miércoles, 14 de julio de 2021

PALABRA COMENTADA

 

MIÉRCOLES 15 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Éxodo 3,1-6.9-12



REFLEXIÓN

cómo es que no se quema la zarza

Un hecho admirable atrajo su atención: el fuego que no se extingue. Como la pasión inagotable de la Palabra que revela el amor gratuito del Señor.

Un hecho curioso que invita a la exploración porque es propio del ser humano, si es fresco como un niño, ser curioso e indagar.

Es propio de un ser humano digno admirarse y admirar y según ello cuestionar. Porque el valor de la libertad humana no se agota sólo en la autoafirmación solitaria.

Moisés se acercaba a mirar

lo llamó desde la zarza

La expresión se puede alegorizar, como un intento de encontrar significados.

En cuanto a la zarza se pueden encontrar varios sentidos: su humildad, su estructura espinosa, su abundancia en el desierto, su poco valor económico.

Entre las plantas no es la más prestigiosa, y desde ella, como combustión inagotable llamó el Señor.

Podríamos decir, para nuestro tiempo, que la llamada del Señor proviene de realidades fácticas, proviene de la pobreza, marginación y miseria humanas.

Llamada que no parece extinguirse, y procede a quemar el alma, si nos ponemos a tiro.

"Aquí estoy."

La respuesta se origina en la disponibilidad del profeta.

el sitio que pisas es terreno sagrado

No obstante la desacralización de nuestro tiempo, a la que no le falta razón, se producen territorios sagrados inéditos, allí donde el Señor eventualmente se va manifestando.

"El clamor de los israelitas ha llegado a mí, y he visto cómo los tiranizan los egipcios

El nuestro es un Señor que escucha el clamor. No es sordo, ni insensible.

Es mejor no tomar su aparente tardanza por sordera.

te envío al Faraón para que saques a mi pueblo, a los israelitas

Toda revelación auténtica del Señor implica un envío, una misión, un compromiso.

"¿Quién soy yo

Yo estoy contigo

ésta es la señal de que yo te envío

En el diálogo de revelación nos centramos como reacción espontánea en nuestra incapacidad, o en nuestra comodidad.

Es la señal de lo que hemos de obsequiar para que el Señor pase por nuestra vida y la transforme para la misión.

Y siempre ofrecerá una señal para nuestro fortalecimiento en el desprendido seguimiento de su llamamiento.

En los ejercicios de Ignacio, a la decisión discernida de una elección se aguarda la confirmación.

Salmo responsorial: 102



REFLEXIÓN

y te colma de gracia y de ternura.

Como el abrazo de un padre amoroso

enseñó sus caminos a Moisés

Moisés es como Abraham y muchos otros: uno que entendió por dónde camina el Señor para seguirlo, aunque en ese caminar no siempre fueron perfectos.

Mateo 11,25-27



REFLEXIÓN

"Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor.

La comprensión y ulterior acatamiento del designio viene del Señor y es motivo de acción de gracias.

La alabanza y acción de gracias constante ante lo bueno y lo malo es el reconocimiento que damos al Padre en Jesús de Nazareth quien nos ha iluminado como camino, verdad y vida.

Como Moisés en el momento de la zarza ardiente: actitud desprevenida y abierta, sin prejuicios, como niños (nepioi).

Padre, así te ha parecido mejor

aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar

La centralidad de Jesús en esta revelación da cuenta del énfasis de la buena nueva en cuanto a la radicalidad de la revelación.

En Jesús de Nazareth se nos ha dicho y mostrado todo lo necesario para hacer el reino de los cielos.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1415274101804093448?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

San Ambrosio Tratado sobre los misterios 19-21.24.26-38

Antes se te ha advertido que no te limites a creer lo que para que no seas tú también de éstos que dicen: «¿Éste es aquel gran misterio que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar? Veo la misma agua de siempre, ¿ésta es la que me ha de purificar, si es la misma en la que tantas veces me he sumergido sin haber quedado puro?». De ahí has de deducir que el agua no purifica sin la acción del Espíritu. Por esto, has leído que en el bautismo los tres testigos reducen a uno solo: el agua, la sangre y el Espíritu, porque, si prescindes de uno de ellos, ya no hay sacramento del bautismo. ¿Qué es, en efecto, el agua sin la cruz de Cristo, sino un elemento común, sin ninguna eficacia sacramental? Pero tampoco hay misterio de regeneración sin el agua, porque el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. También el catecúmeno cree en la cruz del Señor Jesús, con la que ha sido marcado, pero si no fuere bautizado en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, no puede recibir el perdón de los pecados ni el don de la gracia espiritual.



REFLEXIÓN

Esta catequesis es una convergencia de diferentes testimonios de la Sagrada Escritura, Primer y Nuevo Testamento, apoyada en la tradición permanente de la Iglesia, que se va renovando generacionalmente desde la edad Apostólica. Sin embargo en gran parte de la Iglesia Latina Occidental creer este abultado testimonio no es fácil el día de hoy, estando como estamos inmersos en el secularismo, laicismo y ateísmo, de grandes sectores de la población. Aquí donde muchos se educan en hogares y con educadores no creyentes.