jueves, 31 de octubre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 30 de tiempo ordinario

Año Par

Efesios 6, 10-20



REFLEXIÓN

Hermanos: Buscad vuestra fuerza en el Señor y en su invencible poder. Poneos las armas que Dios os da, para poder resistir a las estratagemas del diablo, porque nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso, sino contra los principados, autoridades y poderes que dominan este mundo de tinieblas, contra las fuerzas sobrehumanas y supremas del mal. 

Nos enredamos y satisfacemos con hallar causas sicológicas, sociológicas, económicas y sociales de los males que asuelan las sociedades, a lo largo de la historia humana.

La última conquista de las fuerzas trascendentes, enemigas del reino, es el descrédito de la causalidad y pensamiento metafísico, porque sólo el positivo que muestra evidencias palpables, logra convencer.

abrochaos el cinturón de la verdad, por coraza poneos la justicia; bien calzados para estar dispuestos a anunciar el Evangelio de la paz. Y, por supuesto, tened embrazado el escudo de la fe, donde se apagarán las flechas incendiarias del malo. Tomad por casco la salvación y por espada la del Espíritu, es decir, la palabra de Dios, insistiendo y pidiendo en la oración

Se nos ofrece un programa de vida y lucha. Se nos dan armas para repeler tales enemigos sutiles y trascendentes, sin derramar sangre de víctimas inocentes, que caen con el fuego cruzado e indiscriminado.

Cuando la educación en valores se enfoca en la verdad, la justicia, la paz, la fe, la salvación y el Espíritu, fundamenta con la oración adecuadamente las generaciones para la lucha contra la cultura positivista.

Pedid que tenga valor para hablar de él como debo

Se dice que hablar es fácil porque los charlatanes no afrontan las consecuencias de lo que dicen.

Hay que pedir entonces para hablar con valor para hacer frente a las persecuciones del mundo del los anti-valores.

Salmo responsorial: 143



REFLEXIÓN

Bendito el Señor, mi Roca, / que adiestra mis manos para el combate, / mis dedos para la pelea.

Por lo tanto la pelea es peleando. Tenemos un asesor que es el Señor nuestro Dios y Padre, que en su imagen de roca nos da una idea de su resistencia y capacidad de sostén y apoyo duradero.

mi escudo y mi refugio, / que me somete los pueblos

Definitivamente no al estilo de los conquistadores que oprimen y masacran. 

El contrasentido de la cruz y la espada.

Lucas 13,31-35



REFLEXIÓN

Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios: pasado mañana llego a mi término

Curar y echar demonios. Trabajar por el evangelio de la salvación en la creación dañada por nuestra causa y atender las causas trascendentes del mal en el mundo.

Aunque le duela al mundo de mentalidad positivista que no ve más allá de sus narices.

no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén.

Jesús de sí mismo habla como de un profeta, con un trágico destino semejante. 

Jerusalén es el centro neurálgico de la fe de Israel y la institución que la representa, el templo.

Dios en Jesús habla en medio del Dios de la religión constituida.

Religión contra Religión? No, fe contra religión? Sí

Hoy son muchos los que reconocen tener fe pero no se adhieren a una religión organizada, porque tienen trazas de corrupción, de estrategias de poder para el dominio de los demás. Someten a muchos a favor de pocos.

En esta crítica con motivos, se ha producido una frecuente devastación de los símbolos de la religión, sin discriminar lo sano de lo podrido. Todo va al fuego.

No son tiempos fáciles, para los esfuerzos que gente congruente quiere hacer a favor de una purificación y reinvención de la religión, porque se cree que sigue teniendo un rol en el itinerario de la humanidad que busca y aplica un sentido constructivo a la sociedad.

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motivaciondehoy

Jueves 30 de tiempo ordinario

Año Par

Efesios 6, 10-20

Salmo responsorial: 143

Lucas 13,31-35

SAN CARLO DE JESUS ACUTIS DE ASIS


 


JUEVES, XXX SEMANA

De tratado de Nicolás Cabasilas, sobre la vida en Cristo
(Lib 6: PG 150, 678-679)
Cristo en persona es nuestro arquetipo

Los que están poseídos por el amor de Dios y de la virtud deben estar prontos a soportar incluso las persecuciones y, si la ocasión se presenta, no han de rehusar exiliarse y hasta aceptar alegremente las mayores afrentas, en la certeza de los grandes y preciosísimos premios que les están reservados en el

cielo.

El amor de los combatientes hacia el caudillo y remunerador de la lucha produce este efecto: infunde en ellos una convicción de fe en los premios que todavía no están a la vista y les comunica una sólida esperanza en los premios

futuros. De esta forma, pensando y meditando continuamente en la vida de Cristo, les inspira sentimientos de moderación y les mueve a compasión de la fragilidad de que son conscientes; les hace además delicados, justos, humanos y modestos, instrumentos de paz y de concordia, y, de tal suerte ligados a Cristo y

a la virtud, que por ellos no sólo están prontos a padecer, sino que soportan serenamente los insultos y se alegran en las persecuciones. En una palabra, de estas meditaciones podemos sacar aquellos bienes inconmensurables que son el ingrediente de la felicidad. Y así, en aquel que es el sumo bien, podemos conservar la inteligencia, tutelar la habitual buena compostura, hacer mejor el alma, custodiar las riquezas recibidas en los sacramentos y mantener limpia e intacta la túnica real.

Pues bien: así como es propio de la naturaleza humana estar dotada de una inteligencia y actuar de acuerdo con la razón, así debemos reconocer que para contemplar las cosas de Cristo nos es necesaria la meditación. Sobre todo cuando sabemos que el arquetipo en el que los hombres han de inspirarse, tanto

si se trata de hacer algo en sí mismos, como si se trata de marcar la dirección a los demás, es únicamente Cristo. El es el primero, el intermedio y el último que mostró a los hombres la justicia, tanto la justicia en relación con uno mismo como la que regula el trato y la conveniencia social. Por último, él mismo es el premio y la corona que se otorgará a los combatientes.

Por tanto, debemos tenerle siempre presente, repasando cuidadosamente todo cuanto a él se refiere y, en la medida de lo posible, tratar de comprenderlo, para saber cómo hemos de trabajar. La calidad de la lucha condiciona el premio de los atletas: fijos los ojos en el premio, arrostran los peligros, mostrándose tanto más esforzados cuanto más bello es el premio. Y al margen de todo esto, ¿hay alguien

que desconozca la razón que le indujo a Cristo a comprarnos al precio de sola su sangre? Pues ésta es la razón: no hay nadie más a quien nosotros debemos servir ni por quien debemos emplearnos a fondo con todo lo que somos: cuerpo, alma, amor, memoria y toda la actividad mental. Por eso dice Pablo: No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros.

De hecho, en el principio la naturaleza humana fue creada con miras al hombre nuevo; tanto la inteligencia como la voluntad a él están ordenadas: la inteligencia, para conocer a Cristo, y el apetito o el deseo para que corramos tras él, la memoria para llevarlo en nosotros, porque cuando éramos plasmados, él en persona nos sirvió de arquetipo.