sábado, 13 de mayo de 2023

PALABRA COMENTADA

 Sábado 5 de Pascua

Hechos 16,1-10



REFLEXIÓN

Los hermanos de Listra y de Iconio daban buenos informes de él.

El buen decir de los hermanos es una base para la selección de los ministros. No se da suficiente relieve a este dato silencioso en la formación de la tradición, sino que se le supone o menosprecia.

Ordinariamente la conducta que se espera no se comenta mucho hoy en nuestras sociedades mediáticas. Más bien lo contrario.

Eso nos lleva a darle poco valor a la buena fama. Más bien la mala fama, el escándalo es el pan de cada día, con la consiguiente descalificación de la marcha de la historia y el supuesto fracaso del designio de salvación.

Por contribuir al avance del anti reino, o el entorpecimiento del crecimiento del reino, se ha de ver en esa actitud una estrategia del mal espíritu.

Pablo quiso llevárselo y lo circuncidó, por consideración a los judíos de la región, pues todos sabían que su padre era griego

Incongruencia de Pablo? Por un lado niega la obligación de circuncidar a los gentiles. Pero también busca complacer a los sectores judíos en este caso. Se habrá tomado en cuenta la opinión de Timoteo o se le habrá impuesto la circuncisión? Son consideraciones políticas o evangélicas? O es que hay coyunturas en que las unas y las otras son inseparables, y siempre se prestarán a discusión?

La estrategia misionera de la naciente comunidad, incluído Pablo, fue enfocarse en los creyentes judíos, para predicarles a Jesús el judío crucificado, ahora vivo.

Un colaborador de Pablo llamado Timoteo, sin haberse circuncidado, no habría podido ir a la sinagoga a predicar a Jesús.

La entrada masiva de gentiles vino después, cuando el rechazo de los judíos se consolidó.

En el inicio Pablo actuaba como los judíos cristianos, que tomaban como modelo el trato que los judíos daban a sus conversos  gentiles.

Las circunstancias históricas del ingreso cada vez mayor de gentiles en el camino lo irá haciendo evolucionar en este punto.

Eran tiempos de transición y la novedad no tenía modelos para tomar decisiones.

comunicaban las decisiones de los apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para que las observasen

Se iba dando una jerarquía y organigrama. Como todo grupo y comunidad que proyecta para el futuro y se institucionaliza aunque sea mínimamente.

Hoy se escuchan fuertes clamores a propósito de las jerarquías y organigramas de las iglesias, de unas más que otras, porque se piensa que han perdido la sencillez, igualdad  y el testimonio de fraternidad de los inicios.

No se soporta la prepotencia de los que asumen la vocería de los cielos porque los desafiará la vocería de la tierra.

Como el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en la provincia de Asia

intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió

Las intervenciones del Espíritu de Dios pueden ser de múltiples formas para guiarnos en el cumplimiento de su voluntad, que debemos acatar de buen grado, creyendo que Èl conduce la historia de salvación en la única historia.

La fe de la comunidad del autor de Hechos se centra en la contemplación de las misiones de la comunidad como dirigidas por un actor principal: el Espíritu de Jesús.

Se vive así una pascua permanente porque el Señor crucificado y Glorificado vive en la fraternidad y su servicio al reino.

Pablo tuvo una visión

Pueden ser iluminaciones íntimas que dan claridad sobre decisiones a tomar. Pueden ser sentires profundos para afectarse en algún sentido más que en otro.

"Ven a Macedonia y ayúdanos."

La visión pastoral del apóstol de Jesús es integral, porque apunta a la necesidad humana de salvación, para lo cual hay que entablar una lucha de liberación de los males y esclavitudes que nos oprimen.

Nada de lo humano le es ajeno, en contra de enfoques que reducen el ministerio.

Salmo responsorial: 99



REFLEXIÓN

servid al Señor con alegría

La alegría en el servicio evangélico es señal del buen espiritu. Llevar una existencia apagada y triste, aparte de una prueba del Señor, puede convertirse en un desafío para superar el amor y propio interés.

La alegría se va dando al irse desprendiendo de todo lo que ata.

Es la compañía de quien camina ligero de equipaje.

La alegría y el gozo en el servicio al designio del reino debe ser el indicador apropiado que nos convenza de mantenernos en el camino.

Atraviesa incluso la depresión o tristeza emocional que nos causa nuestra debilidad y el estado del mundo, enseñoreado ilusoriamente por el anti reino.

su pueblo y ovejas de su rebaño

Si algo queda de la revelación de Dios a su pueblo de su etapa nómada, fue el sentido de pastoreo que los unía: un líder que no se parece a ningún otro y una su comunidad unida que lo rodea y se apoya en él como su epicentro.

El amor de un pastor por sus ovejas es tierno, atento a las viscitudes de cada una, dispuesto a socorrer, curar, alimentar, proteger.

Y sus ovejas aunque estén paciendo, o caminando en el sendero, están atentas y ojo avizor sobre la ubicación de su pastor, que es su punto de referencia.

Es el Señor nuestro punto de referencia existencial, estemos donde estemos y hagamos lo que hagamos?

Le pertenecemos y cuida de nosotros para llegar bien al final del camino.

El Señor es bueno

Es importante concienciar la bondad del Señor, para lograr esa existencia libre de ataduras que perseguimos.

No nos espera lo malo sino lo bueno si servimos al Señor.

Y en todo caso lo malo no prevalecerá.

su fidelidad por todas las edades

su fidelidad se aprecia más en el contraste con la fragilidad humana y la frecuente infidelidad que entre unos y otros nos servimos, causando daño y perjuicio.

Juan 15,18-21



REFLEXIÓN

Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia

Pensaría Jesús que al decirnos esto nos sería más fácil sobrellevar ese odio?

Quizás no en ese sentido, sino en el grado de conciencia y visión que nos es accesible cuando le seguimos: no debiéramos sorprendernos de esa hostilidad contra los creyentes y su comunidad. Eso significa tener parte con Él.

Jesús nos desarma porque señala que no saben lo que hacen, mientra nosotros reaccionamos frente a ese odio pensando que sí lo saben.

Esa es nuestra diferencia y allí hay un trabajo que hacer: hacer las obras del Padre para que sepan lo que hacen.

Así será el Padre quien siga revelándolo.

Lo que nos puede afligir y militar contra la alegría de caminar con el Señor bueno, es el odio del mundo en cuanto al valor que intentamos encarnar.

La fe debe aceptar el reto de mirar más allá de esa confrontación y acechanza para mantenerse en bondad y alegría.

No debemos permitir que la tristeza que acarrea ese odio se enseñoree sobre nosotros, y ponga palos en la rueda de nuestro avance.

Alegrarse porque ese odio y persecución, aún sutil, es como un mensajero de predilección en el seguimiento de Jesús.

Mirar a Jesús, seguramente conlleva sentir su fortaleza al avanzar, porque enfrentó y asumió ese odio sin devolver mal por mal, antes bien por mal.

Otro motivo de aliento para superar el desfallecimiento que se apodera de nosotros por los fracasos en la existencia y en la misión es el acompañamiento que nos hace Jesús, que fue odiado del anti reino.

Algún género de persecución por los valores del reino es señal de elección por parte de Jesús.

todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió

Detrás de esa persecución u hostilidad se encuentra la incapacidad de reconocer a Jesús y en él al Padre.

La discusión sobre Jesús actual, el histórico, el de las religiones, entraña una decisión de fe sobre la identidad de Jesús, como portador del Padre.

Y nosotros somos parte de ese testimonio, por nuestra confesión de Jesús.

Es la misión en la que acompañamos a Jesús en su pueblo: dar a conocer el Padre, para que no lo sigan ignorando ni tampoco la salvación que nos ofrece.

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En nuestra cooperación pastoral, debemos estar atentos a la sensibilidad propia de la región para respetarla y desde ella construir la comunidad de piedras vivas. Es el valor de la circuncisión de Timoteo. No obstante los cambios sociales que indicaban una afluencia mayor de gentiles, no se olvida Pablo de quiénes se han de convertir a ete horizonte, los judíos, tienen otros valores. También debemos estar atentos al clamor del Espíritu Santo que pide entregar la Palabra según la nececidad sentida de la comunidad.

Salmo responsorial: 99

El Señor es el único bueno, según nos dijo Jesús, porque su misericordia siempre se mantiene. Esta captación inspirada es el motivo fundamental de nuestro gozo y alegría. Algo que nadie puede suplir, o reemplazar, excepto enriquecer.

Juan 15,18-21

La persecución es contra Jesús, aunque se dirija a nosotros, los seguidores. Porque no se logró hacer ver al Padre. Aun en su la Palabra de Jesús y sus obras y su entrega, y el testimonio que damos, persisten en ignorar al Padre. Se abre la posibilidad de que fracasemos como Jesús fracasó, más de lo previsto, en transparentar al Padre. Pero también si escuchan a Jesús lo harán con nosotros. Depende pues de cuán aceptable sea Jesús, y nuestro seguimiento de él, para la aceptación del Padre. Es nuestra responsabilidad y nuestra confianza, porque es una misión más allá de nuestras fuerzas.

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


San Agustín Comentario a los salmos 148,1-2

Toda nuestra vida presente debe discurrir en la alabanza de Dios, porque en ella consistirá la alegría sempiterna de la vida futura; y nadie puede hacerse idóneo de la vida futura, si no se ejercita ahora en esta alabanza. Ahora, alabamos a Dios, pero también le rogamos. Nuestra alabanza incluye la alegría, la oración, el gemido. Es que se nos ha prometido algo que todavía no poseemos, y, porque es veraz el que lo ha prometido, nos alegramos por la esperanza; mas, porque todavía no lo poseemos, gemimos por el deseo. Es cosa buena perseverar en este deseo, hasta que llegue lo prometido; entonces cesará el gemido y subsistirá únicamente la alabanza.

REFLEXIÓN

Nuestra alabanza aún no puede ser completamente a-interesada, a-motivada, sobre aquello no resuelto, que requiere ayuda y cooperación de Dios. Seríamos insensatos frente la obra de Dios no completa, y nuestras aún débiles fortalezas. Aún es propio vanagloriarse de no poder, para que nos ayuden a poder. Esa regla paulina es aún vigente.

Por razón de estos dos tiempos –uno, el presente, que se desarrolla en medio de las pruebas y tribulaciones de esta vida, y el otro, el futuro, en el que gozaremos de la seguridad y alegría perpetuas–, se ha instituido la celebración de un doble tiempo, el de antes y el de después de Pascua. El que precede a la Pascua significa las tribulaciones que en esta vida pasamos; el que celebramos ahora, después de Pascua, significa la felicidad que luego poseeremos. Por tanto, antes de Pascua celebramos lo mismo que ahora vivimos; después de Pascua celebramos y significamos lo que aún no poseemos. Por esto, en aquel primer tiempo nos ejercitamos en ayunos y oraciones; en el segundo, el que ahora celebramos, descansamos de los ayunos y lo empleamos todo en la alabanza. Esto significa el Aleluya que cantamos.

REFLEXIÓN

Los tiempos litúrgicos son escenarios de realidades que contribuyen a vivificar en nosotros etapas y pasos de un proceso de liberación-salvación. Echamos mano de lo que conocemos para codificar en ellos simbólicamente dimensiones mistéricas. Así nuestra memoria se nutre, y aún nuestro sueño converge en un único rumbo.

En aquel que es nuestra cabeza, hallamos figurado y demostrado este doble tiempo. La pasión del Señor nos muestra la penuria de la vida presente, en la que tenemos que padecer la fatiga y la tribulación, y finalmente la muerte; en cambio, la resurrección y glorificación del Señor es una muestra de la vida que se nos dará.

REFLEXIÓN

Jesús de Nazareth glorificado es la insignia que encabeza la peregrinación a través de los tiempos: el antes y el después. Con Él en la avanzada no nos perdemos, ni desviamos, si mantenemos en Él nuestra mirada de fe.

Ahora, pues, hermanos, os exhortamos a la alabanza de Dios; y esta alabanza es la que nos expresamos mutuamente cuando decimos: Aleluya. «Alabad al Señor», nos decimos unos a otros; y así, todos hacen aquello a lo que se exhortan mutuamente. Pero procurad alabarlo con toda vuestra persona, esto es, no sólo vuestra lengua y vuestra voz deben alabar a Dios, sino también vuestro interior, vuestra vida, vuestras acciones. En efecto, lo alabamos ahora, cuando nos reunimos en la iglesia; y, cuando volvemos a casa, parece que cesamos de alabarlo. Pero, si no cesamos en nuestra buena conducta, alabaremos continuamente a Dios. Dejas de alabar a Dios cuando te apartas de la justicia y de lo que a él le place. Si nunca te desvías del buen camino, aunque calle tu lengua, habla tu conducta; y los oídos de Dios atienden a tu corazón. Pues, del mismo modo que nuestros oídos escuchan nuestra voz, así los oídos de Dios escuchan nuestros pensamientos.

REFLEXIÓN

La congruencia en  la alabanza, y no  la compartimentación y reducción. Vivimos en el borde del caos social porque la incredibilidad en las buenas palabras nos ha ganado para la desconfianza y la rebeldía.