lunes, 9 de septiembre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 23 de tiempo ordinario 

Año Par 

1Corintios 5, 1-8


REFLEXIÓN

entregar al que ha hecho eso en manos del diablo; en la carne quedará destrozado, pero así su espíritu se salvará en el día del Señor.

Oponerse y confrontar a quien actúa mal, incluso excluirlo del grupo es preferible y aun conveniente por él mismo: para que con el castigo recapacite, reaccione, se arrepienta y cambie. 

En nuestra cultura más permisiva la tentación es desligarse y mirar hacia otro lado, en nombre de la tolerancia y la convivencia pacífica. Pero así es posible que no se creen oportunidades de conversión para el que obra mal.

¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa?

También está la responsabilidad con el resto del grupo o comunidad, que se puede erosionar y corromper con el mal ejemplo. El castigo también puede ser gesto de amor responsable para el resto.

Salmo responsorial: 5

REFLEXIÓN  

al hombre sanguinario y traicionero / lo aborrece el Señor 

El hombre mientras viva, aunque malvado, tiene la oportunidad del arrepentimiento y el Señor de mostrarse misericordioso y pródigo. Pero si se arrepiente con sinceridad.

Lucas 6,6-11

REFLEXIÓN 

discutían qué había que hacer con Jesús 

Hacer el bien no es un lecho de rosas. Se prueba con oposición y persecución y acechanza. 

¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?

Es lo que importa en realidad. Es el evangelio y el Reino en acción, al modo de Jesús: hacer el bien más allá de cualquier límite humano.

Más allá de cualquier sistema, orden o complejo de límites mundanos.

En nuestro mundo tecno científico -que se especializa cada vez más y así adquiere más y mayores y profundos conocimientos y técnicas-la rebelión de las minorías de todo tipo, los excluidos de esas especializaciones, a quienes no alcanza tal bienestar, manifiestan el error y malicia de un sistema u orden cuya meta es la acumulación: de dinero, de sabiduría, de información, de óvulos, de embriones, de seguidores en redes sociales.

Más bien el sentido sano de la protesta busca un mundo en trance de orientarse a hacer el bien completo, el bien común, el bien solidario, el bien que se comparte, el bien de la equidad, el bien de la igualdad.

Sábado (šabbāt) reposo, era la institución propia de Israel, del judaísmo hasta hoy. Las prohibiciones casuísticas y no el significado teológico es lo que pone a prueba Jesús de Nazareth, con el caso del paralítico curado.

La capacidad de discernimiento en la praxis corriente sobre lo que es voluntad del Padre y lo que no, es lo que nos maravilla de Jesús, y consecuentemente su libertad para hacer eso a voluntad. En ello Jesús es un paradigma para sus seguidores.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1566754870241148928?s=20&t=N1Obob0U9FPHS-BmI9hZ9A

motivaciondehoy


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Lunes 23 de tiempo ordinario 

Año Par 

1Corintios 5, 1-8

Salmo responsorial: 5

Lucas 6,6-11

SAN CARLO ACUTIS DE ASIS



LUNES, XXIII SEMANA

SAN PEDRO CLAVERPRESBÍTERO

Pedro Claver nació en Verdún (España) en 1580. A partir de 1596, estudió humanidades y retórica en la universidad de Barcelona, e ingresó en la Compañía de Jesús en 1602. Siguió su vocación misionera hacia el nuevo mundo, impulsado por la voz de un santo: san Alonso Rodríguez, portero del colegio de los Jesuitas en Montesión, en Palma de Mallorca. En 1616 fue ordenado de sacerdote en Cartagena, misión colombiana, y en esa ciudad, puerto negrero, vivió hasta su muerte, el 8 de septiembre de 1654, consagrando su trabajo a los más miserables de su época: los esclavos negros. El día de su profesión religiosa escribió con su sangre unas palabras que serán el lema de su vida: «Pedro Claver, esclavo de los esclavos negros para siempre.» Fue canonizado por León XIII, en 1888, y proclamado por el mismo pontífice, en 1896, Patrono universal de las misiones entre los negros.

De las cartas de San Pedro Claver, presbítero.

(Epist. diei 31 maii 1627 ad Superiorem suum data; Edit (in lingua hispanica) A. Valtierra, S.L., San Pedro Claver, Cartagena, 1964, pp. 140-141)

Enviado para dar la Buena Noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos.

Ayer, 30 de mayo de este año de 1627, día de la Santísima Trinidad, saltó en tierra un grandísimo navío de negros de los Ríos. Fuimos allí cargados con dos espuertas de naranjas, limones, bizcochuelos y otras cosas. Entramos en sus casas, que parecía otra Guinea. Fuimos rompiendo por medio de la mucha gente hasta llegar a los enfermos, de que había una gran manada echados en el suelo muy húmedo y anegadizo, por lo cual estaba terraplenado de agudos pedazos de tejas y ladrillos, y esta era su cama, con estar en carnes sin un hilo de ropa.

Echamos manteos fuera y fuimos a traer de otra bodega tablas, y entablamos aquel lugar, y trajimos en brazos los muy enfermos, rompiendo por los demás. Juntamos los enfermos en dos ruedas; la una tomó mi compañero con el intérprete, apartados de la otra que yo tomé. Entre ellos había dos muriéndose, ya fríos y sin pulso. Tomamos una teja de brasas y puesta en medio de la rueda junto a los que estaban muriendo, y sacando varios olores de que llevábamos dos bolsas llenas, que se gastaron en esta ocasión y dímosles un sahumerio, poniéndole encima de ellos nuestros manteos, que otra cosa ni la tienen encima, ni hay que perder el tiempo en pedirles a los amos, cobraron calor y nuevos espíritus vitales, el rostro muy alegre, los ojos abiertos y mirándonos.

De esta manera les estuvimos hablando, no con lengua sino con manos y obras, que, como vienen tan persuadidos de que los traen para comerlos, hablarles de otra manera fue con provecho. Asentámonos después o arrodillámonos junto a ellos, y les lavamos los rostros y vientres con vino, y alegrándolos y acariciando mi compañero a los suyos y yo a los míos, les comenzamos a poner delante cuantos motivos naturales hay para alegrar un enfermo.

Hecho esto, entramos en el catecismo del santo bautismo y sus grandiosos efectos en el cuerpo y en el alma, y hechos capaces de ello y respondiéndonos a las preguntas hechas sobre lo enseñado, pasamos al catecismo grande: Uno, remunerador, castigador, etc. Luego les pedimos afectos de dolor, aborrecimiento de sus pecados, etc. Estando ya capaces, les declaramos los misterios de la Santísima Trinidad, Encarnación y Pasión, y poniéndoles delante una imagen de Cristo Señor Nuestro en la Cruz, que se levanta de una pila bautismal y de sus sacratísimas llagas caen en ella arroyos de sangre, les rezamos, en su lengua, el acto de contricción.

https://ec.aciprensa.com/wiki/San_Pedro_Claver