jueves, 2 de junio de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Jueves VII semana del Tiempo Pascual

San Cirilo de Alejandría, Comentario sobre el Evangelio de San Juan 10

Ya se había llevado a cabo el plan salvífico de Dios en la tierra; pero convenía que nosotros llegáramos a ser coherederos con Cristo y partícipes de su naturaleza divina; esto es, que abandonásemos nuestra vida anterior para transformarla y conformarla a un nuevo estilo de vida y de santidad.

REFLEXIÓN

Se dice convenir, no que debe ser, ni que es evidente. Los títulos de coherederos y partícipes, naturaleza etc. son expresiones, formulaciones que se fijaron en esos tiempos como la mejor manera de dar a entender un significado especial, fuera de serie, un logro máximo dentro de los imaginarios humanos sobre felicidad, plenitud y realización. Con el tiempo, aunque referentes, ya no suscitan la misma significatividad en general.

Esto sólo podía llevarse a efecto con la cooperación del Espíritu Santo. Ahora bien, el tiempo más oportuno para la misión del Espíritu y su irrupción en nosotros fue aquel que siguió a la marcha de nuestro Salvador Jesucristo. Pues mientras Cristo vivía corporalmente entre sus fieles, se les mostraba como el dispensador de todos sus bienes; pero cuando llegó la hora de regresar al Padre celestial, confirmó asistiendo a sus adoradores mediante su Espíritu, y habitando por la fe en nuestros corazones. De este modo, poseyéndole en nosotros, podríamos llamarle con confianza: «Abba, Padre», y cultivar con ahínco todas las virtudes, y juntamente hacer frente con valentía invencible a las asechanzas del diablo y los insultos de los hombres, como quienes cuentan con la fuerza poderosa del Espíritu.

REFLEXIÓN

La transformación es tarea propia del Espíritu Santo quien desde la té que nos infunde, no sin nuestra libertad, promueve y gestiona el deseo. Un deseo que se hace uno con el deseo vital que llevamos íntimamente los humanos, y aun todo organismo viviente- Es como si los genes del Espíritu se hicieran parte de nuestra identidad y procedieran a superarnos hacia el nuevo ser en Dios.

 Este mismo Espíritu transforma y traslada a una nueva condición de vida a los fieles en que habita y tiene su morada. Esto puede ponerse fácilmente de manifiesto con testimonios tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Así el piadoso Samuel a Saúl: Te invadirá el Espíritu de Yahveh, y te convertirás en otro hombre. Y San Pablo: Nosotros todos, que llevamos la cara descubierta, reflejamos la gloria del Señor, y nos vamos transformando en su imagen con resplandor creciente; así es como actúa el Señor, que es Espíritu. No es difícil percibir cómo transforma el Espíritu la imagen de aquéllos en los que habita: del amor a las cosas terrenas el Espíritu nos conduce a la esperanza de las cosas del cielo; y de la cobardía y la timidez, a la valentía y generosa intrepidez de espíritu. Sin duda es así como encontramos a los discípulos, animados y fortalecidos por el Espíritu, de tal modo que no se dejaron vencer en absoluto por los ataques de los perseguidores, sino que se adhirieron con todas sus fuerzas al amor de Cristo. Se trata exactamente de lo que había dicho el Salvador: Os conviene que yo me vaya al cielo. En ese tiempo, en efecto, descendería el Espíritu Santo.

REFLEXIÓN

La Palabra nos enseña a ver en nuestras conductas cómo va asomando la creciente transformación del Espíritu Santo. Por eso la oración, el discernimiento, y las obras de amor fraterno son el prisma por el que se nos posibilita esa visión.

miércoles, 1 de junio de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 7 de Pascua

Hechos 20,28-38



REFLEXIÓN

que él adquirió con su propia sangre.

Los muchos que estuvieron en su amor de víctima, que soporta sufrimiento para liberar.

No es lo mismo que sufrir estérilmente. Sino por alguien, para que encuentre en este gesto un camino, una puerta, un horizonte.

Salga de su iniquidad y la del entorno hacia un tejido regenerado, en el que se inserta constructivamente.

Si no es la principal causa del conflicto humano, rivaliza en ello: responderse satisfactoriamente: si ama, si es amado.

Jesús de Nazareth, exaltado a la derecha del Padre, es una respuesta satisfactoria, porque representa un mensaje de amor verdadero: tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo. Y verifica ese amor en la historia al entregar su vida, al ser crucificado.

Y como la certeza humana no se logra fuera del Paradigma Jesús sobre la correspondencia en el amor, y no logramos saber absolutamente si alguien nos ama verdaderamente, nos propone una salida: es mejor dar que recibir.

Nos tortura la duda sobre el amor? Amemos más y mejor, olvidando la recompensa. Y saldremos de la tortura.

La tortura de los celos, de la baja autoestima, de la depresión por supuesta no correspondencia. Amar es mejor que no amar, que inhibirnos en amar, que acortarnos en amar, que esperar sentados a que nos amen. Porque si pesamos que no nos aman, partimos de un supuesto falso: porque ya nos aman. El amor del Padre nos precede.

se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño

Los peligros de dentro-fuera,fuera-dentro y dentro-dentro son posibles, porque no ha terminado de construirse el reino.

Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos. Por eso, estad alerta

Es más cómodo asumir que todo proviene de la buena voluntad y así no complicarse la vida. Estar alerta y concluir que se da una mala práctica es más difícil porque implica confrontar y pasar por una tensión incómoda.

Así hoy la tendencia es complaciente y relativista respecto de lo doctrinal y la ortodoxia.

Inmediatamente, ésta es replicada con la ortopraxis o se etiqueta como actitud fundamentalista.

Por lo tanto se requiere y se agradece el carisma de árbitro con el que hemos sido agraciados.

Hoy vivimos un caldo de cultivo servido para esta deformación por la tendencia, supuestamente en nombre de la crítica, a interpretar, aun sin caso, a cualquier autoridad.

Somos como mónadas relativistas, encerradas en nuestra interpretación, unidos contra el pastor.

Ahora os dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia de los santos

Esta confianza de Pablo en Dios que se ocupa de sus hijos y nuestro servicio no tiene límites porque trabajamos para el Señor, dueño de todo.

Es un pensamiento consolador y permite una actitud de descanso apoyarse en una confianza así.

Se reconoce que nuestra cooperación no es todo y lo más importante, sino que cede el lugar principal al Señor y su dominio.

Porque el Señor que envía es el dueño de la mies, y nosotros accidentes honorables, pero pasajeros. El Señor cuida de los suyos, màs que nosotros.

Se trata de un aprendizaje para los co-dependientes de todo tipo, atrapados en un apego malsano que hace creer que somos insustituíbles.

Es nuestra fe y esperanza, que la Palabra persista en construir, no obstante nuestra iconoclasia.

Siempre os he enseñado que es nuestro deber trabajar para socorrer a los necesitados,

Se trata de un sentido de solidaridad de los propios ingresos, lejos del egocentrismo y la codicia.

Esta dimensión de solidaridad puede causar  conflicto con la familia, que siente que sus derechos se cercenan y lo que les pertenece se dilapida.

acordándonos de las palabras del Señor Jesús: "Hay más dicha en dar que en recibir.""

Se busca la dicha y la felicidad pero no se subraya este dicho.

Sin embargo es cuestión de observar a unas cuantas personas dedicadas a darse y dar con generosidad, para contemplar el sentido de realización humana y felicidad, verificado en este mundo.

Es entendible la resistencia que se opone al compartir sin medida. Porque hay el riesgo de que se extienda como un virus antagónico y terminaría la enfermedad de la acumulación materialista.

Salmo responsorial: 67



REFLEXIÓN

Oh Dios, despliega tu poder, / tu poder, oh Dios, que actúa en favor nuestro.

Un aprendizaje que debemos hacer: conocer cómo es el poder de Dios. Es omnipotente sí, pero no para nuestra sed de venganza y desquite.

"Reconoced el poder de Dios."

Reconocer es un acto que mira hacia nuestra memoria conciente: darnos cuenta, enfocarnos.

Y también es un acto que mira hacia el Señor: darle gracias, honrar al dueño de todo, que ha actuado.

El poder de Dios actuante, aun cuando no sabemos o queremos reconocerlo. Porque nos parece que no actúa, y presionamos para que se manifieste como queremos.

Los creyentes tienen una evidencia íntima del poder del Señor y por eso son testigos.

Pero en el juicio que hace el mundo la evidencia no es válida ni suficiente.

Juan 17,11b-19



REFLEXIÓN

para que sean uno, como nosotros

Se amplía el sentido de la imagen y semejanza de la creación con esta revelación en Jesús: es de la unidad divina de la que participamos. Por eso los “endiosados” a lo largo de la historia no cejan en su esfuerzo por la unidad frente a toda disensión que la fragmente.

sino el hijo de la perdición

Un hijo de la perdición, un antihéroe es necesario en la repartición de roles para destacar al héroe y su mensaje.

Lo que no nos cabe es que ese rol pueda ser permanente, para perdición eterna.

Queremos ver esta funcionalidad: héroe antihéroe, sobrepujada por la unidad que viene de la misericordia del Padre, que no ceja hasta reintegrar el Hijo pródigo.

Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad

Y así por la fe estamos vinculados a Jesús Palabra Verdad. Ya velemos o durmamos no debemos ni podemos desvincularnos del proceso de hacer la verdad en el mundo.

se consagren ellos en la verdad

Consagrarse en la verdad salvadora, es ir más lejos que una filosofía y ciencia cualquiera, que se consagra a una verdad particular y específica.

Porque esa verdad afecta nuclearmente al que busca. En ello se juega su vida para siempre.

No es posible sin una asistencia del Espíritu para perseguirla siempre, hasta el fin y asumiendo la interpelación propia de esa verdad.

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