel descanso

Procedamos en nuestra adhesión, que es nuestro trabajo, para participar en el descanso del Señor, cumplida nuestra misión.

Porque discernir el mandato del Señor es un verdadero trabajo que nos ocupa toda la existencia.

Salmo responsorial: 77



REFLEXIÓN

lo que nuestros padres nos contaron, / lo contaremos a la futura generación

La familia como otras realidades está en crisis hoy, y una consecuencia es la afectación en la transmisión de generación en generación de bienes fundamentales como los valores, según dicen.

Un valor debilitado es la buena intención del Padre Dios en todo lo que hace y expresa como su voluntad.

Incluso contra las apariencias en contra hemos de construir nuestra adhesión basados en la certidumbre de su amor y buena fe.

Marcos 2,1-12



REFLEXIÓN

Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les preponía la palabra

Buscan una cosa, encuentran otra. Si no cambian de actitud no verán la relación, el vínculo entre una y otra.

Las curaciones de Jesús no son la actuación de un taumaturgo sin más. El servicio que ofrece es la Palabra del Padre. En ella la sanación es un signo de presencia, perdón y exhortación a la fe.

Viendo Jesús la fe que tenían

Esa fe se refería a la curación

para que veáis(eidete:percibir, conocer, ver lo que se dice) que el Hijo del hombre tiene potestad(exousia:potestad,autoridad,poder moral o espiritual sobre todo) en la tierra para perdonar pecados..."

En versión del evangelista la Palabra de Jesús revela una identidad: Hijo de Hombre que implica el sentido de “éste que habla” pero también la figura apocalíptica que viene desde el Padre al final de la historia en semejanza de hombre.

Esta identidad es teofánica, pues expresa un origen divino y una misión desde Dios. El Hijo de Hombre es un enviado del cielo y su potestad es delegada.

Jesús se está auto-acreditando, auto-proclamando, auto-presentando como un delegado del Padre con suficiente poder como para hacer lo que es reconocido como exclusivo del Dios: perdonar pecados.

No todos entendieron esto. Ni siquiera sus seguidores, porque muchos de ellos hasta la fecha, ubican el servicio al evangelio como lucha política por el bien común exclusivamente, o como escucha pasiva, subjetiva y sin compromiso histórico del evangelio. Sin embargo en el testimonio de Jesús, ambas se dan en unidad. La sanación como signo para la fe en el mensaje.

"Hijo, tus pecados quedan perdonados."

Lo que encontraron fue el perdón de los pecados. Una bendición que re-seteaba toda la vida y cambiaba la actitud ante ella

"Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa."

No es el pago del creer, sino la evolución de una nueva actitud a una vida más saludable y llena de energía, lo cual incluye la curación de la parálisis.

Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: "Nunca hemos visto una cosa igual".

Este texto da que pensar en el fondo del evangelio: puede la divinidad de Jesús ser tenida como motivo secundario frente al tema del Reino de Dios, desde un punto de vista jesuánico? O más bien desde el mismo Jesús histórico se plantea la relación esencial entre divinidad o representatividad divina de Jesús y Reino?

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1613867810198884352?s=20&t=Pv48og9D9LAN7VUd8lKUQg