viernes, 22 de diciembre de 2023

PALABRA COMENTADA

 Feria privilegiada de Navidad

22 de diciembre

1Samuel 1,24-28






REFLEXIÓN

Este niño es lo que yo pedía; el Señor me ha concedido mi petición. Por eso se lo cedo al Señor de por vida, para que sea suyo.

Lo único de una viuda, como Abraham: lo único de unos ancianos, como las viudas del evangelio: lo único que tenía para vivir; cedido al Señor, en acción de gracias. Y el Padre, el único, lo cede en carne para la salvación de todos. Un diálogo de generosidad a generosidad, en “responsabilidad” compartida. En asociación para construir.

Acercarnos a esta generosidad que ofrece su único es la llamada del evangelio, para en ello encontrar el Reino.

Se nos conceda el gozo de la generosidad, para ir entregando lo único por lo único, para gloria de todos.

Para los creyentes toda vida es un don. Misterioso siempre porque carga y acarrea consecuencias. Ahora sabemos mejor que en el código genético vienen inscritas probabilidades de enfermedades, por ejemplo.

Según la Palabra, empero, es un don que vale la pena y por eso se agradece al Señor. Y se agradece con la consagración y dedicación hasta de por vida.

Hoy no practicamos la promesa vocacional que pueda emitir una madre por un hijo. Es una decisión personal. Ni la satisfacción de una penitencia que recaiga en los hijos, porque nos parece que es una responsabilidad individual.

Pero en nuestra fe agradecemos por la vida propia y de alguien y pedimos para que se despliegue en dedicación al designio del Señor, que es nuestro bien.

Es decir que el modo de agradecer al Señor su don de la vida es procurar nuestro bien, nuestra plenitud en sinergia con Èl.

Aquí encontramos el programa de aprendizaje de nuestra existencia. Aprender a ser perfectos, a ser plenos, a ser partícipes del bien, a ser felices.

Y aprendizaje significa ensayo y error.

No nos debemos desanimar en esta lección que perdura durante nuestra vida temporal.

El tema de la estéril que concibe y da a luz es recurrente desde Sara, la mujer de Abraham, pasando por Ana y terminando en Isabel, la madre de Juan Bautista.

Se trata de la bendición de la fertilidad en una cultura que la aprecia porque es una economía agraria, y los hijos son mano de obra que significa riqueza de recursos.

No es la única cultura que celebra la fertilidad pero en la bíblica se vincula con la benevolencia del Señor Yavé.

Igualmente el tema de la entrega al Señor del primogénito, como consagración y acción de gracias recurre. Es una respuesta humana generosa ante la bendición, un sentido más allá de la posesión que pueden tener los padres sobre los hijos.

En el caso de María se dará una entrega mayor aún, porque no se trata de esterilidad sino de virginidad. No entraba en los planes de María concebir en ese momento y lo permite como entrega a un llamamiento y misión de parte del Señor.

Luego en la reflexión del Nuevo testamento otros autores profundizarán sobre el simbolismo acumulado de esa entrega generosa para revelar la capacidad amorosa del Padre de Jesús, que llegó al extremo de entregar a su único hijo.

Se trata de un tema que confronta el creyente del evangelio respecto a su propia entrega al reino: cuánto ponemos en el asador?

El propio Dios nos da ejemplo de generosidad.

Interleccional: 1Samuel 2,1-8



REFLEXIÓN

mi poder se exalta por Dios

La agresividad, la vitalidad que puede hacer mucho daño, se puede convertir en energía de bien. La vitalidad dedicada a la búsqueda de perfección o realización hasta la cumbre. Que incluye la fuerza para salir de los propios errores.

mientras los cobardes se ciñen de valor

Se trastornan los valores del mundo y su gloria para exaltar lo que el Espíritu potencia: la debilidad.

Él levanta del polvo al desvalido, / alza de la basura al pobre

El cambio social está muy cerca del Reino de justicia. Solo que se trata de justicia y amor, no de justicia y venganza o desquite. Mientras persista en esta impureza, sus concreciones, se llamen como se llamen, si no combinan la justicia y equidad con la misericordia, no prevalecerán.

dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

La revolución de Dios en su creación.

mi boca se ríe de mis enemigos, / porque gozo con tu salvación

Se rompen los arcos de los valientes, / mientras los cobardes se ciñen de valor

La experiencia de la vida de fe entregada en generosidad al reino nos blinda frente al temor de daños por parte del anti-reino.

Por eso el gozo de la salvación es una serena posesión del Señor que nos hace fuertes.

No importa cuán débiles nos constatemos porque seremos empoderados.

En el mundo de hoy se está viviendo un clamor creciente por la equidad, la justicia, la paz, la fraternidad y nuevos modelos que lo hagan viable.

Es un clamor de débiles que inspira el Espíritu en su tránsito hacia el reino del Padre.

Lucas 1,46-56



REFLEXIÓN

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava

Se trata de un canto de liberación de una esclava: María.

Cómo o por qué es ella una esclava? Se abre un abanico de connotaciones: mujer que deja de ser estéril para colocarse en la mayor dignidad que esa sociedad patriarcal le concedía.

El énfasis tradicional en la mujer como progenitora gestadora, ha encallado en nuestros tiempos del siglo XXI en el pantano del los debates interminables.

Porque no se acepta fácilmente que la maternidad defina hoy a la mujer, quien antes es persona llamada a la libre autorealización. Habría un peligro de reducción en ello.

Tampoco la virginidad se estima como alternativa viable para muchos, porque se mira con sospecha de un posible trastorno sexual.

Todas estas ideas-mito plantadas por los medios financiados por intereses.

Pero en un sentido bíblico, el evangelista celebra a María como la mujer-madre que saborea el estar a disposición del Designio del Altísimo en sus planes. Por eso proclama su gozo.

Los perros ideológicos pueden seguir ladrando que no pasan de meras estridencias. No muerden la sustancia de la palabra que da vida.

María entona el canto de las estériles, no obstante no ser su problema. Se hace solidaria con el dolor de ellas y se constituye en su portavoz. La estéril israelita baja una escala más en la importancia de la sociedad. Es menos que mujer, siendo así que la mujer es considerada inferior.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Es el modelo del que se hace portavoz: justicia y gracia.

María es consciente del don recibido, y descarta cualquier desquite, aun emocional, como lo hubiera podido sentir una estéril.

Podemos comparar el Magníficat con el canto de María hermana de Moisés en el Éxodo. Uno de los más antiguos del Primer testamento.

Podemos captar semejanzas y diferencias de la revelación de la Palabra sobre el Señor fundamento de dos pueblos: el de la Promesa y el del Reino.

En nuestra existencia de fe podemos ir pulsando en cuál etapa de revelación estamos comprometidos. Es posible que no transitemos aún por la novedad cristiana.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1605886971657740289?s=20&t=zyQ2IWCbjwSedIwCdTlbMA

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1Samuel 1,24-28

Se trata de alabar la donación cumbre y personalizada que nos toca en suerte conceder, la de nosotros mismos. Más generosa mientras con mayor generosidad nos entregamos.

Interleccional: 1Samuel 2,1-8

Así puedo gozar con el corazón. Me puedo reir de los enemigos, pero perdonarlos.

Lucas 1,46-56

Los pobres impotentes desde el poder mundano, serán los que dicten los criterios de la felicidad en el Reino escatológico. Eso no significa la hora de la revancha o del desquite. Sino la hora del compartir con solidaridad, con amor nuevo de ágape. A esa nueva realidad estamos todos invitados e invitadas. 

BEATO CARLO

 


 

Del Comentario de san Beda el Venerable, presbítero, sobre el evangelio de san Lucas
(Libro 1, 46-55: CCL 120, 37-39)
 
MAGNIFICAT

 María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.»

«El Señor -dice- me ha engrandecido con un don tan magnífico e inaudito que no se puede explicar con palabras humanas, y el mismo corazón con todo su amor apenas puede llegar a comprenderlo. Por lo tanto, me entrego con todas mis fuerzas a la alabanza y a la acción de gracias, contemplando la grandeza de aquel que es eterno, y gustosamente le consagro mi vida, sentimientos y pensamientos, porque mi espíritu se alegra en la divinidad eterna de Jesús, es decir, del Salvador, que se ha revestido de mi carne y reposa en mi seno

Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.

Estas palabras se relacionan con el comienzo del cántico, donde se dice: Proclama mi alma la grandeza del Señor. Sin duda que sólo aquel en quien el Poderoso hace obras grandes sabrá proclamar dignamente la grandeza del Señor y podrá exhortar a los que, como él, se sienten enriquecidos por Dios, diciendo: Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre.

Pues el que no proclama la grandeza del Señor, sabiendo que es infinita, y no bendice su nombre será el último en el reino de los cielos. Se dice que su nombre es santo porque, por su inmenso poder, trasciende toda creatura y está infinitamente por encima de todas las cosas creadas.

Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su misericordia. Con toda propiedad el cántico llama siervo o niño del Señor a Israel, pues, para salvarlo, Dios lo acogió como se acoge a un niño obediente y humilde, según aquello que dice Oseas: Cuando Israel era un niño yo lo amé.

Porque quien no quiere humillarse no puede tampoco ser salvado ni decir con el profeta: Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida, pues, el que se haga pequeño tal como este niño será el más grande en el reino de los cielos.

Como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia por siempre. 

Al hablar aquí de la descendencia de Abraham no se refiere a la descendencia según la carne, sino según el espíritu, es decir, no sólo habla de aquellos que han sido engendrados según la carne, sino también de todos aquellos que han seguido los pasos de Abraham por medio de la circuncisión de la fe. Porque Abraham creyó cuando estaba en la circuncisión y, ya entonces, su fe le fue tenida en cuenta para la justificación. 

Por lo tanto la venida del Salvador fue prometida a Abraham y a su descendencia por siempre, es decir, a los hijos de la promesa, de quienes se dice: Si sois de Cristo sois por lo mismo descendencia de Abraham, herederos según la promesa. 

Con razón la madre del Señor y la madre de Juan se adelantaron con sus respectivas profecías al nacimiento de sus hijos; con ello, de la misma forma que el pecado comenzó por la mujer, también por la mujer se inicia la salvación, y la vida, que fue perdida por el engaño que sedujo a una sola mujer, es ahora devuelta al mundo por la profecía de dos mujeres que compiten en su empeño por anunciar la salvación.

REFLEXIÓN

La acción de gracias de la Virgen, requiere una conciencia especial, en la que reconoce que ha sido promovida a un estado inaudito de gloria y gracia, ni pensado ni soñado ni querido. Agraciada en el límite que exclama María implica una medida no conocida, una dimensión no penetrada, una perspectiva global del mundo, la historia de salvación y su puesto en ello, más allá de toda consideración posible a ser o mujer humana precedente. María inaugura una visión trascendente absoluta porque identifica plenamente al Hacedor del don y en ella el grado máximo de elección. Por eso de la conciencia de María surge el anonadamiento ensimismado que la conduce a un corazón que medita y guarda para distribuir a su tiempo la sabiduría de Dios