domingo, 30 de mayo de 2021

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

La Santísima Trinidad, domingo después de Pentecostés, solemnidad

San Atanasio Carta 1 a Serapión 28-30


Siempre resultará provechoso esforzarse en profundizar el contenido de la antigua tradición, de la doctrina y la fe de la Iglesia católica, tal como el Señor nos la entregó, tal como la predicaron los apóstoles y la conservaron los santos Padres. En ella, efectivamente, está fundamentada la Iglesia, de manera que todo aquel que se aparta de esta fe deja de ser cristiano y ya no merece el nombre de tal. Existe, pues, una Trinidad, santa y perfecta, de la cual se afirma que es Dios en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que no tiene mezclado ningún elemento extraño o externo, que no se compone de uno que crea y de otro que es creado, sino que toda ella es creadora, es consistente por naturaleza, y su actividad es única. El Padre hace todas las cosas a través del que es su Palabra, en el Espíritu Santo. De esta manera, queda a salvo la unidad de la santa Trinidad. Así, en la Iglesia se predica un solo Dios, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. Lo trasciende todo, en cuanto Padre, principio y fuente; lo penetra todo, por su Palabra; lo invade todo, en el Espíritu Santo.



REFLEXIÓN

Esta formulación trinitaria, cima conceptual de la corriente católica cristiana latina y oriental, acuñada y precisada, en varios concilios ecuménicos, desde el siglo II hasta el VII a.C., es digna de respeto por contribuir a la unidad de la Iglesia, aun en medio de conflictos y cismas, y por la cantidad de sangre, dolor y lágrimas vertidas por quienes participaron en el credo que plasmó la identidad eclesial. Pero hay que reconocer que está lejos de inflamar la fe corriente del creyente actual.

sábado, 29 de mayo de 2021

PALABRA COMENTADA

 SABADO 8 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Eclesiástico 51,17-27



REFLEXIÓN

mi alma saboreó sus frutos

Cuál fruto entre todos sobresale como efecto de la sabiduría de la palabra? La fe, esperanza y amor solidario activos, vivencidos y existencialmente seguidos.

Convergen en una vida según el Espíritu que es de paz y paciencia en la posesión de la verdad salvífica y del reino de Dios en proceso de instalación.

En este reino se sienten las bienaventuranzas como dichas, como tesoros que no se cambian, como conversión que se purifica y aviva constantemente.

Salmo responsorial: 18



REFLEXIÓN

Más preciosos que el oro, / más que el oro fino; / más dulces que la miel / de un panal que destila

No es que otros tesoros no tienten sino que la experiencia del reino conlleva un bienestar que brota de la paz de la conciencia.

Siempre estaremos en deuda, y pensaremos no haber hecho lo suficiente, sobretodo en el compromiso con el pobre.

Pero la fidelidad al amor del prójimo nos hace gozosos y firmes.

Marcos 11,27-33



REFLEXIÓN

En aquel tiempo, Jesús y los discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le preguntaron: "¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejanrte autoridad?" Jesús les respondió: "Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contestadme." Se pusieron a deliberar: "Si decimos que es de Dios, dirá: "¿Y por qué no le habéis creído?" Pero como digamos que es de los hombre..." (Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta.) Y respondieron a Jesús: "No sabemos." Jesús les replicó: "Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto."

La pregunta de la autoridad judía era política y calculadora: buscaba mantener la autoridad y el poder. Seguir siendo quienes determinan qué es de Dios y qué no.

La renuencia de Jesús es la de aquél que sabe que su respuesta será usada para un mayor endurecimiento, pero no para la conversión a su persona y su reino.

Así en nuestro tiempo desde diferentes trincheras los hombres y mujeres preguntan, no para convertirse en mejores personas, sino para manenerse en la injusticia.

Es lo que podemos colegir de tantas reuniones, congresos y foros sobre la brecha entre ricos y pobres en las naciones, pero que no llegan sino a documentos y declaraciones, pero la brecha se mantiene.

Cuánta gloria y prestigio se puede derivar para una empresa de su pertenencia a un programa de responsabilidad social. Pero las injusticias dentro de la organización se mantienen para mantener el margen de ganancia inalterado.

Una falta de honestidad personal y también política. Un cálculo para no confesar la fe.

Por eso nuestra fe puede ser de mala ley si se fundamenta en un apoyo de mayorías pero sin convicción de Dios.

Al menos Jesús se encontraba en la línea profética de Juan B.y sus actos eran bien mirados por algunos. Los dirigentes no se atreverían contra él a plena luz del día.

Es la respuesta de la no respuesta de Jesús a las preguntas e iniciativas hipócritas.

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