lunes, 19 de abril de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 3 de Pascua

Hechos 6,8-15



REFLEXIÓN

Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo

Era el primer mártir, y no pertenecía al primer círculo de los apóstoles, cercanos a Jesús de Nazareth.

Más bien era un forastero en Jerusalén, porque era un judío de lengua griega, nacido fuera de la madre patria, en la diáspora.

Eran mirados como posiblemente contaminados por la cultura grecoromana, por los judíos hebreos más raizales.

Pero Esteban se manifestaba potenciado por el Espíritu que lo empoderaba para hacer signos favorables a la gente.

El Espíritu por su consolación, desde nosotros, sigue poniendo signos de bienestar para la construcción de la fraternidad, si nos dejamos llevar de su moción.

Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia,

Sus victimarios tampoco son raizales, pero sí radicales en su celo por el credo israelita. Quizás y precisamente por la presión social que puede significar que sean heterodoxos en tierra de ortodoxia, sobretodo ritual: Jerusalén.

pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba

No hay que afanarse en buscar argumentos para vencer en una polémica, pues no se trata de competencia, sino de testimonio.

Éste hecho vida, vivencia y vitalidad, por sí solo es un acopio de Espíritu de Jesús, que se ofrece para la fe, no para la venganza, el poder demagógico, la coerción leguleya o cualquier otro exceso de un discurso.

Indujeron a unos

Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas

agarraron a Esteban por sorpresa

Pero la conducción del Espíritu no preserva de la violencia del no creyente.

La vida de este mundo puede ser afectada y segada.

Pero el Espíritu de Jesús está presente para sostener hasta el fin ese testimonio.

Este individuo no para de hablar contra el templo y la Ley. Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá el templo y cambiará las tradiciones que recibimos de Moisés

Un vocero de la nueva secta como Esteban debía resultar peligroso, como Jesús en su momento, por el carácter perturbador de las supuestas intenciones de reforma de la que los acusan.

Cualquier reforma o cambio puede ser tomada como señal de ataque contra un modo de vida establecido. No es poca cosa porque en ese orden se ubican una serie de valores y bienes, materiales e intangibles, que al sentirse amenazados activan las defensas y el sentido de conservación y preservación.

Muchos agentes de cambio en todas las creencias e ideologías carecen de la sensibilidad suficiente para lograr la aceptación de las reformas y logran más bien lo contrario: su rechazo.

Salmo responsorial: 118



REFLEXIÓN

dame la gracia de tu voluntad

Saber que hago tu voluntad es una gracia. Que no hago sólo la mía, que no me instalo exclusivamente en mis intereses, sino que me mudo mediante desprendimiento a disposiciones más generosas y abiertas a tu designio.

Intercambio de caminos es la relación con el Señor. Un proceso en el que mi autenticidad, mi camino capta el verdadero del Señor y con su gracia transita por él.

Un proceso de conversión y fe podría formularse como el convencimiento progresivo de que el camino del Señor supera en calidad al propio, y con su gracia lo asumimos.

Juan 6,22-29



REFLEXIÓN

"Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre;

A quien buscan? Qué buscan?

Buscan a quién o el qué?

Juan ubica en este pasaje una actitud semejante a las tentaciones de Jesús en los sinópticos, pero en lenguaje menos midrashico o narrativo.

Previene a sus seguidores sobre la tentación a buscar sólo el alimento y no su misión.

No se trata de Jesús como estrella a quien se debe un culto, sino de reconocer que en él se encuentra lo que el Padre ha entregado para nuestra salvación integral.

El Espíritu de Jesús nos confronta para hacer caso de los signos que se despliegan en nuestra existencia haciéndonos conocer su designio. Hay miopías y cegueras frente a ellos. Es nuestra misión superarlas para ver.

que creáis en el que él ha enviado

Creer en Jesús es una obra por la vida eterna, si creer abarca todas las esferas de la vida.

Creer es un conocimiento-compromiso que afecta todo en mi ser y mis relaciones.

Una cosmovisión, un proyecto.

La vida eterna consiste en ello: adherirse a él, con toda la fuerza posible y con toda firmeza.

No podemos satisfacernos y complacernos con cualquier enviado que nos parezca y se acomode a nuestra visión. No suele ser buena señal. https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1384110039246336004?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

San Beda el Venerable Del comentario a la primera carta de San Pedro 2


Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real. Este título honorífico fue dado por Moisés en otro tiempo al antiguo pueblo de Dios, y ahora con todo derecho Pedro lo aplica a los gentiles, puesto que creyeron en Cristo, el cual, como piedra angular, reunió a todos los pueblos en la salvación que, en un principio, había sido destinada a Israel. Y los llama raza elegida a causa de la fe, para distinguirlos de aquellos que, al rechazar la piedra angular, se hicieron a sí mismos dignos de rechazo. Y sacerdocio real porque están unidos al cuerpo de aquel que es rey soberano y verdadero sacerdote, capaz de otorgarles su reino como rey, y de limpiar sus pecados como pontífice con la oblación de su sangre. Los llama sacerdocio real para que no se olviden nunca de esperar el reino eterno y de seguir ofreciendo a Dios el holocausto de una vida intachable. Se les llama también nación consagrada y pueblo adquirido por Dios, de acuerdo con lo que dice el apóstol Pablo comentando el oráculo del Profeta: Mi justo vivirá de la fe; pero si se arredra, le retiraré mi favor.


Que el justo no se eche para atrás porque vive de fe es una interesante descripción del tipo de justo y del tipo de fe que tenemos ante nosotros, tanto los que somos evangelizados como los que evangelizan. Levantarse una y otra vez de cualquier ruina material, existencial, vivencial, estructural, social  y cuántas se nos ocurran es asunto de fe, cuya sinergia es hacia adelante.

Pero nosotros, dice, no somos gente que se arredra para su perdición, sino hombres de fe para salvar el alma. Y en los Hechos de los Apóstoles dice: El Espíritu Santo os ha encargado guardar el rebaño, como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con la sangre de su Hijo. Nos hemos convertido, por tanto, en pueblo adquirido por Dios en virtud de la sangre de nuestro Redentor, como en otro tiempo el pueblo de Israel fue redimido de Egipto por la sangre del cordero. Por esto Pedro recuerda en el versículo siguiente el sentido misterioso del antiguo relato, y nos enseña que éste tendrá su cumplimiento pleno en el nuevo pueblo de Dios: Para proclamar sus hazañas. Porque así como los que fueron liberados por Moisés de la esclavitud egipcia cantaron al Señor un canto triunfal después que pasaron el mar Rojo, y el ejército del Faraón se hundió bajo las aguas, así también nosotros, después de haber recibido en el bautismo la remisión de los pecados, hemos de dar gracias por estos beneficios celestiales.

REFLEXIÓN

Los beneficios pascuales son celestiales: nueva vida, vida que no termina, gozo perpetuo, unión con Dios. Sólo son celestiales si van siendo tramitados por la fe que no se echa para atrás. La celestialidad es un don para la lucha, mientras se lucha, hasta que se termine de luchar.

En efecto, los egipcios, que afligían al pueblo de Dios, y cuyo nombre significa tinieblas y aflicción, representan adecuadamente los pecados que nos perseguían, pero que quedan borrados en el bautismo. La liberación de los hijos de Israel, lo mismo que su marcha hacia la patria prometida, representa también adecuadamente el misterio de nuestra redención: Caminamos hacia la luz de la morada celestial, iluminados y guiados por la gracia de Cristo. Esta luz de la gracia quedó prefigurada también por la nube y la columna de fuego; la misma que los defendió, durante todo su viaje, de las tinieblas de la noche, y los condujo, por un sendero inefable, hasta la patria prometida.

REFLEXIÓN

Una prefiguración sólo puede ser visible desde la figura, el esbozo desde la pintura, desde la perspectiva final. La pascua de Jesús es la perspectiva para la pascua judía que arranca en la liberación de Egipto.