Feria privilegiada de Navidad
20 de diciembre
Isaías 7,10-14
REFLEXIÓN
"Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del
abismo o en lo alto del cielo." Respondió Acaz: "No la pido, no
quiero tentar al Señor."
Al
utilizar este oráculo de la Palabra los cristianos post Jesús buscan afianzar
en él la fe depositada frente a su entorno judío que lo adversa.
Éstos
dirán que el texto ha sido sacado de contexto, y que no tienen por qué hacer
recaer en Jesús su cumplimiento.
Los
cristianos inician su vida de fe en la heterodoxia. Son herejes para los
judíos, por su interpretación desviada de la oficial.
La
dinámica de la fe cristiana conduce a escrutar señales para leer y conducirse
cada vez mejor. Uno de los riesgos es desviarse en esa lectura de la
interpretación común.
Hasta
que extremo? No hay límite?
Los
límites son varios: el magisterio y la propia conciencia rectamente informada.
No se
nos ahorra el esfuerzo del propio criterio, riesgo y compromiso.
No
debemos escudarnos en el propio Dios como si nos impidiera escuchar la
conciencia, porque en su centro también nos habla.
No hay
escapatoria: debo escrutar, discernir, definir y pronunciarme.
"Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los
hombres, que cansáis incluso a mi Dios?
La casa
reinante, el poder vigente, no desea señales por parte de Dios. Le basta su
prepotencia. Las rechaza hipòcritamente con la excusa de no tentar al Señor,
pero es para seguir su voluntad y no orientarse según el Señor y su designio.
Es un
paradigma sofisticado de desobediencia y autosuficiencia.
Hoy
diríamos que Dios es suficientemente poderoso, sabio y bueno porque ya sabe lo
que necesitamos, y no se requiere implorar signos, ni que intervenga en su
creación.
Así
determinamos quién es Dios y qué debe o no hacer.
El Señor
seguirá dando señales sobre su designio de un reino de paz, amor y justicia.
Es una
invitación constante a comprometernos e involucrarnos por fe operativa y
obediente.
Otra
cosa es que no las queramos ver. Su señal eminencial es su Hijo venido en carne
y las repercusiones en su entorno inmediato: María, José, los pastores, Simeón…
Como un
aerolito que impactara en tierra y a partir de ahí se sucedieran ondas de
expansión y consecuencias por la vibración.
Pero no
es un impacto destructivo sino constructivo y progresivo hacia adelante en el
tiempo y el espacio.
Salmo responsorial: 23
REFLEXIÓN
El hombre de manos inocentes / y puro corazón, / que no
confía en los ídolos
Entrar
en el misterio del Señor requiere poner aparte el propio aferramiento incluso a
lo más apreciado: el propio criterio. Éste se puede constituir en un ídolo.
En el
baluarte de la conciencia a la escucha de la Palabra la actitud más pura es la
desconfianza de los ídolos y la confianza en el Señor.
Se dice
pronto, pero se conjuga en la vida diaria con dolor, porque se trata de un
itinerario de desapegos de las realidades, ideas y criaturas candidatas a ser
idolizadas.
Ni
siquiera el magisterio puede ser idolizado y pendemos sólo de la Palabra que
escruta.
Si esa
Palabra escruta desde nuestra conciencia recta verá señales para su caminar.
Éste es el grupo que busca al Señor
Porque
nos salvamos en racimo.
Lucas 1,26-38
REFLEXIÓN
fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret
Decir
ciudad es mucho decir, de una aldea de montaña de cuatro casas, por decir. Un
remoto lugar, un insignificante lugar, como podría ser ese caserío que en
momentos de inundación queda más aislado áun, con muchas probabilidades de
desaparecer para siempre, y nadie sabría jamás que existieron.
Gente
alejada de todo progreso, comunicación, beneficios materiales, pero dedicados a
buscar la vida cotidiana con esfuerzo.
Y donde
hay buena fe, buena voluntad también. Generosidad y disposición para la
fraternidad.
a una virgen desposada con un hombre llamado José,
de la estirpe de David
Un
pariente pobre de una familia real. Como que el Señor a la hora de elegir se
fue a los extremos.
Sí a la
elección de un linaje, no a la exhibición de suntuosidad y poderío del mismo.
El
representante de esa realeza es un sencillo labriego y artesano.
Qué
diríamos si este texto fuera el trasunto de lo acontecido en una localidad
perdida en la montaña, casi inaccesible por la selva y la falta de caminos. Un
caserío con unos cuantos habitantes.
Si la
afectada por el embarazo fuese una muchachita adolescente-lo cual parece un
dolor de cabeza en la sociedad actual-que todavía sueña con juegos infantiles.
Y cuyo
pretendiente es un jornalero que hace lo que puede para sobrevivir, cuando los
vecinos le dan trabajo, y lo único que llama la atención es su apellido pues es
el que usan algunos poderosos de su tierra, que ni saben de su existencia.
Todo nos
sonaría insignificante y no entenderíamos por qué la Palabra que afecta el
curso de la historia para provocar salvación, se ocupa de lugares y personas
con tan poco valor de apariencia.
Un poco
entenderíamos nuestro no entender si cayéramos en cuenta que hemos sido mecidos
por la imagen publicitaria con la que nos nutre el mercado de consumo.
Por eso
tendemos a darle importancia a la imagen que nos enseña lo importante y menospreciamos
lo que no coincide con ella.
Esto es
lo que procura el evangelio de la infancia, que es como un eco o reflejo de la
vida adulta de Jesús de Nazareth: convertirnos de nuestras categorías
impotentes para ver la verdadera importancia en una apariencia insignificante.
Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo
Una
muchacha casadera entra en una dimensión desconocida: la del acompañamiento que
Dios hace a los que elige para una misión, de quienes solicita aceptación y
fortaleza para sobrellevar las consecuencias.
Se rasga
la superficie de cotidianeidad y sencillez de las circunstancias comunes: una
muchacha de aldea ya para casarse.
Se abre
un fondo misterioso de energía salvífica: la gestación del portento de Dios y
su maridaje con la estirpe humana, en condiciones de silencio, humildad,
serenidad y gozo.
has encontrado gracia ante Dios
María
también tuvo un sueño como desposada: tener hijos, porque la esterilidad no era
aceptable en una cultura que tenía la maternidad como bendición.
Y al
encontrar gracia ante el gran Rey que es el Señor, sus sueños se hacían
realidad, en una clave superior.
Porque
nuestros sueños preparan nuestra misión en la vida y sobre ellos construye el
Señor su designio.
para Dios nada hay imposible
Solo
espera que le contemos nuestro sueño para hacerlo viable.
Necesitamos
su sabiduría para reconocer como se construye a lo largo de nuestra existencia
y dar gracias a cada paso del proceso.
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué
saludo era aquél
Maria es
maestra del discernimiento: siente la moción, la turbación y procede a
examinar.
No temas
La clave
de la segunda semana de ejercicios: en la búsqueda del mayor bien el buen Dios
no da temor, no procede para amedrentarnos. Sino que nos llena de ánimo.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1605154941793869826?s=20&t=hUbDaLCpnE4sOLOlXabflw
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