jueves, 16 de febrero de 2023

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


San Ambrosio Comentarios sobre los salmos 36, 65-66

En todo momento, tu corazón y tu boca deben meditar la sabiduría, y tu lengua proclamar la justicia, siempre debes llevar en el corazón la ley de tu Dios. Por esto, te dice la Escritura. Hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado. Hablemos, pues, del Señor Jesús, porque él es la sabiduría, él es la palabra, y Palabra de Dios. Porque también está escrito: Abre tu boca a la palabra de Dios. Por él anhela quien repite sus palabras y las medita en su interior. Hablemos siempre de él. Si hablamos de sabiduría, él es la sabiduría; si de virtud, él es la virtud; si de justicia, él es la justicia; si de paz, él es la paz; si de la verdad, de la vida, de la redención, él es todo esto. Está escrito: Abre tu boca a la palabra de Dios. Tú ábrela, que él habla. En este sentido dijo el salmista: Voy a escuchar lo que dice el Señor, y el mismo Hijo de Dios dice: Abre tu boca que te la llene.

REFLEXIÓN

De nuestra parte existe la potencialidad de constituirnos en boca prestada para la Palabra de Dios. Tal es posible si nuestra disposición para con ella es hacerla  centro de nuestro querer, entender, discurrir, aconsejar y decidir. Si toda nuestra sabiduría humana se ofrece como plataforma para ser relanzada en sabiduría de Dios.

Pero no todos pueden percibir la sabiduría en toda su perfección, como Salomón o Daniel; a todos, sin embargo, se les infunde, según su capacidad, el espíritu de sabiduría, con tal de que tengan fe. Si crees, posees el espíritu de sabiduría.

REFLEXIÓN

Es una posibilidad democrática, abierta al pueblo que la quiera vivir, sin distinción de ningún tipo. Pero si se vive de fe. Si se cree en la Palabra de Dios, si se cree que ella puede habitar en nosotros como lo hace en su Hijo. Si se cree que somos llamados a colaborarle como boca de su mensaje.

Por esto, medita y habla siempre las cosas de Dios, estando en casa. Por la palabra casa podemos entender la iglesia o, también, nuestro interior, de modo que hablemos en nuestro interior con nosotros mismos. Habla con prudencia, para evitar el pecado, no sea que caigas por tu mucho hablar. Habla en tu interior contigo mismo como quien juzga. Habla cuando vayas de camino, para que nunca dejes de hacerlo. Hablas por el camino si hablas en Cristo, porque Cristo es el camino. Por el camino, háblate a ti mismo, habla a Cristo. Atiende cómo tienes que hablarle: Quiero –dice– que los hombres recen en cualquier lugar alzando las manos limpias de iras y divisiones. Habla, oh hombre, cuando te acuestes, no sea que te sorprenda el sueño de la muerte. Atiende cómo debes hablar al acostarte: No daré sueño a mis ojos, ni reposo a mis párpados, hasta que encuentre un lugar para el Señor, una morada para el Fuerte de Jacob. Cuando te levantes, habla también de él, y cumplirás así lo que se te manda.

REFLEXIÓN

Hemos de hablar incesantemente la Palabra de Dios para que este proceso de radicarla en nuestro centro profundo, y darle salida con nuestra boca y sabiduría no se detenga en su transformación para la vida nueva.

Fíjate cómo te despierta Cristo. Tu alma dice: Oigo a mi amado que llama, y Cristo responde: Ábreme, amada mía. Ahora ve cómo despiertas tú a Cristo. El alma dice: ¡Muchachas de Jerusalén, os conjuro que no vayáis a molestar, que no despertéis al amor! El amor es Cristo.

miércoles, 15 de febrero de 2023

PALABRA COMENTADA

 Miércoles 6 de tiempo ordinario

Año Impar

Génesis 8,6-13.20-22

 

6. Y es al cabo de cuarenta días,

Noah abre la ventana de la caja que hizo.

7. Manda el cuervo: sale, sale y vuelve

antes de que las aguas se secasen sobre la tierra.

8. Él envía la paloma lejos de él,

para ver si las aguas se han calmado a los lados del suelo.

9. La paloma no ha encontrado descanso para la planta de su pata.

Ella vuelve a él, a la caja:

sí, las aguas están sobre la faz de toda la tierra.

Manda su mano, la toma y la hace venir hacia él, hacia la caja registradora.

10. Languidece otros siete días.

Agrega y envía la paloma fuera de la caja.

11. Y la paloma viene a él en el tiempo de la tarde,

y aquí hay una hoja fresca de olivo en su pico.

Noé sabe que las aguas se han calmado sobre la tierra.

12. Languidece otros siete días.

Él envía la paloma pero ella no agrega para volver a él.

13. Y es el año seiscientos uno, el primero, el primero de la lunación,

las aguas se secaron sobre la tierra,

Noah empuja la tapa de la caja a un lado. Él ve y contempla:

estaban secas, las caras de la tierra.

20. Noé construye un altar para IHVH-Adonai.

Toma de todo animal, puro, de todo puro volátil;

él levanta sube en el altar.

21. IHVH-Adonai huele agradable. IHVH-Adonai dijo en su corazón:

“No añadiré más maldiciones a la gleba a causa de la gleba:

sí, la formación del corazón del glebeo es un mal desde su juventud.

No agregaré aún a golpear todo con vida, como lo hice.

22. Todos los días de la tierra otra vez, sembrando y cosechando,

el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche no estarán ociosos. »

 



REFLEXIÓN

 

soltó la paloma, que ya no volvió.

 

Mediante estrategias de discernimiento se va llegando acumulativamente a una conclusión. Nos ha dado el Señor la capacidad de argumentar e ir concluyendo, aunque no es la única, porque la intuición que llega al final de lo que haría el razonar, debe ser validada para no equivocarnos.

los ofreció en holocausto sobre el altar.

 

"No volveré a maldecir la tierra a causa del hombre, porque el corazón humano piensa mal desde la juventud.

Se puede decir que somos deficientes y eso altera la radicalidad y rigidez de la condena que merecemos. No obstante no somos títeres si queremos revertir un poco nuestros condicionamientos egoístas.

Salmo responsorial: 115



REFLEXIÓN

 

Alzaré la copa de la salvación,

 

Alzando la copa del memorial, y también haciendo memorial con mi existencia oblativa.

Marcos 8,22-26

22. Vienen a Béit-Saïda.

Le traen un ciego. Le ruegan que lo toque.

23. Toma la mano del ciego y lo lleva fuera del pueblo.

Le escupe en los ojos, le pone las manos encima y le interroga:

"¿Ves algo? »

24. Él mira hacia arriba y dice:

“Veo a los hombres como árboles; Los veo caminar. »

25. Luego se pone las manos sobre los ojos de nuevo:

ve claro, es restaurado; él arregla todo claramente.

26. Lo manda de regreso a su casa y le dice:

No entres en el pueblo. »



REFLEXIÓN

 

 

Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado y veía con toda claridad

 

Un cambio, una conversión, una curación puede caracterizarse como un proceso que va por etapas, de bien en mejor subiendo.

Son importantes las señales que alientan, y sopesarlas con las que desalientan, en este rumbo del designio hacia el bien integral.

No eran inmediatas todas las curaciones de Jesús, porque en el proceso se involucra la fe. Y ésta no sólo tiene que ver con fiarse de quien puede curar, de Jesús de Nazaret. Sino implica también comulgar con él.Es el designio del Padre que lleva adelante, con los riesgos que implica. Se trata de una fe compromiso, que no se contenta con la pasividad de recibir.

"No entres siquiera en la aldea."

 

Es posible que en ese lugar se concentrara un sentido de fe en las curaciones de Jesús poco apto para la sanación y la proclamación del reino.

 

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