domingo, 18 de diciembre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 4º de Adviento A

Isaías 7,10-14



REFLEXIÓN

"Pide una señal al Señor

La señal nos la puede dar: el hecho es si nos dispondremos a creer. Si nos comprometeremos a creer.

"No la pido, no quiero tentar al Señor

Era una respuesta mentirosa de Acaz. No se atrevía a pedir porque tenía que convertirse y cumplir. Hipocresía. No creemos por no comprometernos y exigirnos, y entrar y permanecer en el proceso.

No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios?

el Señor, por su cuenta, os dará una señal

No se cansa de llamar, no se cansa de dar señales: se cansa de que no las escuchemos.

Se decepcionará El Señor de su obra? Siempre hay alguien que saque la cara, como lo hizo en forma eminencial su hijo, Jesús.

Realmente la preocupación de cara a Dios Padre, es hacer verdad en la vida el Reino.

Verdad en la sustancia, dándole la solidez de una roca. Verdad en lo que se exhibe ante los demás, prestándose al martirio diario y procurando la edificación del mundo nuevo.

la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"

Este niño es un paradigma de niños, pues en todo niño Dios està con nosotros, ofreciendo dones para la construcción del mundo nuevo.

Salmo responsorial: 23



REFLEXIÓN

El hombre de manos inocentes / y puro corazón

Éste es el grupo que busca al Señor, / que viene a tu presencia

Siempre estamos en algun grupo:familiar, laboral, social. No necesariamente a cargo, pero en y con ellos: hombres y mujeres y niños que nos donaste conocer y amar, y que en algunos casos nos hemos equivocado al excluir con nuestras acciones y palabras.

Y así pedimos que nos mires con amor, más allá de nuestra falta de responsabilidad.

Romanos 1,1-7



REFLEXIÓN

Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo, nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor.

Jesús de Nazareth es nuestra buena nueva prometida desde antiguo. Nuestra promesa en proceso de cumplimiento.

En él conocemos cómo un Espíritu y aliento Santo de Dios se mueve y actúa más allá y superando la caducidad y la muerte.

Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre

Jesús de Nazareth como don nos participa de ese mismo Espíritu Santo, nos lo comparte para que nos involucremos en una misión. Ésta consiste en invitar a la fe a todos, comenzando desde los excluídos de todo tipo.

Mateo 1,18-24




REFLEXIÓN

apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor

Podemos tomar todas las decisiones que nos parezcan más justas, pero El Señor se atraviesa para llevar adelante su proyecto.

la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo

El propio Dios interviniente y actuante, operativo y eficiente, llevando a cabo su designio.

Pero su intervención no elimina la suspicacia con la que vemos y juzgamos por apariencias.

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.

Cuando salió de su decisión menos buena, se dispuso a cumplir lo mejor para todos.

El justo, porque cae siete veces, necesita convertirse de continuo, para acceder históricamente al horizonte del Designio salvífico del Padre Madre Dios.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1604429753737482241?s=20&t=K0-FTTEaSEyA9-u_R8iWUw

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