sábado, 26 de febrero de 2022

BEATO CARLO

NO SER CORRESPONDIDO EN SU ÁGAPE COMO QUISIERA NO ES OBSTÁCULO PARA SEGUIR AMANDO

 De las Homilías de san Juan Crisóstomo, obispo, sobre la segunda carta a los Corintios
(Homilía 13, 1-2: PG 61, 491-492)
 
NUESTRO CORAZÓN SE DILATA

 

Nuestro corazón se dilata. Del mismo modo que el calor dilata los cuerpos, así también la caridad tiene un poder dilatador, pues se trata de una virtud cálida y ardiente. Esta caridad es la que abría la boca de Pablo y dilataba su corazón. «No os amo sólo de palabra -es como si dijera-, sino que mi corazón está de acuerdo con mi boca; por eso os hablo confiadamente, con el corazón en la mano.» Nada encontraríamos más dilatado que el corazón de Pablo, el cual, como un enamorado, estrechaba a todos los creyentes con el fuerte abrazo de su amor, sin que por ello se dividiera o debilitara su amor, sino que se mantenía íntegro en cada uno de ellos. Y ello no debe admirarnos, ya que este sentimiento de amor no sólo abarca a los creyentes, sino que en su corazón tenían también cabida los infieles de todo el mundo.

 

Por esto, no dice simplemente: «Os amo», sino que emplea esta expresión más enfática: «Nuestro corazón está abierto de par en par y se dilata; os llevamos a todos dentro de nosotros, y no de cualquier manera, sino con gran amplitud.» Porque aquel que es amado se mueve con gran libertad dentro del corazón del que lo ama; por esto dice también: Hay mucho sitio en nuestro corazón para vosotros, mientras en el vuestro no hay lugar para nosotros. Date cuenta, pues, de cómo atempera su reprensión con una gran indulgencia, lo cual es muy propio del que ama. No les dice: «No me amáis», sino: «No me amáis como yo», porque no quiere censurarles con mayor aspereza.

 

Y si vamos recorriendo todas sus cartas, descubrimos a cada paso una prueba de este amor casi increíble que tiene para con los fieles. Escribiendo a los romanos, dice: Tengo deseo de veros; y también: Me he propuesto muchas veces ir a visitaros; como también: Pido a Dios que por fin alguna vez me allane el camino para que pueda ir a visitaros. A los gálatas les dice: Hijos míos, por quienes sufro de nuevo dolores de parto; y a los efesios: Por todo ello doblo mis rodillas por vosotros; a los tesalonicenses: ¿Cuál es nuestra esperanza, nuestro gozo, la corona de la que nos sentiremos orgullosos, sino vosotros? Añadiendo, además, que los lleva consigo en su corazón y en sus cadenas.

 

Asimismo escribe a los colosenses: No quiero que desconozcáis la dura lucha que estoy librando por vosotros y por cuantos no me han visto personalmente; y deseo infundir aliento en vuestros corazones; y a los tesalonicenses: Como una madre que cuida con cariño de sus hijos, de esta manera, amándoos a vosotros, queríamos daros no sólo el Evangelio de Dios, sino incluso nuestro propio ser. Hay mucho sitio en nuestro corazón para vosotros, dice. Y no les dice solamente que los ama, sino también que es amado por ellos, con la intención de levantar sus ánimos. Y da la prueba de ello, diciendo: Tito nos refirió los grandes deseos que teníais de verme, vuestro disgusto por lo que había pasado y vuestro amor por mí.


viernes, 25 de febrero de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 7 de tiempo ordinario

Santiago 5,9-12



REFLEXIÓN

No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados

Un tejido social constituído por elementos constantemente inconformes sin asomo de paciencia no permite la convivencia pacífica y armoniosa, y nutre la violencia fratricida.

ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor

Es sencillo decir cosas en nombre del Señor, atribuyéndose su inspiración, pero sólo la vida ejemplar logra la credibilidad suficiente.

Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia

Se trata de la bienaventuranza y bendición que proporciona el Señor a sus siervos fieles que cooperan con su designio caminando en la escucha de su Palabra.

vuestro sí sea un sí y vuestro no un no, para no exponeros a ser juzgados.

El discurso ordinario entre nosotros para convencer a otros suele nutrirse de gran cantidad de palabras y matices. En eso mismo delata la falta de sinceridad en la intención.

Salmo responsorial: 102



REFLEXIÓN

Él perdona todas tus culpas / y cura todas tus enfermedades; / él rescata tu vida de la fosa / y te colma de gracia y de ternura

Culpa, enfermedad y fosa es el diagnóstico de la palabra sobre la condición básica de los humanos en su tránsito histórico.

Perdona, cura y rescata para una plenitud de gracia y ternura es la esperanza que nos proveyó para salir adelante y coronar.

no está siempre acusando / ni guarda rencor perpetuo

Su trascendencia es absoluta sobre todos nuestros constructos contaminados de culpa.

Marcos 10,1-12



REFLEXIÓN

otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba

Abierto al encuentro con los demás durante su caminar, sin exclusiones, ni rechazos. Una conducta que hace de Jesús un ser dispuesto y receptivo, que no se reserva sino que se entrega para ayudar.

Son muchos los que lo han seguido y continúan siguiendo, aun calladamente, porque su ímpetu se mantiene inspirando energías generosas para colaborarle a los otros en sus carencias.

Esta actitud llevada a un límite suficiente, haría del planeta un lugar más habitable para todos y todas, un lugar de fraternidad.

Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre

Jesús distingue y profundiza. Una cosa es la concesión a la terquedad o dureza de corazón, otra el designio de Dios, torcido por el hombre.

Porque hay etapas cerriles en la evolución de la madurez espiritual humana en las que el Señor es permisivo, esperando la conversión más profunda.

Nuestro proceso es histórico, ni simultáneo, ni instantáneo, ni inmediato, de ordinario.

"Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio."

Ambos son tercos y comenten adulterio, en el sentido profundo de ir contra el designio del Señor. Porque el adulterio como infidelidad y deslealtad a la pareja es la dramatización de la infidelidad y deslealtad con el Señor, que nos amó primero.

El adulterio puede manifestarse como una debilidad carnal, para seres que no remontan sus raíces evolutivas desde el animal, y en ese sentido inconscientes e irresponsables.

Pero puede ir más allá al convertirse en humillación, ofensa, maltrato e injusticia con la pareja agraviada. Entonces muestra toda su malicia pervertida.

La terquedad es empecinarse en el propio amor, querer e interés.

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