martes, 11 de abril de 2023

VIVO Y MUESTRO LA CONFIANZA HACIA JESÚS COMO BIENAVENTURANZA
 
Martes de la octava de Pascua
San Anastasio de Antioquía, Sermón 4,1-2 39

Después que Cristo se había mostrado, a través de sus palabras y sus obras, como Dios verdadero y Señor del universo, decía a sus discípulos, a punto ya de subir a Jerusalén: Mirad, estamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los gentiles y a los sumos sacerdotes y a los escribas, para que lo azoten, se burlen de él y lo crucifiquen. Esto que decía estaba de acuerdo con las predicciones de los profetas, que habían anunciado de antemano el final que debía tener en Jerusalén. Las sagradas Escrituras habían profetizado desde el principio la muerte de Cristo y todo lo que sufriría antes de su muerte; como también lo que había de suceder con su cuerpo, después de muerto; con ello predecían que este Dios, al que tales cosas acontecieron, era impasible e inmortal; y no podríamos tenerlo por Dios, si, al contemplar la realidad de su encarnación, no descubriésemos en ella el motivo justo y verdadero para profesar nuestra fe en ambos extremos; a saber, en su pasión y en su impasibilidad; como también el motivo por el cual el Verbo de Dios, por lo demás impasible, quiso sufrir la pasión: porque era el único modo como podía ser salvado el hombre. 

Cosas, todas éstas, que sólo las conoce él y aquellos a quienes él se las revela; él, en efecto, conoce todo lo que atañe al Padre, de la misma manera que el Espíritu sondea la profundidad de los misterios divinos. El Mesías, pues, tenía que padecer, y su pasión era totalmente necesaria, como él mismo lo afirmó cuando calificó de hombres sin inteligencia y cortos de entendimiento a aquellos discípulos que ignoraban que el Mesías tenía que padecer para entrar en su gloria. Porque él, en verdad, vino para salvar a su pueblo, dejando aquella gloria que tenía junto al Padre antes que el mundo existiese; y esta salvación es aquella perfección que había de obtenerse por medio de la pasión, y que había de ser atribuida al guía de nuestra salvación, como nos enseña la carta a los Hebreos, cuando dice que él es el guía de nuestra salvación, perfeccionado y consagrado con sufrimientos. 

Y vemos, en cierto modo, cómo aquella gloria que poseía como Unigénito, y a la que por nosotros había renunciado por un breve tiempo, le es restituida a través de la cruz en la misma carne que había asumido; dice, en efecto, san Juan, en su evangelio, al explicar en qué consiste aquella agua que dijo el Salvador que manaría como un torrente de las entrañas del que crea en él. Decía esto refiriéndose al Espíritu, que habían de recibir los que creyeran en él. Todavía no se había dado el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado; aquí el evangelista identifica la gloria con la muerte en cruz. Por eso el Señor, en la oración que dirige al Padre antes de la pasión, le pide que lo glorifique con aquella gloria que tenía junto a él, antes que el mudo existiese.

REFLEXIÓN

Jesús glorificado nos recupera en clave humana novedosa y luminosa, la capacidad de credibilidad y docilidad a la amistad con Dios, que arranca en Abraham. Cree Jesús que esa alianza de veras es el mejor sentido de valía y dignidad que posee el ser humano de cualquier diversidad. Y pone su carne en el asador para mostrarlo. Muere por eso. Sus seguidores de buena voluntad así nos lo van mostrando oportunamente. Y eso agradecemos y nos esforzamos en ensayar en nuestras existencias.

lunes, 10 de abril de 2023

PALABRA COMENTADA

 Lunes de la octava de Pascua

Hechos 2,14.22-23



REFLEXIÓN

enteraos bien de lo que pasa

La palabra ofrece una visión de la realidad más allá de la mera apariencia, y que llama a nuestro obsequio de obediencia de fe, incluso contra nuestras repugnancias y simplificaciones.

os hablo de Jesús Nazareno, el hombre que Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los milagros, signos y prodigios que conocéis.

Estamos en las primeras etapas de la reflexión sobe Jesús de Nazaret, antes de una cristología sistemática. Por qué y para qué se dio la misma? No parece que se puedan eliminar los intereses particulares y las ambiciones personales, las cuales tejen la historia que vivimos. Pero también el Espíritu trabaja en la misma para purificar y que se refleje la voluntad salvífica, el designio del Padre en el Hijo. Incluso la purificación adopta formas que podemos intentar excluir porque viene de corrientes contrarias, contradictorias, contestatarias, que son como un azote de la credulidad y la ideología.

La estela del barco permite conocer su movimiento y dirección. El buen o mal crédito entre la gente permite saber de la calidad de las personas.

Sin embargo se dan ambigüedades, ambivalencias, contradicciones y disparidades en lo que a crédito y fama respecta, entre los seres humanos.

Jesús de Nazareth hizo el bien, tuvo buen crédito-a ello se refiere Pedro- pero tuvo detractores, indiferentes, y gente que ni se enteró.

En esta forma Jesús vivió una de sus parábolas: la semilla de la que nace un árbol que se va haciendo grande. Porque Jesús escenificó el Reino en sí mismo y así se plasmó la identidad entre Reino y Jesús confesada por sus seguidores.

Conforme al designio previsto y sancionado por Dios, os lo entregaron, y vosotros, por mano de paganos, lo matasteis en una cruz

El designio que se menciona existe como destino inexorable en otras mentalidades, como lo que está escrito. En Jesús se nos revela como voluntad amorosa del Padre.

No es un Dios lejano e indiferente en su Olimpo. Sino un Padre que busca darnos la salvación, que es más que la felicidad, en medio de la libertad de sus criaturas y la malignidad del adversario.

En la trama más profunda existe un designio del que todos participamos como actores. Y aún no quererlo es participar también.

Pero Dios lo resucitó

Este grito y anuncio es nuestra base o plataforma de sentido para una existencia luminosa. Es la luz al final del túnel, es la bahía para la tormenta. El enclave de tierra firme en medio de la ciénaga. La roca inconmovible sobre la cual asentarse y alabar.

Se revoca en Jesús, primer hombre nuevo, la sentencia del viejo Adán. La muerte actúa pero no domina.

mi carne descansa esperanzada

La fe en la resurrección, cuando es vida y dinámica, penetra y desciende hasta los últimos habitáculos del cuerpo y el alma. Produce una certeza y una serenidad que se dejan sentir, en un profundo descanso de la tensión existencial.

no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia

Se trata de un canto que podemos hacer nuestro, ahora con Jesús a la cabeza.

permitidme hablaros con franqueza: El patriarca David murió y lo enterraron, y conservamos su sepulcro hasta el día de hoy.

El advenimiento del fin en el Jesús glorificado, es escatología realizada, fin del mundo anticipado. Prolepsis. Y lo nuestro? Un compartir de lo mismo? Un transitorio final que ha de ratificarse?

Así nosotros probaremos el sepulcro, pero confiados en participar de la vida que ya es plena en Jesús Resucitado.

Dios resucitó a este Jesús, de lo cual todos nosotros somos testigos

El testimonio humano en la corriente histórica de la tradición, que nos entrega la buena noticia de la llegada del Reino en Jesús Resucitado, es crucial para nuestro sentido de vida personal y social.

ha recibido del Padre el Espíritu Santo que estaba prometido, y lo ha derramado

Porque Jesús aún glorificado sigue siendo para el mundo, fuente de Espíritu. No es egocéntrico victorioso. Sino la cabeza de un nuevo cuerpo.

La buena nueva ahora se reparte a manos llenas por el Espíritu, allí donde nos reunimos en su nombre.

Salmo responsorial: 15



REFLEXIÓN

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; / mi suerte está en tu mano

En una cultura apegada a la tierra como lo más sagrado, y el vínculo con los predecesores, a quienes se recuerda para que sigan viviendo, un lote es  el patrimonio y herencia por excelencia.

Decir eso y sentirlo del Señor es declararse única y exclusivamente arraigados en Él, de quien se espera absolutamente todo en la vida, y se descarta cualquier explicación basada en la coincidencia o la mera suerte.

Jesús de Nazareth es para nosotros un maesto y guía en esta experiencia absoluta de Dios, pues él orientó su vida con el Padre como su lote, copa y suerte.

y mi carne descansa serena

Ya la muerte no es el descanso eterno, sino la vida en Jesús Resucitado.

Me enseñarás el sendero de la vida, / me saciarás de gozo en tu presencia, / de alegría perpetua a tu derecha

Porque tuve hambre y me diste de comer, sed…, enfermo…, preso…

Mateo 28,8-15



REFLEXIÓN

impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo(apangello:anunciar enfatizando la fuente y autoridad de la noticia)

La Palabra subraya que se trata de una revelación, no del anuncio de una noticia cualquiera, de una mera información.

Lo que hay que decir, anunciar, dar cuenta, reportar o comunicar es de tal calibre que merece ser recibido con fe, con el obsequio y rendición de la buena voluntad de una persona. Y esto puede darse en diferentes niveles y calidades.

"Alegraos."

Es la petición que hacemos al Señor como fruto de la cuarta semana de los ejercicios de S.Ignacio. Porque la alegría por la bendición de otro es un don que nos despoja del amor propio, querer e interés. Nos perfecciona en el amor solidario que no descansa sino en el bien de otro.

"No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán."

Se organiza la familia de Jesús, la fraternidad universal de hombres y mujeres nuevos. No se debe temer ya el dominio definitivo de la muerte. Es un saludo que toma nuevo significado: El Señor, su beneplácito, esté con uds.

Ahora como nunca antes se ofrece la benevolencia de Dios en el mismo Señor Jesús glorificado.

Y por tanto esta experiencia destierra cualquier temor o fobia. No a un encuentro con una divinidad antropomórfica, que encarna nuestros propios temores ocultos.

No al temor existencial que surge de nuestra conciencia de seres limitados y destinados a morir algún día.

Se pide que este anuncio que viene de Dios sea recibido con una fe que destierre cualquier temor que interfiera con el gozo.

"Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais.”

En paralelo con la narración del paraíso en el Génesis, donde la felicidad de la primera pareja fue atacada por la insidia de la serpiente, que plantó la duda sobre las buenas intenciones de Dios, así en el mismo momento que se anuncia la vida nueva en la resurrección se asoma la insidia de la teoría de la conspiración, para dar una explicación alternativa y maliciosa.

Porque el anti-reino no puede descansar en sus ataques ante la inminencia de su fin. Ya la muerte dejó de ser su victoria.

Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.

Hasta hoy y no solo entre los judios.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1645401249867522056?s=20

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Hechos 2,14.22-23

Según Pedro la nueva era de la Promesa de Dios inicia con el espectáculo de gente entusiasta hablando en lenguas. Joel2,28. Los últimos días que se citan imprimen un carácter escatológico a esta manifestación.

Salmo responsorial: 15

Quien sin posesiones se refugia en el Señor disfruta de su compañía que ofrece seguridad y consejo.

Mateo 28,8-15

Antes los guardias fueron atemorizados por los fenómenos de la naturaleza, y después las mujeres son tranquilizadas por los ángeles que anuncian la resurrección. Se trata de un mensaje cualificado para quienes creen o han creído. El encuentro que les ofrece Jesús les permite volver a una realidad nueva pero asimilable y a un encargo, algo complicado pero posible para quien se deja motivar por la alegría del Resucitado.La teoría de la conspiración que inicia su andadura histórica, no es tan diferente de lo que Jesús vivió durante su vida pública. No se cree y aún más, se difama.