miércoles, 24 de mayo de 2023

PALABRA COMENTADA

 Miércoles 7 de Pascua

Hechos 20,28-38



REFLEXIÓN

que él adquirió con su propia sangre.

Los muchos que estuvieron en su amor de víctima, que soporta sufrimiento para liberar.

No es lo mismo que sufrir estérilmente. Sino por alguien, para que encuentre en este gesto un camino, una puerta, un horizonte.

Salga de su iniquidad y la del entorno hacia un tejido regenerado, en el que se inserta constructivamente.

Si no es la principal causa del conflicto humano, rivaliza en ello: responderse satisfactoriamente: si ama, si es amado.

Jesús de Nazareth, exaltado a la derecha del Padre, es una respuesta satisfactoria, porque representa un mensaje de amor verdadero: tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo. Y verifica ese amor en la historia al entregar su vida, al ser crucificado.

Y como la certeza humana no se logra fuera del Paradigma Jesús sobre la correspondencia en el amor, y no logramos saber absolutamente si alguien nos ama verdaderamente, nos propone una salida: es mejor dar que recibir.

Nos tortura la duda sobre el amor? Amemos más y mejor, olvidando la recompensa. Y saldremos de la tortura.

La tortura de los celos, de la baja autoestima, de la depresión por supuesta no correspondencia. Amar es mejor que no amar, que inhibirnos en amar, que acortarnos en amar, que esperar sentados a que nos amen. Porque si pesamos que no nos aman, partimos de un supuesto falso: porque ya nos aman. El amor del Padre nos precede.

se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño

Los peligros de dentro-fuera,fuera-dentro y dentro-dentro son posibles, porque no ha terminado de construirse el reino.

Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos. Por eso, estad alerta

Es más cómodo asumir que todo proviene de la buena voluntad y así no complicarse la vida. Estar alerta y concluir que se da una mala práctica es más difícil porque implica confrontar y pasar por una tensión incómoda.

Así hoy la tendencia es complaciente y relativista respecto de lo doctrinal y la ortodoxia.

Inmediatamente, ésta es replicada con la ortopraxis o se etiqueta como actitud fundamentalista.

Por lo tanto se requiere y se agradece el carisma de árbitro con el que hemos sido agraciados.

Hoy vivimos un caldo de cultivo servido para esta deformación por la tendencia, supuestamente en nombre de la crítica, a interpretar, aun sin caso, a cualquier autoridad.

Somos como mónadas relativistas, encerradas en nuestra interpretación, unidos contra el pastor.

Ahora os dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia de los santos

Esta confianza de Pablo en Dios que se ocupa de sus hijos y nuestro servicio no tiene límites porque trabajamos para el Señor, dueño de todo.

Es un pensamiento consolador y permite una actitud de descanso apoyarse en una confianza así.

Se reconoce que nuestra cooperación no es todo y lo más importante, sino que cede el lugar principal al Señor y su dominio.

Porque el Señor que envía es el dueño de la mies, y nosotros accidentes honorables, pero pasajeros. El Señor cuida de los suyos, màs que nosotros.

Se trata de un aprendizaje para los co-dependientes de todo tipo, atrapados en un apego malsano que hace creer que somos insustituíbles.

Es nuestra fe y esperanza, que la Palabra persista en construir, no obstante nuestra iconoclasia.

Siempre os he enseñado que es nuestro deber trabajar para socorrer a los necesitados,

Se trata de un sentido de solidaridad de los propios ingresos, lejos del egocentrismo y la codicia.

Esta dimensión de solidaridad puede causar  conflicto con la familia, que siente que sus derechos se cercenan y lo que les pertenece se dilapida.

acordándonos de las palabras del Señor Jesús: "Hay más dicha en dar que en recibir.""

Se busca la dicha y la felicidad pero no se subraya este dicho.

Sin embargo es cuestión de observar a unas cuantas personas dedicadas a darse y dar con generosidad, para contemplar el sentido de realización humana y felicidad, verificado en este mundo.

Es entendible la resistencia que se opone al compartir sin medida. Porque hay el riesgo de que se extienda como un virus antagónico y terminaría la enfermedad de la acumulación materialista.

Salmo responsorial: 67



REFLEXIÓN

Oh Dios, despliega tu poder, / tu poder, oh Dios, que actúa en favor nuestro.

Un aprendizaje que debemos hacer: conocer cómo es el poder de Dios. Es omnipotente sí, pero no para nuestra sed de venganza y desquite.

"Reconoced el poder de Dios."

Reconocer es un acto que mira hacia nuestra memoria conciente: darnos cuenta, enfocarnos.

Y también es un acto que mira hacia el Señor: darle gracias, honrar al dueño de todo, que ha actuado.

El poder de Dios actuante, aun cuando no sabemos o queremos reconocerlo. Porque nos parece que no actúa, y presionamos para que se manifieste como queremos.

Los creyentes tienen una evidencia íntima del poder del Señor y por eso son testigos.

Pero en el juicio que hace el mundo la evidencia no es válida ni suficiente.

Juan 17,11b-19



REFLEXIÓN

para que sean uno, como nosotros

Se amplía el sentido de la imagen y semejanza de la creación con esta revelación en Jesús: es de la unidad divina de la que participamos. Por eso los “endiosados” a lo largo de la historia no cejan en su esfuerzo por la unidad frente a toda disensión que la fragmente.

sino el hijo de la perdición

Un hijo de la perdición, un antihéroe es necesario en la repartición de roles para destacar al héroe y su mensaje.

Lo que no nos cabe es que ese rol pueda ser permanente, para perdición eterna.

Queremos ver esta funcionalidad: héroe antihéroe, sobrepujada por la unidad que viene de la misericordia del Padre, que no ceja hasta reintegrar el Hijo pródigo.

Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad

Y así por la fe estamos vinculados a Jesús Palabra Verdad. Ya velemos o durmamos no debemos ni podemos desvincularnos del proceso de hacer la verdad en el mundo.

se consagren ellos en la verdad

Consagrarse en la verdad salvadora, es ir más lejos que una filosofía y ciencia cualquiera, que se consagra a una verdad particular y específica.

Porque esa verdad afecta nuclearmente al que busca. En ello se juega su vida para siempre.

No es posible sin una asistencia del Espíritu para perseguirla siempre, hasta el fin y asumiendo la interpelación propia de esa verdad.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1661334190292455424?s=20

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Hechos 20,28-38

La bienaventuranza que Lucas pone en labios de Pablo, "Hay más dicha en dar que en recibir" no se encuentra en el resto del NuevoTestamento. Así Pablo reflejaría una originalidad propia de un testigo presencial, como los 12, cuyo criterio de selección para un apóstol es que hubiera estado con Jesús durante su vida pública hasta su crucifixión. Una forma de respaldar el rol apostólico de Pablo, que pudiera estar en entredicho.

Salmo responsorial: 67

Se confiesa un Dios antiquísimo que viaja con los cielos, imprimiendo una dinámica al su lugar propio de estar. No se trata de un ser estático, donde nada pasa. Sino que vive en el constatante drama de amar.

Juan 17,11b-19

La unidad tampoco evoca un lugar o situación sin dinámica, sino que se gesta de bien en mejor, si cabe. Un modo definido de bien hacer y vivir, frente al Mundo, siempre seducido por el Caos, atizado por una Maligno. Por eso hay que orar con el sentido de Jesus, quien ha experimentado ambas etapas.

 

BEATO CARLO



 De la Constitución dogmática Lumen gentium, sobre la Iglesia, del Concilio Vaticano segundo
(Núms. 4. 12)
 
LA MISIÓN DEL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA

 

Consumada la obra que el Padre confió al Hijo en la tierra, fue enviado el Espíritu Santo en el día de Pentecostés, para que indeficientemente santificara a la Iglesia y, de esta forma, los que creen en Cristo pudieran acercarse al Padre en un mismo Espíritu. Él es el Espíritu de vida o la fuente del agua que brota para comunicar vida eterna; por el cual el Padre vivifica a todos los muertos por el pecado, hasta que el mismo Espíritu resucite en Cristo sus cuerpos mortales.

El Espíritu habita en la Iglesia y en los corazones de los fieles como en un templo, y en ellos ora y da testimonio de la adopción de hijos. Con diversos dones jerárquicos y carismáticos dirige a la Iglesia, a la que guía hacia toda verdad, y la unifica en comunión y ministerio, enriqueciéndola con todos sus frutos.

Con la fuerza del Evangelio hace rejuvenecer a la Iglesia, la renueva constantemente y la conduce a la unión consumada con su Esposo. Pues el Espíritu y la Esposa dicen al Señor Jesús: «¡Ven!»

Así se manifiesta la Iglesia como una muchedumbre reunida por la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

 La universalidad de los fieles que tiene la unción del Espíritu Santo no puede fallar en su creencia, y ejerce esta peculiar propiedad mediante el sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo, cuando desde los obispos hasta los últimos fieles seglares manifiestan un asentimiento universal en las cosas de fe y de costumbres.

 Con ese sentido de la fe, que el Espíritu Santo mueve y sostiene, el pueblo de Dios, bajo la dirección del magisterio, al que sigue fidelísimamente, recibe no ya la palabra de los hombres, sino la verdadera palabra de Dios; se adhiere indefectiblemente a la fe que ha sido transmitida de una vez para siempre a los fieles; penetra profundamente en ella con rectitud de juicio y la aplica más íntegramente en la vida.

 Además, el mismo Espíritu Santo no solamente santifica y dirige al pueblo de Dios por los sacramentos y los ministerios y lo enriquece con las virtudes, sino que, distribuyéndolos a cada uno en particular según le place, reparte entre los fieles dones de todo género, incluso especiales, con que los dispone y prepara para realizar variedad de obras y de oficios provechosos para la renovación y una más amplia edificación de la Iglesia, según aquellas palabras: A cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu para común utilidad.

 Estos carismas, tanto los extraordinarios como los más sencillos y comunes, por el hecho de que son muy conformes y útiles a las necesidades de la Iglesia, hay que recibirlos con agradecimiento y consuelo.