martes, 17 de octubre de 2023

PALABRA COMENTADA

 

MARTES 28 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Romanos 1,16-25



REFLEXIÖN

es fuerza de salvación de Dios para todo el que cree

Ο γρ παισχύνομαι τ εαγγέλιον, δύναμις γρ θεο στιν ες σωτηρίαν παντ τ πιστεύοντι

Fuerza o energía de Dios hacia la salvación para todo creyente

En el griego la partícula eis es denotativa de un fin: salvación.

Es un término desgastado como muchos, que no alcanza a conmovernos, siendo así que alude aquella realidad suspirada hacia la que se moviliza toda nuestra existencia.

En ese desgaste propio de nuestra efímera existencia individual y aun social, se han visto desfilar muchos sinónimos: felicidad, liberación, realización, plenitud… Pero el clásico y tradicional término salvación sigue siendo el referente.

Así según Pablo el evangelio es fuerza de Dios.

Entenderemos mejor esta fuerza si vemos cómo nos dice la Palabra y la Historia de su intervención salvífica, sobremodo en Jesucristo, su predilecto.

Y entenderemos mejor en compañía de los evangelios la fuerza que desata el creyente del evangelio, si escuchamos las parábolas del Reino de Dios y los milagros que lo significan de parte de Jesús y sus seguidores.

en él se revela la justicia salvadora de Dios para los que creen en virtud de su fe, como dice la Escritura: "El justo vivirá por su fe

δικαιοσύνη γρ θεο ν ατ ποκαλύπτεται κ πίστεως ες πίστιν, καθς γέγραπται· δ δίκαιος κ πίστεως ζήσεται


La justicia de Dios en él se revela desde la fe hacia la fe.

Como está escrito: el justo desde la fe vivirá.

(Hab 2,4: Escribe que los malvados son orgullosos,g pero los justos vivirán por su fidelidad a Dios)

Gálatas 3.11 Por lo tanto, está claro que nadie es reconocido como justo por cumplir la ley; pues la Escritura dice: “El justo por la fe vivirá.”

Hebreos 10.38 Mi justo por la fe vivirá;

pero si se vuelve atrás, dejará de agradarme.”)

El evangelio como fuerza de Dios es una revelación de la justicia de Dios en el creyente, que la acciona de fe en fe, sin volverse atrás, y así logrará vivir: hará su existencia justa y alcanzará la vida definitiva.

Esta fe vivida y que da vida, permite salirse del círculo mortecino de la ley-cultura-estructura de hombres y mujeres, injusta y soberbia, en su autonomía y autosuficiencia.

los hombres que tienen la verdad prisionera de la injusticia

Son aquellos que no revelan la justicia de Dios desde su fe, de fe en fe.

Siempre superando su fe anterior, en un proceso de revelación constante.

Esta fe procesual es como el ideal de la pedagogía actual por la que los aprendices deberán aprender a: siempre aprender siempre, porque aprender permanentemente es un ideal de ser humano: tanto de hombre como de mujer.

son visibles para la mente que penetra en sus obras.Realmente no tienen disculpa,

su razonar acabó en vaciedades, y su mente insensata se sumergió en tinieblas

Alardeando de sabios, resultaron unos necios que cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes del hombre mortal, de pájaros, cuadrúpedos y reptiles.

Por esa razón, abandonándolos a los deseos de su corazón, los ha entregado Dios a la inmoralidad, con la que degradan ellos mismos sus propios cuerpos

Es importante tomar en cuenta el testimonio de Pablo, para quien el desconocimiento de Dios por parte de algunos hombres y mujeres, si bien es negar una evidencia, no es motivo de condenación absoluta como si de masa damnata se tratara.

La evidencia de Pablo y del creyente es provista por la energía de la fe en el evangelio, que tiene que ver con salvación.

Pero no se descarta, y aun se puede discutir, si esa evidencia se mantiene fuera de la lógica de la fe.

Por eso la concepción de la fe en este texto se plantea como procesual.

Es posible un inicio de fe que no prosigue, y no se llega a la lógica de la salvación que reconoce a Dios.

Negarse a entrar en el proceso de la fe es como negarse al amor, porque tener fe y amar son lo mismo y su compromiso creciente nos acobarda, porque duele creer y duele amar.

Es una exigencia creciente de despojo y liberación, hacia una salvación-libertad, salvación-realización.

Salmo responsorial: 18



REFLEXIÓN

sin que resuene su voz, / a toda la tierra alcanza su pregón

El silente Señor, el Jesús de hace dos mil años es una realidad viable si accedemos a la fe procesual: de fe en fe.

Lucas 11,37-41



REFLEXIÓN

limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades

Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo

Jesús no guarda las formas con quien lo ha invitado. No se inhibe, ni se siente deudor, sino de la libertad de conciencia y la verdad, no para sí y su afirmación, sino para la deconstrucción de un estilo de vida hipócrita.

Dar caridad desde lo profundo. Buscar un orden más equitativo y justo para los más pobres.

Una forma actual de cumplir con la limosna, término también degradado.

Desde dentro, implica con más coherencia y sinceridad.

Si puedo cambiar las cosas no me puedo conformar con una limosna, en sentido peyorativo.

Es lo mismo que preocuparse por lo de fuera pero no por lo profundo.

El fariseísmo así retratado es el que recoge Pablo más arriba en su ansia de circuncidar a los gentiles.

Trata una conducta universal, no meramente étnica, ni de una cultura particular.

Trata sobre el imponer, con sentido de liberar: como si por el lavado prescrito con minucia, o la circuncisión de los inscritos en el régimen de ley, fueran a adquirir su libertad. Solo y exclusivamente a través de esa normativa.

Puesto en esta forma tendríamos que revisar nuestro propio faiseísmo cultural e ideológico, mediante el que pretendemos aportar liberad a otros mediante la imposición de nuestra perspectiva.

Compartamos desde lo profundo, desde nuestro núcleo menos contaminado, para liberarnos de verdad.

https://x.com/motivaciondehoy/status/1714232465655521787?s=20

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Romanos 1,16-25

El potencial revelador de la creación es sabido por el judío Pablo, que pertenece al pueblo que aprendió a adorar al único Dios en el exilio, sin templo, sin sacerdocio, excepto las escrituras meditadas en grupos de oración, o sinagogas, que se mantuvieron hasta nuestros días, a pesar de no tener templo.

Salmo responsorial: 18

La tiniebla que ofusca el corazón del necio impide ver la sabiduría de Dios en el firmamento y la creación en general, el hombre y mujer incluídos.

Lucas 11,37-41

Demonios hacen oposición al Reino. Pero también nosotros desde nuestras decisiones. En Lucas el énfasis de la confrontación con los Fariseos está en la comida.Contra la hospitalidad critica a Jesús públicamente. Un sepulcro blanquedo, es putrefacción y contaminación, con apariencia de pureza, una imagen muy fuerte de la corrupción de estos líderes. Más importante es que la codicia, contaminante universal, nace de nuestra decisión

BEATO CARLO

 

San Ignacio de Antioquía
Obispo y mártir

Ignacio fue el segundo sucesor de Pedro en el gobierno de la Iglesia de Antioquía.

Condenado a morir devorado por las fieras, fue trasladado a Roma y allí recibió la corona

de su glorioso martirio el año 107, en tiempos del emperador Trajano. En su viaje a Roma,

escribió siete cartas, dirigidas a varias Iglesias, en las que trata sabia y eruditamente de

Cristo, de la constitución de la Iglesia y de la vida cristiana. Ya en el siglo IV, se celebraba

en Antioquía su memoria el mismo día de hoy.

Soy trigo de Dios, y he de ser molido
por los dientes de las fieras
De la carta de san Ignacio de Antioquía,
obispo y mártir, a los Romanos

Yo voy escribiendo a todas las Iglesias, y a todas les encarezco lo

mismo: que moriré de buena gana por Dios, con tal que vosotros no

me lo impidáis. Os lo pido por favor: no me demostréis una benevolencia inoportuna. Dejad que

 sea pasto de las fieras, ya que ello me

hará posible alcanzar a Dios. Soy trigo de Dios, y he de ser molido

por los dientes de las fieras, para llegar a ser pan limpio de Cristo.

Rogad por mí a Cristo, para que, por medio de esos instrumentos,

llegue a ser una víctima para Dios.

De nada me servirían los placeres terrenales ni los reinos de este

mundo. Prefiero morir en Cristo Jesús que reinar en los confines de la

tierra. Todo mi deseo y mi voluntad están puestos en aquel que por

nosotros murió y resucitó. Se acerca ya el momento de mi nacimiento

a la vida nueva. Por favor, hermanos, no me privéis de esta vida, no

queráis que muera; si lo que yo anhelo es pertenecer a Dios, no me

entreguéis al mundo ni me seduzcáis con las cosas materiales; dejad

que pueda contemplar la luz pura; entonces seré hombre en pleno

sentido. Permitid que imite la pasión de mi Dios. El que tenga a Dios

en sí entenderá lo que quiero decir y se compadecerá de mí, sabiendo

cuál es el deseo que me apremia.

El príncipe de este mundo me quiere arrebatar y pretende arruinar

mi deseo que tiende hacia Dios. Que nadie de vosotros, los aquí

presentes, lo ayude; poneos más bien de mi parte, esto es, de parte

de Dios. No queráis a un mismo tiempo tener a Jesucristo en la boca

y los deseos mundanos en el corazón. Que no habite la envidia entre

vosotros. Ni me hagáis caso si, cuando esté aquí, os suplicare en

sentido contrario; haced más bien caso de lo que ahora os escribo.

Porque os escribo en vida, pero deseando morir. Mi amor está crucificado y ya no queda en mí

 el fuego de los deseos terrenos; únicamente siento en mi interior la voz de una agua viva que me

 habla y me dice: «Ven al Padre». No encuentro ya deleite en el alimento

material ni en los placeres de este mundo. Lo que deseo es el pan de

Dios, que es la carne de Jesucristo, de la descendencia de David, y la

bebida de su sangre, que es la caridad incorruptible.

No quiero ya vivir más la vida terrena. Y este deseo será realidad si

vosotros lo queréis. Os pido que lo queráis, y así vosotros hallaréis

también benevolencia. En dos palabras resumo mi súplica: hacedme

caso. Jesucristo os hará ver que digo la verdad, él, que es la boca que

no engaña, por la que el Padre ha hablado verdaderamente. Rogad

por mí, para que llegue a la meta. Os he escrito no con criterios

humanos, sino conforme a la mente de Dios. Si sufro el martirio, es

señal de que me queréis bien; de lo contrario, es que me habéis aborrecido