viernes, 23 de septiembre de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Viernes, XXV semana

San Agustín Sermón sobre los pastores 46,29-30

Cristo apacienta a sus ovejas debidamente, discierne a las que son suyas de las que no lo son. Mis ovejas escuchan mi voz –dice– y me siguen. En estas palabras descubro que todos los buenos pastores se identifican con este único pastor. No es que falten buenos pastores, pero todos son como los miembros del único pastor. Si hubiera muchos pastores, habría división, y, porque aquí se recomienda la unidad, se habla de un único pastor. Si se silencian los diversos pastores y se habla de un único pastor, no es porque el Señor no encontrara a quien encomendar el cuidado de sus ovejas, pues cuando encontró a Pedro las puso bajo su cuidado. Pero incluso en el mismo Pedro el Señor recomendó la unidad. Eran muchos los apóstoles, pero sólo a Pedro se le dice: Apacienta mis ovejas. Dios no quiera que falten nunca buenos pastores, Dios no quiera que lleguemos a vernos faltos de ellos; ojalá no deje el Señor de suscitarlos y consagrarlos. Ciertamente que, si existen buenas ovejas, habrá también buenos pastores, pues de entre las buenas ovejas salen los buenos pastores. Pero hay que decir que todos los buenos pastores son, en realidad, como miembros del único pastor y forman una sola cosa con él. Cuando ellos apacientan, es Cristo quien apacienta. Los amigos del esposo no pretenden hacer oír su propia voz, sino que se complacen en que se oiga la voz del esposo. Por esto, cuando ellos apacientan, es el Señor quien apacienta; aquel Señor que puede decir por esta razón: «Yo mismo apaciento», porque la voz y la caridad de los pastores son la voz y la caridad del mismo Señor. Ésta es la razón por la que quiso que también Pedro, a quien encomendó sus propias ovejas como a un semejante, fuera una sola cosa con él: así pudo entregarle el cuidado de su propio rebaño, siendo Cristo la cabeza y Pedro como el símbolo de la Iglesia que es su cuerpo; de esta manera, fueron dos en una sola carne, a semejanza de lo que son el esposo y la esposa.

REFLEXIÓN

No obstante la tendencia e inclinación a la diversidad y también a la fragmentación, según muchos un atributo de la riqueza del mundo y la creación, el énfasis y la insistencia en la unidad que transmita la única voz del Pastor JesuCristo se mantiene. El carisma de Pedro es la unidad de todos los pastores en él, y con ellos sus rebaños, pero para mantener única la voz del Pastore Eterno, del Señor Dios Altísimo, del Padre de toda criatura. Es mucha la agitación que surge de los inconformes con la gestión de la unidad del carisma de Pedro, pero debe reconducirse a la unidad, no a la división.

EJERCICIOS ESPIRITUALES

 



TERCERA-SEMANA

[190] 1º día. LA PRIMERA CONTEMPLACION, A LA MEDIA NOCHE, ES COMO CHRISTO NUESTRO SEÑOR FUE DESDE BETHANIA PARA HIERUSALEN A LA ULTIMA CENA INCLUSIVE, NUM. [289], Y CONTIENE EN SI LA ORACION PREPARATORIA, 3 PREAMBULOS, 6 PUNCTOS Y UN COLOQUIO.

Oración. La sólita oración preparatoria.

[191] 1º preámbulo. El primer preámbulo es traer la historia, que es aquí cómo Christo nuestro Señor desde Bethania envió dos discípulos a Hierusalém a aparejar la cena, y después él mismo fue a ella con los otros discípulos; y cómo después de haber comido el cordero pascual y haber cenado, les lavó los pies, y dio su sanctíssimo cuerpo y preciosa sangre a sus discípulos, y les hizo un sermón después que fue Judas a vender a su Señor.

REFLEXIÓN

          [190] [191] Los comprendidos entre los números [287] a [298]

 [192] 2º preámbulo. El segundo, composición viendo el lugar: será aquí considerar el camino desde Bethania a Hierusalém, si ancho, si angosto, si llano, etcétera. Asimismo el lugar de la cena, si grande, si pequeño, si de una manera o si de otra.

[193] 3º preámbulo. El tercero, demandar lo que quiero: será aquí dolor, sentimiento y confussión, porque por mis peccados va el Señor a la passión.

REFLEXIÓN

[192] [193]  La tradición católica ha enfatizado el sentido en la entrega de Jesús por los pecados, y mis pecados. La orientación actual, sin quitar lo tradicional lo ha enriquecido con un sentido de crecimiento y superación en dignidad humana, que no es contradictorio pero resulta más significativo a una cultura anropológica mayormente prometeica y no expiativa. Es importante en el sentir de la experiencia ignaciana el esfuerzo de acercarse al Jesús real para entablar una conexión, un vínculo que deje huella en el ejercitante. En la segunda semana se acercó Jesús líder, pastor, guía. Ahora es el siervo, cordero, que expía.

[194] 1º puncto. El primer puncto es ver las personas de la cena, y reflitiendo en mí mismo, procurar de sacar algún provecho dellas.

2º puncto. El segundo: oír lo que hablan, y asimismo sacar algún provecho dello.

3º puncto. El 3: mirar lo que hacen y sacar algún provecho.

REFLEXIÓN

[194] Qué nos dice este fantasear o imaginar, para un@s más fácil que para otr@s. ¿Cómo nos motiva?

 [195] 4º puncto. El 4: considerar lo que Christo nuestro Señor padesce en la humanidad o quiere padescer, según el paso que se contempla; y aquí comenzar con mucha fuerza y esforzarme a doler, tristar y llorar, y así trabaxando por los otros punctos que se siguen.

REFLEXIÓN

[195] La empatía en el dolor, parece más a la mano, pero no siempre. Esforzarse en sentir dolor, no como asunto de fingimiento de actor, sino en base a la seriedad histórica del relato. Enternece ver las manifestaciones populares que celebran la pasión, som@s señal de un ethos humano solidario. Esta solidaridad con el dolor de much@s crucificad@s, contemplando al Jesús crucificado, es una puerta hacia el cambio del corazón a favor de toda víctima.

[196] 5º puncto. El 5: considerar cómo la Divinidad se esconde es a saber, cómo podría destruir a sus enemigos, y no lo hace, y cómo dexa padescer la sacratíssima humanidad tan crudelíssimamente.

REFLEXIÓN

[196] La representación de una divinidad que potencialmente se vindicativa no está presente casi en la actual reflexión teológica. En Jesús de Nazareth la divinidad de Dios, es mejor vista como encarnación, acompañamiento, pacífica mostración de una demanda de justicia.

[197] 6º puncto. El sexto: considerar cómo todo esto padesce por mis peccados, etcétera, y qué debo yo hacer y padescer por él.

REFLEXIÓN

[197] Es importante este paso en el sentido del compromiso de quien empatice y se solidarice con el dolor de la víctima, cuyo prototipo es Jesús. L@s ejercitant@s toman fuerza aquí para su proyecto de vida, después de haber pasado por el proceso de elección o reforma de vida.

[198] Coloquio. Acabar con un coloquio a Christo nuestro Señor, y al fin con un Pater noster.

[199] Nota. Es de advertir, como antes y en parte está declarado, que en los coloquios debemos de razonar y pedir según la subiecta materia, es a saber, según que me hallo tentado o consolado, y según que deseo haber una virtud o otra, según que quiero disponer de mí a una parte o a otra, según que quiero dolerme o gozarme de la cosa que contemplo, finalmente pidiendo aquello que más efficazmente cerca algunas cosas particulares desseo; y desta manera puede hacer un sólo coloquio a Christo nuestro Señor o si la materia o la devoción le conmueve, puede hacer tres coloquios, uno a la Madre, otro al Hijo, otro al Padre, por la misma forma que está dicho en la segunda semana en la meditación de los dos binarios, con la nota que se sigue a los binarios.

REFLEXIÓN

[198] [199] El coloquio se calienta con el corazón, pero propone con la convicción de la razón, para neutralizar los sentimentalismos, sensiblerías y romanticismos que pueden estar rondando a l@s ejercitantes.