lunes, 31 de enero de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

SERVIR A LA CONSERVACIÓN DE LA CREACIÓN

Lunes, IV semana

San Hilario Salmo 132

Ved qué dulzura y qué delicia, convivir los hermanos unidos. Ciertamente, qué dulzura, qué delicia cuando los hermanos conviven unidos, porque esta convivencia es fruto de la asamblea eclesial; se los llama hermanos porque la caridad los hace concordes en un solo querer. Leemos que, ya desde los orígenes de la predicación apostólica, se observaba esta norma tan importante: En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo. Tal, en efecto, debe ser el pueblo de Dios: todos hermanos bajo un mismo Padre, todos una sola cosa bajo un solo Espíritu, todos concurriendo unánimes a una misma casa de oración, todos miembros de un mismo cuerpo que es único. Qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos. El salmista añade una comparación para ilustrar esta dulzura y delicia, diciendo: Es ungüento precioso en la cabeza, que baja por la barba de Aarón, hasta la franja de su ornamento. El ungüento con que Aarón fue ungido sacerdote estaba compuesto de substancias olorosas.

REFLEXIÓN

En el siglo que vivimos la discrepancia es moneda corriente de curso legal, y la polémica un estilo de conversación e intercomunicación. Quizás nuestra concordia fraternal se sienta un poco agredida y amenazada por ese estilo de verdad y honestidad. La prioridad allí se pone en la transparencia que deja saber lo que se piensa, sin darle un segundo momento. Sin embargo, el resultado no pocas veces es el rompimiento de la concordia y el buen ánimo de entendimiento. Hasta parece una cizaña sembrada en el campo sembrado, que pone en peligro la cosecha.

domingo, 30 de enero de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 4 de tiempo ordinario

Jeremías 1, 4-5. 17-19



REFLEXIÓN

Antes de formarte en el vientre, te escogí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te nombré profeta de los gentiles

La Palabra nos sitúa como receptores de una comunicación que es una vocación y una misión, como en el caso del profeta.

No somos seres anónimos, ni mera masa, ni mera cosa, por más que algunos ordenamientos del poder humano pretendan reducirnos a eso.

Esta Palabra confiere, nos confiere, dignidad como individuos personas, porque cada uno hemos sido elegidos y consagrados como hijos, para humanizar desde el primer día de la creación humana.

La Palabra entonces por su elección nos apremia a mantenernos en el proceso de dignificación propia y del otro.

Cada vez que desertamos de esta vocación y misión fundamental, básica, boicoteamos y saboteamos el Designio que la Palabra nos comunica.

Aun cuando nuestra actuación indigna sea secreta e íntima, sin afectar visiblemente a nadie, el hecho de involucrar al otro y la otra, así sea solo por la fantasía, muestra nuestra potencialidad reductiva y terrorista.

No podemos pensar ingenuamente que no es así porque no hacemos daño a nadie, como reza el slogan permisivo.

Tú cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando.

No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos.

Una experiencia del miedo ha querido ser aliviada por considerarse dañina de la paz y misericordia que son los dones del Padre.

Tiene un carácter obsesivo y genera indignidad y desesperación de ser salvados y libres.

Pero otra experiencia de miedo que viene del Señor es su acicate para movilizarnos y salir a cumplir nuestra vocación y misión.

En los ejercicios ignacianos el ejercitante vive un proceso largo de oración y examen de las mociones del Espíritu. Puede llegar a padecer de cobardías que frenan su entrega, a causa de los miedos que surgen al salir de la complicidad con el pecado.

Es importante distinguir estos miedos para actuar en consecuencia.

Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte

Pero el don de Dios es fiel y saldremos más robustos de la prueba que aquilata nuestra vocación y misión.

Salmo responsorial: 70



REFLEXIÓN

Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú, Dios mío, líbrame de la mano perversa

Hay quienes aceptan que Jesús designó como piedra a Pedro individuo, y otros a una comunidad.

Lo importante es que en Jesús compartido fraternalmente, se encuentra la fortaleza de la roca de Dios, que nos preserva del embate del anti-reino.

1Corintios 12, 31-13, 13



REFLEXIÓN

El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.

Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites.

El amor no pasa nunca.

El ágape es la roca que nos dona el Señor para nuestra protección frente al anti-reino.

El ágape es la puesta en escena de la vocación y misión de dignificar a otro y otra.

Amar con amor de ágape, inclusivo del erótico y de la filia, es realizar a plenitud nuestra vocación y misión. Y eso nos hace fuertes y libra del miedo tóxico.

Mi conocer es por ahora limitado; entonces podré conocer como Dios me conoce.

Es posible para conocer el Misterio de Dios desde ya, aun limitadamente, si amo con amor de ágape. Puedo no entenderlo pero lo amo.

Lucas 4, 21-30



REFLEXIÓN

"Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír."

Jesús un hombre consciente, responsable y comprometido de su vocación y misión, para la dignificación de sus hermanos.

haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún

Algunos son de la opinión que piensa que si amamos de verdad, debemos beneficiar a los propios más que a los otros. Primero la filia, y el eros, y después el ágape.

Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra

Jesús corrige esa perspectiva egoísta para el reino y el designio. Un profeta que tiene vocación y misión, no es bien mirado porque se proyecta más allá de la carne y sangre.

Para ese auditorio la viuda y el leproso eran los símbolos de los descastados, los vulnerables, los indignos de la sociedad a quien Jesús se dirigía por ágape.

lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo

El proceder del amor imperfecto es equivalente a decir: para mí o para nadie.

En el camino de la dignificación humana ese amor imperfecto opera como desviación. Podrá beneficiar la especie pero no la dignidad de las personas.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1487913387317211137?s=20&t=lwOU4lNr0GSN7hxmOcMtyQ