jueves, 22 de abril de 2021

BEATO CARLO

 BEATO CARLO



Encuentros con la propia vocacióN

Para cumplir la propia vocación es necesario desarrollarse, hacer brotar y crecer todo lo que uno es. No se trata de inventarse, de crearse a sí mismo de la nada, sino de descubrirse a uno mismo a la luz de Dios y hacer florecer el propio ser: «En los designios de Dios, cada hombre está llamado a promover su propio progreso, porque la vida de todo hombre es una vocación». Tu vocación te orienta a sacar afuera lo mejor de ti para la gloria de Dios y para el bien de los demás. El asunto no es sólo hacer cosas, sino hacerlas con un sentido, con una orientación». (Christus Vivit, 257

encuentro 9
“Nuestra meta debe ser el infinito,
, no lo finito. El Infinito es nuestra Patria”

palabra del señor: 
“Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón”. (Mt 6, 20-21

Reflexión: 
En nuestro día a día, son muchas las cosas que ocupan nuestra mente, nuestras actividades y tiempo. Podríamos preguntarnos: ¿Para qué todo esto? ¿Son para siempre o para vivir el momento?
Y quizá caigamos en la cuenta que mucho de lo que hacemos, pensamos, soñamos se termina, no es para siempre. Solo el amor es para siempre, lo que traspasa el tiempo, las fronteras, las personas. Dios es amor, estar con él es vivir el Cielo, ¡Incluso ya anticipado en este momento! Vivir el Cielo en la tierra es saber que todo lo que hoy haga me va a ir preparando para la vida con Dios y los hermanos en la eternidad… ¡Amar no solo es el camino, sino que es nuestro destino! ¡El Cielo es nuestra Patria!

Para pensar y rezar: 
• ¿Qué ocupaciones o preocupaciones tengo hoy? • ¿Cuáles llevan al “infinito” cuáles me dejan en lo “finito”, lo terrenal? • ¿Dónde está puesto hoy mi corazón?

Gesto: Para que otros también puedan preguntárselo, ¿te animás a preparar alguna publicación, cartel, algo creativo con la frase “Donde esté tu tesoro, estará tu corazón”? La idea es que tenga una frase (desde lo que hayas rezado) donde invite al otro a pensar en el cielo

desafío: En un cuaderno, o tu diario espiritual, hacé una lista de aquellas cosas que te preocupan. La pregunta que te podés hacer es si las cosas que te preocupan son esenciales o no lo son. De esta manera poder discernir lo que realmente hace y edifica tu vida. ¡Que Carlo te acompañe desde el Cielo

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