BEATO CARLO
Encuentros con la propia vocacióN
Para cumplir la propia vocación es
necesario desarrollarse, hacer brotar y
crecer todo lo que uno es. No se trata de
inventarse, de crearse a sí mismo de la
nada, sino de descubrirse a uno mismo
a la luz de Dios y hacer florecer el propio
ser: «En los designios de Dios, cada
hombre está llamado a promover su
propio progreso, porque la vida de todo
hombre es una vocación». Tu vocación
te orienta a sacar afuera lo mejor de ti
para la gloria de Dios y para el bien de
los demás. El asunto no es sólo hacer
cosas, sino hacerlas con un sentido, con
una orientación». (Christus Vivit, 257
encuentro 9
“Nuestra meta debe ser el infinito,
, no lo finito. El Infinito es nuestra Patria”
palabra del señor:
“Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay
polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que
perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también
tu corazón”. (Mt 6, 20-21
Reflexión:
En nuestro día a día, son muchas las cosas que
ocupan nuestra mente, nuestras actividades y
tiempo. Podríamos preguntarnos: ¿Para qué todo
esto? ¿Son para siempre o para vivir el momento?
Y quizá caigamos en la cuenta que mucho
de lo que hacemos, pensamos, soñamos se
termina, no es para siempre. Solo el amor
es para siempre, lo que traspasa el tiempo,
las fronteras, las personas. Dios es amor,
estar con él es vivir el Cielo, ¡Incluso ya
anticipado en este momento! Vivir el Cielo
en la tierra es saber que todo lo que hoy
haga me va a ir preparando para la vida
con Dios y los hermanos en la eternidad…
¡Amar no solo es el camino, sino que es
nuestro destino! ¡El Cielo es nuestra Patria!
Para pensar y rezar:
• ¿Qué ocupaciones o preocupaciones
tengo hoy?
• ¿Cuáles llevan al “infinito” cuáles me dejan
en lo “finito”, lo terrenal?
• ¿Dónde está puesto hoy mi corazón?
Gesto:
Para que otros también puedan preguntárselo, ¿te animás
a preparar alguna publicación, cartel, algo creativo con
la frase “Donde esté tu tesoro, estará tu corazón”? La
idea es que tenga una frase (desde lo que hayas rezado)
donde invite al otro a pensar en el cielo
desafío:
En un cuaderno, o tu diario espiritual, hacé una lista
de aquellas cosas que te preocupan. La pregunta que
te podés hacer es si las cosas que te preocupan son
esenciales o no lo son. De esta manera poder discernir
lo que realmente hace y edifica tu vida. ¡Que Carlo te
acompañe desde el Cielo
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