lunes, 6 de septiembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 23 de tiempo ordinario

 

Año Impar

 

Colosenses 1,24-2,3



REFLEXIÓN

 

completo en mi carne los dolores de Cristo, sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia,

 

Para el creyente cristiano se ofrece un sentido profundo a su sufrimiento: completar la obra de Jesús en su cuerpo, la Iglesia.

 

Un sentido importante en medio de la generacional e ininterrumpida idolatría al placer a toda costa y por todos los medios.

 

Tolerancia a la frustración enfrentada a la adicción de mil cabezas: droga, sexo, violencia, obsesiones.

 

Crecerse en fortaleza y magnanimidad enfrentada a la debilidad en la lucha de los trastornos síquicos.

 

Contribuir esforzadamente al bien obrar enfrentada a la indolencia que se desliza cuesta abajo en placeres que se hacen vicios.

 

No se trata de un sentido individualista y enfermizo del sufrimiento, sino solidario y fraterno, creyendo que somos un cuerpo y construimos una unidad en Cristo.

 

Cristo es para vosotros la esperanza de la gloria.

 

Porque es el crucificado resucitado, la cruz que se levanta hacia el cielo, cuando es fijada en tierra, el día del patíbulo.

 

con todos los recursos de la sabiduría, para que todos lleguen a la madurez en su vida en Cristo

 

Porque se nos da creatividad e inteligencia para adquirir sabiduría, que a su vez se orienta a la maduración en Cristo de los hermanos.

 

con la fuerza poderosa que él me da

 

Tan poderosa que trasforma la carne en espíritu.

 

No más carne opaca y atraída a la corrupción del sepulcro, sino sutil y luminosa, como la bruma mañanera que se evapora con el sol.

 

para conseguir la plena convicción que da el comprender

 

Estamos hechos de tal forma que sin comprender no pasamos adelante en la formación de una convicción.

 

La comprensión es el núcleo de los esfuerzos de todo educador. Pero ha de procurar que sea integral y desemboque en una estimativa ética.

 

Hoy en día nos mueve más la educación centrada en la comprensión de la comprensión, para que los que se forman trabajen continuamente en una comprensión autónoma e incesante,cada vez mayor.

 

y que capten el misterio de Dios

 

en lo que nos es dado captar un misterio siempre mayor, como las constelaciones en fuga, porque éstas cuando nos iluminan ya fueron.

 

Salmo responsorial: 61



REFLEXIÓN

 

Sólo él es mi roca y mi salvación

 

Sólo el tiempo y la experiencia de comprensión auténtica y no evasiva, aporta la convicción de que nada ni nadie es roca sino sólo el Señor.

 

Lucas 6,6-11



REFLEXIÓN

 

discutían qué había que hacer con Jesús

 

Hacer el bien no es un lecho de rosas. Se prueba con oposición y persecución y acechanza.

 

¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?

 

Es lo que importa en realidad. Es el evangelio y el Reino en acción, al modo de Jesús: hacer el bien más allá de cualquier límite humano.

 

Más allá de cualquier sistema, orden o complejo de límites mundanos.

 

En nuestro mundo tecno científico -que se especializa cada vez más y así adquiere más y mayores y profundos conocimientos y técnicas-la rebelión de las minorías de todo tipo, los excluidos de esas especializaciones, a quienes no alcanza tal bienestar, manifiestan el error y malicia de un sistema u orden cuya meta es la acumulación: de dinero, de sabiduría, de información, de óvulos, de embriones, de seguidores en redes sociales.

 

Más bien el sentido sano de la protesta busca un mundo en trance de orientarse a hacer el bien completo, el bien común, el bien solidario, el bien que se comparte, el bien de la equidad, el bien de la igualdad.

 

Sábado (šabbāt) reposo, era la institución propia de Israel, del judaísmo hasta hoy. Las prohibiciones casuísticas y no el significado teológico es lo que pone a prueba Jesús de Nazareth, con el caso del paralítico curado.

 

La capacidad de discernimiento en la praxis corriente sobre lo que es voluntad del Padre y lo que no, es lo que nos maravilla de Jesús, y consecuentemente su libertad para hacer eso a voluntad. En ello Jesús es un paradigma para sus seguidores.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1434844799295791107?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Lunes, XXIII semana

San León Magno Sermón sobre las bienaventuranzas 95,8-9



 Con toda razón se promete a los limpios de corazón la bienaventuranza de la visión divina. Nunca una vida manchada podrá contemplar el esplendor de la luz verdadera, pues aquello mismo que constituirá el gozo de las almas limpias será el castigo de las que estén manchadas. Que huyan, pues, las tinieblas de la vanidad terrena y que los ojos del alma se purifiquen de las inmundicias del pecado, para que así puedan saciarse gozando en paz de la magnífica visión de Dios. Pero para merecer este don es necesario lo que a continuación sigue: Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los hijos de Dios. Esta bienaventuranza, amadísimos, no puede referirse a cualquier clase de concordia o armonía humana, sino que debe entenderse precisamente de aquella a la que alude el Apóstol cuando dice: Estad en paz con Dios, o a la que se refiere el salmista al afirmar: Mucha paz tienen los que aman tus leyes, y nada los hace tropezar. Esta paz no se logra ni con los lazos de la más íntima amistad ni con una profunda semejanza de carácter, si todo ello no está fundamentado en una total comunión de nuestra voluntad con la voluntad de Dios.

REFLEXIÓN

La voluntad de Dios, es el santo grial de la espiritualidad. La brújula del peregrinaje de fe hacia el absoluto. Todo esfuerzo será poco para ubicar en todo momento de la existencia la voluntad de Dios. Así como un buscador de posición satelital ubica donde sea la presencia del objetivo seguido, así la sensibilidad creyente amaestrada por la influencia del Espíritu de Dios, ubica la señal de es voluntad de Dios. Quizás los más a través de los mandamientos y leyes entendemos del grueso o de esa voluntad, los avanzados vibran con las señales en mínimas evidencias, sutiles insinuaciones, gestos imperceptibles que brinda el Misterio de Dios para que nos le acerquemos. Jesús fue el sumo maestro del hallazgo de es voluntad del Padre, cuando en el Huerto de los Olivos, en medio de una angustia profunda exclamó: no se haga lo que yo sino lo que tú. Y cuando al cabo de todo cerró el ciclo de su vida fiel declarando: todo se ha cumplido.