jueves, 13 de abril de 2023

PALABRA COMENTADA

 Jueves de la octava de Pascua

Hechos 3,11-26



REFLEXIÓN

¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a éste con nuestro propio poder o virtud?

Quién es el amo y quién el servidor? Pedro es la muestra de la lealtad evangélica: un paradigma de todos los servidores en adelante.

Se trabaja en nombre de Jesucristo, quien por su Espíritu, que se distribuye desde su exaltación, lleva adelante la extensión del Reino, mediante los siervos creyentes en él.

ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo

La glorificación de Jesús de Nazareth implica una responsabilidad de sus paisanos en esa generación.

Es probable por la política de sus dirigentes, quienes formularon el dilema: o el reino de Jesús o la aniquilación romana.

Se han dado casos en la historia reciente de tales manejos, como en el caso guerras apoyadas por el grueso de la población, debido a la propaganada de sus políticos.

Se han dado casos incluso de genocidios horrendos e infames de los civiles, supuestamente enemigos, en nombre del patriotismo y la religión.

Sin llegar al extremo del antisemitismo, otra muestra de racismo, no se puede ocultar que la dirigencia del momento que entregó a Jesús a Pilato, estuvo apoyada por turbas, manipuladas o no, que orquestaron su muerte.

Actualmente estas palabras no son unánimemente entendidas como en otros tiempos. Las claves de interpretación se han diversificado.

La exculpación de Pilatos para algunos es por el oportunismo de los cristianos en dejar bien parados a los romanos.

La calificación para otros de Barrabás no es la de asesino sino la de un guerrillero que luchaba por la independencia de Judea del poder romano. Otro tanto para el Imperio por parte de los cristianos.

Y así los cristianos según otros han desencadenado en la historia un desprestigio para los judíos al hacerlos únicos responsables de la muerte de Jesús.

Ha dejado de ser entonces la Palabra un mensaje fiel en el que podemos fundar nuestra lealtad y fe? Hemos de depurar según las claves de nuestro tiempo y su capacidad crítica las palabras o el texto en el que viene envuelto el mensaje?

matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos

Porque el Dios viviente, por quien apostó Jesús, es la vida misma que no puede ser extinguida, a pesar de los fuegos fatuos de la muerte.

Si observamos la vida mortal, en cuyo entorno nos ubicamos, da muestras y señales de afianzamiento y persistencia, más allá de las debilidades y enfermedades.

Temprano se reconoce a Jesús una posición eminencial en el universo religioso: autor de la vida. Hay detalles en estos discursos en los que resuenan las especulaciones del Logo, que luego se leerán en el evangelio de Juan.

Este es el compromiso público que fundamenta el nuestro: los testigos que dan su vida por lo que creen y atestiguan. Son la cabeza de una procesión de siglos de testimonio, que motivan el propio nuestro, si no en sangre, al menos en existencia densa de fe en Jesús.

No obstante la controversia de las interpretaciones, se afirma lo fundamental: la intervención de Dios en Jesús a través de su Resurrección.

La muerte de Jesús cuya causalidad es polémica y debatida, ha sido desacreditada como hecho terrible debido al poder de matar, venga de donde venga.

En Jesús Resucitado toda potencialidad de la muerte planeada, dirigida, ejecutada por hombres poderosos y ambiciosos ha sido descalificada como impotente en definitiva ante la vida que viene de Dios.

Hay una dimensión de vida sobreabundante que sobrepuja toda pretensión de muerte y su energía corrupta.

éste que veis aquí y que conocéis ha creído en su nombre, su nombre le ha dado vigor; su fe le ha restituido completamente la salud

La fraternidad que se formó desde la muerte y resurrección de Jesús asume con plena conciencia su legado: una fe capaz de sanar en todo sentido, carnal y espiritualmente.

En esta convicción descansa nuestra fe, esperanza y amor para quienes tienen la misión de transformar la existencia.

Como se transformó la del paralítico curado por Pedro y Juan.

sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo

Las consecuencias de tal atribución de responsabilidad por parte de una fuente cristiana fue lamentable, porque muchas generaciones judías fueron estigmatizadas posteriormente por ese crucificado, llevando así una herencia opresiva.

Y todo eso a pesar de que Jesús los había perdonado en su patíbulo, porque no sabían lo que se hacían.

Este atenuante borra la malicia de toda culpabilidad, que se da objetivamente, pero no en la libertad de acción completa. Es el consuelo ante el juicio justo del Señor. Y es el consuelo que fundamenta la esperanza de su misericordia. No es como el caso de la ley cuya ignorancia no excusa.

Este mensaje e intervención relativiza la posible mala voluntad de otros actores. Porque la vida que viene de Dios y su Resucitado es también perdón de culpas.

 

su Mesías tenía que padecer

Los mesías pululan y salen hasta debajo de las piedras. Sólo hay que observar la historia.

Pero todos están interesados además por acrecentar su poder.

Por eso el mesías del Señor debía mostrar que entregaba su vida voluntaria y pacíficamente.

Por eso no se puede tomar a la ligera la Escritura, porque la palabra del Señor se cumple. Y si se cumplió en una realidad como la del padecimiento de su ungido, una realidad que le tocaba tan de cerca, cómo no se cumplirá en los anuncios que se hicieron sobre la salvación de la creación.

arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados

Arrepentirse y convertirse, a ver si…

Ya no hay que apelar a un organismo o estructura que dispense el perdón de los pecados.

Los reformados tuvieron una intuición genial: repudiaron los intermediario para administrar y vender el perdón.

Sólo que descubrieron que volvían a organizar el perdón en otra estructura, y ese carisma era sofocado en otros ritos.

Parece ineludible la institucionalización de un carisma, sólo que debe servirlo y no sofocarlo.

Así no es posible un perdón sin conversión. Ésta será garantía de un arrepentimiento sincero y comprometido, como no puede fabricarlo ningún rito externo.

Dios resucitó a su siervo y os lo envía en primer lugar a vosotros, para que os traiga la bendición, si os apartáis de vuestros pecados."

Es una condición básica de la nueva alianza. En complicidad con el pecado se esteriliza la vida y el perdón del Señor.

Salmo responsorial: 8

              


                

REFLEXIÓN

¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,

Y respetes su decidir?

Uno se maravilla que el Señor se autolimite en su poder frente al poder de decisión humana.

Nuestro poder es por exclusiva generosidad del Señor: no lo tendrias sino se te hubiera dado, le dijo Jesús a Pilato.

Lo hiciste poco inferior a los ángeles, / lo coronaste de gloria y dignidad, / le diste el mando sobre las obras de tus manos, / todo lo sometiste bajo sus pies

Es Jesús de Nazareth convertido en prototipo de humanidad renovada, el coronado de gloria, por encima de ángeles, dominaciones y potestades.

No debe dar pie en la Humanidad actual a una presunción de superioridad que conlleve la explotación y abuso de la creación, y al antropocentrismo que elimina los otros dominios. Porque la Humanidad actual, hombres y mujeres, no son la Humanidad nueva en plenitud, sino en proceso.

Lucas 24,35-48



REFLEXIÓN

"¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo

Se trata de un relato de aparición del resucitado que insiste en un doble aspecto: no se reconoce a Jesús inicialmente, pero es el mismo Jesús que siempre conocieron.

Él no es un fantasma sino una realidad.

Un fantasma como imagen de alguien que sin pertenecer a este mundo, porque ha muerto, interviene en él con una especie de vitalidad, más conmemorativa de muerte que de vida, y con trazas de nuestras condiciones de vida y no como declarativa de otra distinta.

Lucas está descartando este modelo para el Jesús Resucitado.

Estos elementos deben formar parte de nuestra fe actual. Un realismo no una ilusión. Un contacto con Jesús que se mantenga en su identidad verdadera.

Se trata de una experiencia espiritual y humana que se da por iniciativa del Padre, quien nos llama al encuentro con su Hijo. Él nos revela a Jesús muerto y resucitado.

La transformación de toda la realidad sin excluir partes es lo propio de la nueva vida. No se pierde lo que hemos sido para bien.

Él lo tomó y comió delante de ellos

Se ha comentado que esta insistencia por parte del redactor tiene que ver con el tipo de lector del evangelio, en el origen.

Se habla de una mezcla de judíos helenistas, aquellos que se habían educado en la diáspora en medio de una cultura griega, y paganos.

Para la cultura helena del entorno, lo sobrenatural era fanasmagórico, solo una apariencia.

La experiencia de Jesús resucitado, según el autor no va por ese camino.

El texto opta por la continuidad de Jesús de Nazareth ahora resucitado.

les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras

Se nos induce a poner la iluminación de fe propia de nuestra conversión en proceso, al servicio de la Palabra, que es la regla máxima de la fe.

les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras

Es uno de los mensajes reiterativos y básicos para los primitivos creyentes y en ellos para nosotros: una mente nueva para leer las escrituras y vivirlas.

el perdón de los pecados a todos los pueblos,

De esta nueva vida se desprende la oportunidad de regeneración que tenemos todos.

Vosotros sois testigos de esto

Este es el otro mensaje y uno de los objetivos pastorales de la escritura y el evangelio: convertirnos, transformarnos en testigos del resucitado.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1646481612178161664?s=20

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Hechos 3,11-26

Antes que nada aclarar Pedro que él no es el autor de la curación. Sino Jesús.Quien esel siervo anunciado por los profetas en el plan de Dios.Jesús como Dios esel único Justo.Es Jesús el Autor de la vida, un título que sólo aparece en Hch y Heb

Salmo responsorial: 8

La peculiaridad humana es admirable, y llama a la alabanza de Dios. Se reconoce su dignidad entre las criaturas del universo creado, sin olvidar los ángeles.

Lucas 24,35-48

La realidad y constatación de la resurrección avanza distinguiéndose cada vez más de una mera fantasmagoria. Jesús come en forma que se relacionen con la comida fundamental del reino que es su cuerpo, y recuerden sus eventos milagrosos a favor de muchos.


 
el bautismo de Cristo es tipo y signo sensible de su pasión
De las Catequesis de Jerusalén
(Catequesis 20 [Mistagógica 2], 4-6: PG 33, 1079-1082)
 
EL BAUTISMO ES SIGNO VISIBLE DE LA PASIÓN DE CRISTO

 

Fuisteis conducidos a la sagrada piscina bautismal, del mismo modo que Cristo fue llevado desde la cruz al sepulcro preparado.

 Y se os preguntó a cada uno personalmente si creíais en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Y, después de haber hecho esta saludable profesión de fe, fuisteis sumergidos por tres veces en el agua, y otras tantas sacados de ella; y con ello significasteis de un modo simbólico los tres días que estuvo Cristo en el sepulcro.

 Porque, así como nuestro Salvador estuvo tres días con sus noches en el vientre de la tierra, así vosotros imitasteis con la primera emersión el primer día que estuvo Cristo en el sepulcro, y con la inmersión imitasteis la primera noche. Pues, del mismo modo que de noche no vemos nada y, en cambio, de día nos hallamos en plena luz, así también cuando estabais sumergidos nada veíais, como si fuera de noche, pero al salir del agua fue como si salierais a la luz del día. Y, así, en un mismo momento moristeis y nacisteis, y aquella agua salvadora fue para vosotros, a la vez, sepulcro y madre.

 Y lo que Salomón decía, en otro orden de cosas, a vosotros os cuadra admirablemente; decía, en efecto: Tiene su tiempo el nacer y su tiempo el morir. Mas con vosotros sucedió al revés: tiempo de morir y tiempo de nacer; un mismo instante realizó en vosotros ambas cosas: la muerte y el nacimiento.

 ¡Oh nuevo e inaudito género de cosas! No hemos muerto ni hemos sido sepultados físicamente ni hemos resucitado después de ser crucificados en el sentido material de estas palabras, sino que hemos llevado a cabo unas acciones que eran imagen e imitación de estas cosas, obteniendo con ello una salvación real y verdadera.

 Cristo verdaderamente fue crucificado, fue sepultado y resucitó; y todo esto se nos ha dado a nosotros como un don gratuito, para que, siendo por la imitación partícipes de sus dolores, adquiramos, de un modo real, nuestra salvación.

 ¡Oh exuberante amor para con los hombres! Cristo recibió los clavos en sus inmaculados pies y manos, y experimentó el dolor; y a mí, sin dolor ni esfuerzo alguno, se me da gratuitamente la salvación por la comunicación de sus dolores.

 Nadie piense, pues, que el bautismo consiste únicamente en el perdón de los pecados y en la gracia de la adopción -como era el caso del bautismo de Juan, que confería tan sólo el perdón de los pecados-, sino que, como bien sabemos, el bautismo de Cristo no sólo nos purifica de nuestros pecados y nos otorga el don del Espíritu Santo, sino que también es tipo y signo sensible de su pasión. En este sentido exclamaba el apóstol Pablo: Cuantos en el bautismo fuimos sumergidos en Cristo Jesús fuimos sumergidos en su muerte. Por nuestro bautismo fuimos, pues, sepultados con él, para participar de su muerte.