sábado, 20 de enero de 2024

BEATO CARLO

LÚCIDA Y LIBREMENTE OFRECE SU VIDA
 
Del Tratado de san Ireneo, obispo, Contra las herejías

                                        (Libro 4, 18, 1-2. 4. 5: SC 100, 596-598. 606. 610-612)


LA OBLACIÓN PURA DE LA IGLESIA

El sacrificio puro y acepto a Dios es la oblación de la Iglesia, que el Señor mandó que se ofreciera en todo el mundo, no porque Dios necesite nuestro sacrificio, sino porque el que ofrece es glorificado él mismo en lo que ofrece, con tal de que sea aceptada su ofrenda. La ofrenda que hacemos al rey es una muestra de honor y de afecto; y el Señor nos recordó que debemos ofrecer nuestras ofrendas con toda sinceridad e inocencia, cuando dijo: Si al llevar tu ofrenda al altar te acuerdas que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar, y ve primero a reconciliarte con tu hermano; vuelve luego y presenta tu ofrenda. Hay que ofrecer a Dios las primicias de su creación, como dice Moisés: No te presentarás al Señor tu Dios con las manos vacías; de este modo el hombre, hallado grato en aquellas mismas cosas que a él le son gratas, es honrado por parte de Dios.

Y no hemos de pensar que haya sido abolida toda clase de oblación, pues las oblaciones continúan en vigor ahora como antes: el antiguo pueblo de Dios ofrecía sacrificios y la Iglesia los ofrece también. Lo que ha cambiado es la forma de la oblación, puesto que los que ofrecen no son ya siervos, sino hombres libres. El Señor es uno y el mismo, pero es distinto el carácter de la oblación, según sea ofrecida por siervos o por hombres libres; así la oblación demuestra el grado de libertad. Por lo que se refiere a Dios nada hay sin sentido, nada que no tenga su significado y su razón de ser. Y por esto los antiguos hombres debían consagrarle los diezmos de sus bienes; pero nosotros, que ya hemos alcanzado la libertad, ponemos al servicio del Señor la totalidad de nuestros bienes, dándolos con libertad y alegría, aun los de más valor, pues lo que esperamos vale más que todos ellos; echamos en el cepillo de Dios todo nuestro sustento, imitando así el desprendimiento de aquella viuda pobre del evangelio.

Es necesario, por tanto, que presentemos nuestra ofrenda a Dios y que le seamos gratos en todo, ofreciéndole con mente sincera, con fe sin mezcla de engaño, con firme esperanza, con amor ferviente, las primicias de su creación. Esta oblación pura sólo la Iglesia puede ofrecerla a su Hacedor, ofreciéndole con acción de gracias del fruto de su creación.

Le ofrecemos, en efecto, lo que es suyo, significando con nuestra ofrenda nuestra unión y mutua comunión, y proclamando nuestra fe en la resurrección de la carne y del espíritu. Pues del mismo modo que el pan, fruto de la tierra, cuando recibe la invocación divina, deja de ser pan común y corriente y se convierte en eucaristía, compuesta de dos realidades, terrena y celestial, así también nuestros cuerpos, cuando reciben la eucaristía, dejan ya de ser corruptibles, pues tienen la esperanza de la resurrección

viernes, 19 de enero de 2024

PALABRA COMENTADA

Viernes 2 de tiempo ordinario

Año Par

1Samuel 24, 3-21



REFLEXIÓN

el Señor te había puesto en mi poder dentro de la cueva; me dijeron que te matara, pero te respeté y dije que no extendería la mano contra mi señor, porque eres el ungido del Señor

El Espíritu del Señor inspira la conciencia de David para que proceda por conciencia: el ungido del Señor y no por oportunidad: en mi poder dentro de la cueva.

Saúl-algunos dicen que era un trastornado-actúa por pasíón, instigado por el rumor, imaginando en David una amenaza.

Nuestro tiempo da constantes muestras de relaciones sociales basadas en incitaciones de la subjetividad, y menos en certezas de conciencia.

Éstas requieren un temple para resistir las propias bajas motivaciones al desquite, la venganza, la envidia, los celos, la competitividad.

Ayudan estas pasiones la estructura social, económica, cultural que ahoga la sensatez de la conciencia, y que se oiga la voz de la convicción de ciertos valores por encima de la algarabía interesada de ciertos poderes, como algunos medios de comunicación, por ejemplo.

Salmo responsorial: 56



REFLEXIÓN

me refugio a la sombra de tus alas, mientras pasa la calamidad

La Palabra nos muestra una actitud que no es fácil de conquistar, pero que obtenida nos permite pensar dos veces antes de actuar movidos por la pasión y la subjetividad, y cometer una injusticia.

Marcos 3,13-19



REFLEXIÓN

Jesús subió a la montaña, llamó a los que quiso, y se fueron con él

Jesús es comparado con Moisés, que subió a la montaña del pacto. El texto subraya que su llamado es por iniciativa propia, por soberanía. No es un derecho, no es un arrebato de poder, no se pertenece por una revolución, ni por una protesta. Es un don, que habla de la libertad del donante. No es exigible, como parece sugerir la corriente del pluralismo religioso, cuando va más allá de la libertad de conciencia y de fe.

A doce los hizo sus compañeros

Una amistad de caminantes, que comparten el caminar, para comunicar una buena nueva del reino de Dios. Son un nuevo Israel, un nuevo Pueblo. Se muestra una intención de proyección futura, llámese o no institución eclesial.

Con más sentido de trabajo en equipo, que un protagonismo solitario.

Un nuevo comienzo, un nuevo Moisés y un nuevo pueblo, representado en 12 hombres-tribus.

para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios

Abriendo paso a una nueva realidad de libertad de la opresión maligna, ejercida por diversos agentes.

En la decepción de la acción guerrera, militar, sanguinaria, por la violencia de las armas confluyen en una liberación de otro tipo, con mayor énfasis trascendente y transformante.

Así constituyó el grupo de los Doce:

De ellos unos son caracterizados por alguna función o pronunciamiento: Pedro, hijos del Trueno, traidor.

Otros no se les caracteriza y poco sabemos de ellos.

En el nuevo pueblo peregrino todos son importantes, pero no todos son visibles.

El don puede ser pisoteado. La elección malversada. Y contarse un traidor entre los elegidos. Hay quienes trabajan y viven por oportunidad no por conciencia. Hay quienes empiezan por conciencia y terminan en oportunidad, porque les cansa estar entre perdedores. O más bien son ganadores? Ganadores de vida nueva, del Reino, de fraternidad, de conciencia transparente, enriquecidos en valores trascendentes.

Son enfoques y visiones contrapuestas que no pueden hacer las paces.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1484487003802640386?s=20

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Samuel 24, 3-21 

1 Salmo responsorial: 56  

Marcos 3, 13-19