PALABRA COMENTADA
Martes 6 de tiempo ordinario
Santiago 1,12-18
REFLEXIÓN
Cuando alguien se ve tentado, no diga que Dios lo tienta; Dios no conoce la tentación al mal y él no tienta a nadie
Es una base para creer que de parte de Él no debemos esperar daño ni castigo, pero tampoco sufrimiento, porque su proyecto y designio es de vida.
El sufrimiento que asumimos por ser dóciles o indóciles a su voluntad es la antesala de la muerte, precio del pecado: ese misterio de iniquidad que nos sigue acosando aunque sus días están contados.
La tentación y el sufrimiento viene del lado oscuro permitido por el Señor para ejercer nuestra libertad para el designio.
Mis queridos hermanos, no os engañéis
No nos hagamos víctimas absolutas, porque nos cabe algún género de responsabilidad en lo que acontece, aun por omisión.
Salmo responsorial: 93
REFLEXIÓN
Cuando me parece que voy a tropezar, / tu misericordia, Señor, me sostiene;
En todo momento su misericordia está disponible, porque entiende nuestra debilidad constitutiva.
Marcos 8,14-21
REFLEXIÓN
"Lo dice porque no tenemos pan."
Nuestra fatiga por la tierra no permite entender la comunicación sobre el cielo.
La ideología contemporánea se sigue esforzando en ese olvido e incomprensión.
Por ello para muchos el reino sólo es tierra, y nada más.
El fenómenos del equívoco en la comunicación también se dio entre Jesús y sus allegados.
La Palabra se hizo carne, implica este riesgo de ser erróneamente interpretada.
¿Y no acabáis de entender?"
Que lo que produce tales efectos como responder el hambre de muchos, es iniciativa del Señor, que vela por sus hijos?
La iniciativa es del cielo, y la tierra se beneficia con su intervención.
¿Os acordáis?"
El oráculo del Señor es una invitación permanente a la memoria de su intervención.
Nuestra tendencia es a olvidarla y por lo mismo a desesperarnos.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1493567196244713472?s=20&t=yjM8IjY-WeDpnR7zYHFvPg
https://x.com/motivaciondehoy/status/1757358971415834726?s=20
COMPARTIR LA PALABRA
Santiago 1,12-18
Salmo responsorial: 93
Marcos 8,14-21
No hay comentarios:
Publicar un comentario