domingo, 25 de abril de 2021

 

4 Domingo de Pascua B

Hechos de los apóstoles 4,8-12



REFLEXIÓN

Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre

No toda obra buena que con buena intención se hace es pacífica, sin consecuencias adversas. Hacer el bien no es una empresa sin riesgo porque las acechanzas contra el Reino no descansan, ya que su objetivo es el anti-reino enseñoreado.

Hay personas envueltas en tales circunstancias desfavorables, quizá no completamente inocentes y sin culpa, pero haciendo lo posible por salvarse en una vida más digna.

Y quienes los ayudan por amor inspirado en el evangelio pueden recibir daño y persecución de las circunstancias adversas que envuelven a esas personas.

Porque el anti-reino ataca a quienes optan por actuar a favor del Reino.

Esta situación puede llevar a algunos a inhibirse de seguir ayudando y preferir la omisión ante la coyuntura de la buena obra.

Esta es la violencia del Reino: violencia de víctimas no de victimario.

por su nombre, se presenta éste sano ante vosotros

Y dada la violencia estructurada de las sociedades, en personas e instituciones, una obra buena puede terminar en fracaso, al menos desde el punto de vista de la evidencia histórica.

La esperanza que nos da la fe insta para que la obra buena haga crecer el Reino no obstante su déficit mediático de eficacia histórica.

ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos."

Es vivir de fe en fe, de fe más allá de la fe. Apoyados cada vez más exclusivamente en Jesús de Nazaret, cuyo amor nos impulsa a pronunciar con anhelo de salvación su nombre.

Salmo responsorial: 117



REFLEXIÓN

Dad gracias al Señor porque es bueno, / porque es eterna su misericordia

El Señor se hace notar en nuestra vida por caminos misteriosos que entrañan misericordia para unos y dolor para otros.

Te doy gracias porque me escuchaste / y fuiste mi salvación.

Una salvación que vien montada en la condena de otros, quienes no saben del todo lo que hacen.

1Juan 3,1-2



REFLEXIÓN

El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.

Esa adversidad que sentimos, ese constante sabotaje de la buena fe, del bien común, de la justicia en las relaciones humanas y con la creación, es un mundo que nos odia, porque representamos aun deficientemente una alternativa a la lógica de la iniquidad.

ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos

Es una palabra de aliento de la Palabra para que levantemos la cabeza, no irgamos, y caminemos con valentía y dignidad. Seremos mucho más cuando se manifieste.

seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es

Vamos hacia la visión total y nos alejamos de la tortura y sufrimiento de las verdades parciales, medias verdades, medias mentiras, mentiras completas.

Juan 10,11-18

REFLEXIÓN

El buen pastor da la vida por las ovejas

Sin complicidad con el mal, el buen obrar debe mantenerse como una mano extendida para ayudar en lo legítimo.

el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye

Se es asalariado cuando se inhibe el bien obrar por los asaltos de las acechanzas del anti-reino.

Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla.

Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente

Por encima de que nos acechen y aun la vida nos quiten, hemos ido entregando la vida en la obra buena.

La obra buena es la misión que provoca nuestra entrega y nos hace vivir más allá de la muerte local y focal.

El Padre ama a tales hijos que muestran creer a su Hijo porque se empeñan en la buena obra para vivir en plenitud.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1386287996379537409?s=20

 

 

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

San Gregorio Magno Homilías sobre los Evangelios 14,3-6

Yo soy el buen Pastor, que conozco a mis ovejas, es decir, que las amo, y las mías me conocen. Habla, pues, como si quisiera dar a entender a las claras: «los que aman vienen tras de mí». Pues el que no ama la verdad es que no la ha conocido todavía. Acabáis de escuchar, queridos hermanos, el riesgo que corren los pastores; calibrad también, en las palabras del Señor, el que corréis también vosotros. Mirad si sois, en verdad, sus ovejas, si le conocéis, si habéis alcanzado la luz de su verdad. Si le conocéis, digo, no sólo por la fe, sino también por el amor; no sólo por la credulidad, sino también por las obras. Porque el mismo Juan evangelista, que nos dice lo que acabamos de oír, añade también: Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso.



REFLEXIÓN

Conocer y creer van juntos al vivir por fe, porque quien cree conoce y conocer por fe es creer. Pero el nicho histórico de esta competencia antropológica es la cultura de la integralidad donde conocer y actuar van juntos, y por lo tanto creer y amar no se separan. Quien cree, conoce, ama y actúa. Y por consecuencia las otras combinaciones.