JUEVES 13 DE TIEMPO ORDINARIO
Año Impar
Génesis 22,1-19
REFLEXIÓN
Dios puso a prueba a Abrahán llamándole: "¡Abrahán!" Él respondió:
"Aquí me tienes."
Vamos aprendiendo lenta y
procesualmente sobre la prueba del Señor, como purificaciòn de amor. Pone a
prueba la fe, sus motivos, su alcance, la específica y personal unión con Dios.
A pesar de los errores
cometidos me puedo redimir y santificar: porque el perdón del Señor es
generoso, más que el nuestro. El único compromiso es que yo también perdone.
Toma a tu hijo único, al que quieres, a Isaac
Hay otro pueblo que se va
haciendo numeroso y también es fiel y piadoso con su expresión de Dios: el
Islam. Al contrario de nosotros parece más arraigado en su cultura. Y como
nosotros muestra extremos de violencia religiosa. Parecemos en guerra.
Este pueblo alega y
defiende el sacrificio del hijo de Abraham como el de Ismael y no el de Isaac,
y por lo tanto reclama para sí la promesa.
También los creyentes de
Jesús, como dice Pablo reclamamos la auténtica descendencia y promesa. Tres
reclamos. Pero dos: hebreos e islámicos concentrados en franjas de tierra.
Un enfoque de pluralismo
religioso no haría énfasis en esta división tripartita, sino en el respeto a
cada revelación como relacionada con el Dios auténtico.
ofrécemelo allí en sacrificio
Este símbolo de la
promesa, hijo de la estéril o hijo de la esclava, es pedido para sacrificar. Es
una prueba de confianza, que debe superar el terror de la pérdida y el miedo al
futuro.
Sin embargo en la
revelación de Jesús, el hijo, el símbolo, sí es sacrificado. Como dice Pablo,
allí se llega hasta el final y el Padre Dios entrega a su hijo. El que pidió y
liberó a Isaac-Ismael, no liberó a Jesús, para llegar hasta el final en su
amor.
"Dios proveerá el cordero para el sacrificio, hijo mío."
Entre los paradigmas de
fe que enlista la carta a los hebreos, sobresale la de Abraham por esa total
disponibilidad al designio del Señor. No sólo en lo global totalizador sino
también en el detalle de la coyuntura histórica.
Abraham nos ayuda a
penetrar en el cumplimiento de Jesús de la voluntad de su Padre.
Juntos hacen del “Dios
proveerá, Padre proveerá” el programa de vida.
Ahora sé que temes a Dios, porque no
te has reservado a tu hijo, tu único hijo."
Cuál es el extremo
existencial al que debemos llegar para escuchar esta voz del Padre. No
reservarnos es despojarnos. Despojarnos para que su Espíritu nos posea y
transforme.
vio un carnero enredado por los cuernos en una maleza. Se acercó, tomó el
carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo
El
Padre no tuvo a quién acudir ni de quién esperar un último milagro que lo
librara de entregar a Jesús. Si alguien, fue Él quien se despojo totalmente.
Por eso en nuestro despojo Jesús es nuestro recurso definitivo y en él podemos
esperar la intervención salvífica.
Salmo responsorial: 114
REFLEXIÓN
Me envolvían redes de
muerte, / me alcanzaron los lazos del abismo, / caí en tristeza y angustia.
/ Invoqué el nombre del Señor: / "Señor,
salva mi vida."
Bien
pudiera este versículo del salmo mostrar el sentimiento de acoso y pavor
experimentado por el rey David cuando era perseguido por la conspiración de su
hijo Absalón.
Un
clásico ruego in extremis bajo el efecto de una gran angustia como reacción al
cerco que establece un enemigo poderoso, de cuyos tentáculos apenas se ve cómo
escapar.
Hablamos
actualmente de las redes sociales, fascinados por una tecnología que nos
relaciona virtualmente de tal forma que permite una comunicación extensa e
intensa de muchos.
Es
un medio que ha prestado ayuda a emergencias médicas, de personas que solicitan
tratamiento o medicamentos que no se consiguen fácilmente.
Como
todo lo que hacemos e inventamos también tiene su lado oscuro, porque en las
redes se han publicado cosas que luego se sabe o nunca se llega a saber si son
verdaderas, prestándose a la difamación y la intromisión indebida en la
privacidad personal.
Aquí
debemos volver sobre el dicho evangélico del sábado para el hombre y no al
revés. La tecnología para el hombre y no al revés.
Mateo 9,1-8
REFLEXIÓN
Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: "¡Ánimo, hijo!, tus
pecados están perdonados."
En este momento se
satisfaría el paralítico con este dicho de Jesús? El pecado es entonces la
fuente de las enfermedades y éstas son síntomas de pecado. Hay una íntima
relación en esa cultura entre ambas. Pero también esperaría su curación física.
Para
haberle llevado al enfermo los acudientes daban muestra de alguna fe, aunque
fuera por intentar cualquier alternativa, como era la de acudir a un afamado taumaturgo.
Porque
no solo la fe del enfermo es importante sino también la de sus acompañantes que
sienten como propia su enfermedad. Ese gesto de solidaridad es ya una
proclamación de fe.
Pero
Jesús no sana por fuera sino de raíz y acorde a la sabiduría de su tiempo se
enfoca en el pecado como causa de todo lo malo.
Será solo una sabiduría
trasnochada porque hoy existen ámbitos en los que el pecado como causa de males
y enfermedades es invisible.
¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados están
perdonados", o decir: "Levántate y anda"?
En
esta cultura una palabra que dice y hace es lo cabal, lo normal, lo esperado.
El hiato y esquizofrenia entre decir y hacer pertenece a otra mentalidad más
interesada en el concepto como método de análisis, no como estilo de vida.
Pero esta teocultura mira
al Señor como Paradigma del decir y hacer, como en la creación del Génesis. Y
Jesús lo trae a cuento porque su decir y hacer son los del Padre. Si dicen que
perdonan los pecados hacen que brote la salud para una mayor calidad de vida.
para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados -dijo dirigiéndose al paralítico-: "Ponte en pie, coge tu
camilla y vete a tu casa.""
Jesús
sabía de ese anhelo y procedió en conformidad, estableciendo en ese contexto de
pecado-enfermedad, causa-consecuencia, un poder curativo, regenerador,
liberador.
el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar
pecado
El
evangelista utiliza un título que según muchos estudiosos representa el único
aceptado y usado por el mismo Jesús.
En
este nivel redaccional parece referirse a una potestad terrenal delegada porque
en el credo israelita sólo Dios perdonaba pecados.
Tal
delegación hace de Jesús de Nazareth alguien muy especial en conexión con el
Padre Dios.
La
naturaleza de ese vínculo especial será tema de estudio y reflexión en la
historia de la comunidad de seguidores de Jesús hasta alcanzar el estatus de
dogma cristológico.
En
nuestro tiempo los dogmas, incluso los más antiguos están en revisión porque su
expresión lingüística y la mentalidad que los concibió no son las mismas que
las actuales.
Frente
a esa revisión caben básicamente dos posturas: una que mantiene el dogma
mientras lo actualiza, y otra que lo suspende.
Pero
tal discrepancia no nos exime de asumir cada uno una definición frente a Jesús
de Nazareth según la fe que profesemos.
Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios,
que da a los hombres tal potestad.
Este
comentario al final del relato recoge el fondo de la catequesis: Jesús de
Nazareth es un hombre que representa el inicio de una humanidad con el poder de
perdonar, de modo que el atributo propio de Dios, parte de su misterio y
trascendencia, ahora es nuestro.
Nosotros
podemos, si queremos, hacerle frente al misterio de iniquidad en el mundo y
restaurar el designio original como reino de los cielos.
Es
nuestro legado de fe en Jesús de Nazareth.
Con
su decir y hacer, Jesús daba testimonio de tomar al Señor en serio al hacerlo
presente en la vida corriente. Por eso se sobrecogían.
Algunos
encuentros con Dios son como un fogonazo en la conciencia que nos hace exclamar
sobrecogidos: ”no pensábamos que el Señor estuviera aquí!”
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1410554228662210564?s=20
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