martes, 15 de diciembre de 2020

PALABRA COMENTADA

 

Martes 3 de Adviento

Sofonías 3,1-2.9-13

1¡Ay de la rebelde y contaminada, La ciudad opresora!
2No escuchó la voz, Ni aceptó la corrección. No confió en el SEÑOR, Ni se acercó a su Dios. 9En ese tiempo daré a los pueblos labios puros, Para que todos ellos invoquen el nombre del SEÑOR, Para que Le sirvan de común acuerdo.
10Desde más allá de los ríos de Etiopía Mis adoradores, Mis dispersos, Traerán Mi ofrenda.
11Aquel día no te avergonzarás De ninguna de tus acciones Con que te rebelaste contra Mí. Porque entonces Yo quitaré de en medio de ti A los que se regocijan en tu orgullo, Y nunca más te envanecerás En Mi santo monte.
12Y dejaré en medio de ti Un pueblo humilde y pobre, Que se refugiará en el nombre del SEÑOR.
13El remanente de Israel no hará injusticia Ni dirá mentira, Ni se hallará en su boca Lengua engañosa, Porque ellos se alimentarán y reposarán Sin que nadie los atemorice."



REFLEXIÓN

ciudad rebelde, manchada y opresora

Puede ser una sociedad que impone y antepone a otras su bienestar y se encierra en su egoismo, olvidando el daño que ayudó a crear, y la reparación debida.

No obedeció ni escarmentó, no aceptaba la instrucción, no confiaba en el Señor, no se acercaba a su Dios

No obedecer es desconfiar. Por eso la profundidad del daño del pecado para la relación entre el Señor y nosotros. Y entre nosotros mismos, como secuela.

Un fundamento absoluto de confianza es básico para una vida sana, gozosa y positiva. Le aporta a la fe la fortaleza necesaria para asumir la existencia constructivamente.

Confiar en el Señor obedeciendo su designio es un programa de largo alcance, porque entraña toda la existencia hasta el último suspiro.

Obedecer porque nos fiamos es un acto de fe amoroso y amigable, que refleja la actitud de quien depone la prioridad de su visión de las cosas y acepta otra mejor.

Parece imposible pero es posible: la cerrazón a todo valor por encima de sí mismo.

Entonces daré a los pueblos labios puros, para que invoquen todos el nombre del Señor

Si Jesús es el Sí de Dios, y no se puede decir su nombre sin asistencia del Espíritu, entonces Jesús es la purificación de los pueblos para invocar al único Dios Padre.

para que le sirvan unánimes

Porque si algo no existe es unanimidad de los pueblos en nada.

Desde más allá de los ríos de Etiopía, mis fieles dispersos me traerán ofrendas

El relato de los magos adivinos de oriente que visitaron a Jesús niño, es una resonancia de esta y otras profecías mesiánicas.

Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde, que confiará en el nombre del Señor

La pobreza y humildad son actitudes de la era mesiánica, propias de los que confían y obedecen más al Señor que a sus propias visiones o sueños.

Hoy es un lugar común decir que nuestra principal obligación es soñar y creer en nuestros sueños, como la mejor manera de asegurar nuestra realización. Y no tiene nada de censurable. Sólo que no se garantiza que los sueños sean siempre y en todo momento una expresión de obediencia y confianza en el Señor.

El resto puede ser un pueblo que se va haciendo en la criba de la historia, se va filtrando y depurando, hasta quedar un extracto que da sabor, color y olor a todo lo creado sobre la faz de la tierra.

Un punto de referencia que ayuda a la conversión.

Debiera ser la iglesia en su sentido primordial, como pueblo de seguidores de Jesús, del evangelio, luz de las gentes.

Salmo responsorial: 33



REFLEXIÓN

su alabanza está siempre en mi boca

Cuando se le da gracias hay un movimiento que ocurre en nuestro espíritu, en contacto con el Espíritu.

Dejamos de ser para nosotros y nuestros intereses, y nos gozamos en un horizonte más amplio y luminoso: la gloria y el reinado del Padre de Jesús.

que los humildes lo escuchen y se alegren

Son los únicos capaces: capax Dei.

Es un don que debemos favorecer: escuchar al Señor con alegría y preferirlo a nosotros mismos.

Contempladlo, y quedaréis radiantes

No se puede entrar en su presencia y volver igual. Su gloria nos trastorna.

Mateo 21,28-32

28"Pero, ¿qué les parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegándose al primero, le dijo: 'Hijo, ve, trabaja hoy en la viña.' 29"Y él respondió: 'No quiero;' pero después, arrepentido, fue. 30"Llegándose al otro, le dijo lo mismo; y éste respondió: 'Yo iré, señor;' pero no fue. 31"¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?" "El primero," respondieron ellos. Jesús les dijo: "En verdad les digo que los recaudadores de impuestos y las rameras entran en el reino de Dios antes que ustedes. 32"Porque Juan vino a ustedes en camino de justicia y no le creyeron, pero los recaudadores de impuestos y las rameras le creyeron; y ustedes, viendo esto, ni siquiera se arrepintieron después para creerle.



REFLEXIÓN

dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo

En que momento llegó Jesús a tener ese acceso a las más encumbradas autoridades para enfrentarlas. Como los antiguos profetas que se presentaban a reyes.

"Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue.

"Voy, señor." Pero no fue

Porque escuchar y obedecer es hacer la voluntad

"Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios

Y no podemos juzgar a los indóciles, porque no sabemos cuándo recapaciten. Ni gloriarnos de los que hablan palabras de obeciencia, porque no sabemos cuándo entrarán en rebeldía.

Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis

Recapacitar ante los que creen y hacen la voluntad de Dios. Este es el pueblo resto. Esta es la iglesia, pueblo nuevo.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1338814300689936391?s=20

BEATO CARLO

  “No hablo con palabras, solo me recuesto sobre su pecho, como San Juan en la Cena” Beato Carlo





Uno de Sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa reclinado en el pecho de Jesús.Jn13,23


Para Teresa, la Cuarta Morada es el momento en que el Señor nos viene al encuentro con la gracia de sobrenaturalidad, notándose esto claramente en la oración: “Para aprovechar mucho en este camino y llegar hasta donde nos lleve el Maestro, no está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho. Así lo que más nos mueva a amar, eso tenemos que hacer. O, expresado de otra manera, no vamos a complacer a Dios con muchas palabras, muy bien hilvanadas y muy bien pensadas. Él busca nuestro amor, nuestra entrega y confianza en sus manos. Quizás, no sepamos en qué radica el verdadero amor. No consiste en el mayor gusto espiritual, sino en la mayor determinación en querer agradar a Dios en todo, procurando en lo que podamos, de no ofenderle. Y, al mismo tiempo, rogando que vaya siempre adelante la honra y gloria de su Hijo y el florecimiento de la Iglesia. No quiere decir que ya no existan tentaciones en esta etapa. Nos siguen asediando pero en lugar de dañarnos nos hacen bien pues nos llaman a la realidad, a la humildad”. En esta morada, Dios viene a nuestra ayuda y nos invita a caminar por el sendero de la humildad.

Oración de quietud y silencio - Casa Carmelitana

El evangelio ofrece otras oraciones en las que, sin mediar palabras, Cristo responde con amor. Los portadores del paralítico no hicieron petición alguna; ellos tenían bien claro que si Cristo veía a su amigo impedido, lo sanaría. Similar es el gesto de la hemorroisa; no pide nada, solo persevera, como en el caso del paralítico, hasta tocar el manto y, con el manto, el corazón de Jesús, un corazón que sabe lo que hay en el interior de cada persona. También estas actitudes, en el silencio de las palabras, son oración, escuchada por Dios. Oración que implica más amor porque, esperando un beneficio del Señor, el propio amor no impone, no indica, no sugiere a Dios qué hacer, deja que sea Él quien, en su amor, obre lo mejor para uno

El silencio en la vida de oración (Primera Parte) | La Oración (la-oracion.com)