jueves, 3 de septiembre de 2020

 

Jueves 22 de tiempo ordinario

1Corintios 3, 18-23

18Nadie se engañe a sí mismo. Si alguien de ustedes se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio.
19
Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escrito está: "El es EL QUE PRENDE A LOS SABIOS EN SU propia ASTUCIA." 20Y también: "EL SEÑOR CONOCE LOS RAZONAMIENTOS de los sabios, LOS CUALES SON INUTILES." 21Así que nadie se jacte (se gloríe) en los hombres, porque todo es de ustedes: 22ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas (Pedro), o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es suyo, 23y ustedes de Cristo, y Cristo de Dios.

COMENTARIO

Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.

La recomendación de Pablo a los Corintios no los toma totalmente de sorpresa porque su cultura helénica es rica en reflexiones sobre la verdadera sabiduría, que para ellos descansa en la razón.

Pero la originalidad del mensaje puede fundamentarse en la concepción de sabiduría de la Palabra, que no se se basa exclusivamente en la razón, sino en toda la persona, hasta afectar su conducta en la vida corriente.

Además, la realidad que inspira tal sabiduría es tenida como divina por fe y el compromiso se profundiza en una decisión de la conciencia ética, no solamente en la lógica de un argumento de razón.

Nuestra época prosigue su aventura evolutiva insistiendo en la racionalidad, que busca fundamentar la sabiduría humana en el progeso humano, del cual da testimonio la razón.

Pero los tiempos que vivimos critican ferozmente esa presunción, desde una perspectiva posmoderna o moderna avanzada, toda vez que también la razón encumbrada ha sido responsable de crímenes de lesa humanidad, como los genocidios y los apartheid por ejemplo.

La necedad a la que alude Pablo más bien es un semitismo que se ubica en las antípodas de una sabiduría engreída y prepotente. Con lo cual se ignora y afecta la sabiduría del designio de la Palabra.

la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios

La astucia de los hijos de las tinieblas que aparece en la parábola del administrador despedido que perdonó deudas a otros para contar con apoyo.

La astucia de la codicia, de la lujuria, del poder y su secuela de injustias y perjuicios contra sus víctimas.

nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro

Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

Si alguien debe ser desmitificador e iconoclasta ése es el creyente del reino porque su todo es Cristo y su nada cualquier anticristo: hombre, animal o cosa.

Se toca aquí el fundamento bíblico de la irreductibilidad de la autonomía libre de la persona individual.

Es la pieza que todo totalitarismo laico o religioso pretende erosionar, derrocar y sepultar.

Así la fe en Jesús de Nazareth, el Cristo, se nos muestra como la garantía y protección del ser hombre como humano y persona.

Salmo responsorial: 23

COMENTARIO

¿Quién puede subir al monte del Señor? / ¿Quién puede estar en el recinto sacro? / El hombre de manos inocentes / y puro corazón, / que no confía en los ídolos

Caminar hacia la dignidad de la persona significa ascender al monte del Señor Dios y Padre de Jesucristo.

Son varios los genios de la espiritualidad que han usado la imagen de la ascensión dificultosa para ubicarse en la trascendencia.

Pero no se puede ascender a las regiones más puras, de plena libertad del Señor, sin irse liberando del peso de los ídolos. Un ejercicios sin fin hasta coronar el monte.

Lucas 5, 1-11

1Aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre El para oír la palabra de Dios, estando Jesús junto al lago de Genesaret, 2vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes. 3Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, pidió que se separara un poco de tierra; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca. 4Al terminar de hablar, dijo a Simón: "Sal a la parte más profunda y echen sus redes para pescar." 5Simón Le contestó: "Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque Tú lo pides (a Tu palabra), echaré las redes." 6Cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces, de modo que sus redes se rompían. 7Entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. 8Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: "¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!" 9Porque el asombro se había apoderado de él y de todos sus compañeros, por la gran pesca que habían hecho; 10y lo mismo les sucedió también a Jacobo (Santiago) y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: "No temas; desde ahora serás pescador de hombres." 11Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, siguieron a Jesús.

COMENTARIO

la gente se agolpaba (epikeimai:presionaba ansiosamente, estrujaba) alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios

 

La palabra de Dios mueve. Eso es bueno, pero no suficiente.

 

La gente se agolpa por un hambre distinta a la de pan. La gente también busca la verdad.

 

Por eso los sofistas y los populistas son demagogos que engañan una y otra vez a los hambrientos y se aprovechan de ellos para encumbrarse en el poder político y sacar provecho material. Pero éstos también son pobres hambrientos de la verdad.

 

Un liderazgo que convoca a un sentido diferente al que se despierta con la imposición violenta, o la sugestión de las promesas.

 

Un liderazgo basado en una palabra que confrontaba, interpelaba, no engañaba, no adulaba.

Y la cual, sin embargo, se anhela escuchar como gota de agua en el árido desierto.

los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes

Gente común en sus propias faenas, inmersos en sus propios intereses y preocupaciones.

Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.

En su enseñanza Jesús no procedía como esos políticos engañosos sino que ante todo y sobre todo daba la verdad y por eso era insobornable.

 

Debió tener una voz clara y fuerte.

Se ubicaba allí donde la gente vivía, laboraba, pasaba la vida.

No los alienaba, ni desarraigaba, ni aculturaba.

por tu palabra, echaré las redes

De allí la esperanza inagotable del creyente en Jesús de Nazareth. Siempre echando redes, porque no se debe descansar hasta cosechar la verdad que hace libres.

puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red

La palabra de Jesús se respalda con un portento, una señal del Espíritu de su misión, que no debe ser distorsionado como si fuera atracción de feria, como espectáculo, ni como culto a la personalidad.

el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido

Simón Pedro, se arrojó a los pies de Jesús, diciendo: "Apártate de mí, Señor, que soy un pecador”

Un pecador, un idólatra, uno que rehúsa la verdad plena, pero un autocrítico capaz de abrirse a una realidad diferente y transformadora.

"No temas; desde ahora serás pescador de hombres."

La señal en el relato se le presenta a los que van a seguirlo. Deben vencer el temor que causa un portento, por magia, por el espectáculo y pasar a otro sentido: pescar hombres.

 

La vocación apostólica tiene mucho que ver con la inclinación a formar conciencias, que son el núcleo de las personas y su dignidad.

 

En las signos que nos transmite hemos de buscar: qué sentido revelan sus palabras.

Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron

En pos de ella, de la verdad que nos muestra Jesús, se dan los signos de liberación que dan fe de la seriedad de nuestra esperanza.

La señal en el relato se le presenta a los que van a seguirlo.

Deben vencer el temor que causa un portento, por magia, por elespectáculo y pasar a otro sentido:pescar hombres.

 

En los signos que nos transmite hemos de buscar qué sentido revelan sus palabras.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1301495904537583616?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

San León Magno Sermón sobre las bienaventuranzas 95,1-2

Amadísimos hermanos: Al predicar nuestro Señor Jesucristo el Evangelio del reino, y al curar por toda Galilea enfermedades de toda especie, la fama de sus milagros se había extendido por toda Siria, y, de toda la Judea, inmensas multitudes acudían al médico celestial. Como a la flaqueza humana le cuesta creer lo que no ve y esperar lo que ignora, hacía falta que la divina sabiduría les concediera gracias corporales y realizara visibles milagros, para animarles y fortalecerles, a fin de que, al palpar su poder bienhechor, pudieran reconocer que su doctrina era salvadora. Queriendo, pues, el Señor convertir las curaciones externas en remedios internos y llegar, después de sanar los cuerpos, a la curación de las almas, apartándose de las turbas que lo rodeaban, y llevándose consigo a los apóstoles, buscó la soledad de un monte próximo. Quería enseñarles lo más sublime de su doctrina, y la mística cátedra y demás circunstancias que de propósito escogió daban a entender que era el mismo que en otro tiempo se dignó hablar a Moisés. Mostrando, entonces, más bien su terrible justicia; ahora, en cambio, su bondadosa clemencia. Y así se cumplía lo prometido, según las palabras de Jeremías: Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. Después de aquellos días –oráculo del Señor– meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones. Así, pues, el mismo que habló a Moisés fue el que habló a los apóstoles, y era también la ágil mano del Verbo la que grababa en lo íntimo de los corazones de sus discípulos los decretos del nuevo Testamento; sin que hubiera como en otro tiempo densos nubarrones que lo ocultaran, ni terribles truenos y relámpagos que aterrorizaran al pueblo, impidiéndole acercarse a la montaña, sino una sencilla charla que llegaba tranquilamente a los oídos de los circunstantes.

COMENTARIO

Hay oposiciones, manifestadas en los escritos de comentadores patrísticos de los evangelios, que otros enfoques de escritores judaizantes o de otras ideologías no aceptan sino que incluso tachan de falta de entendimiento de la cultura y la lengua hebrea o del ateísmo filosófico. Así chocan con la oposición entre la imagen de la divinidad hebrea, como más cruel, y chocan con la resignación inoculada en los que padecen la pobreza, para esperar un reino que no es de este mundo, pero donde tendrán su desquite. Según estos enfoque adversarios las oposiciones que manifiesta el evangelio han contribuído a propagar la mala imagen de los judíos a lo largo de la historia y  reducir al silencio las protestas de los desheredados de la tierra por la enajenación de bienes más allá de la materia y la historia. Conviene leer la historia de los críticos de estas oposiciones y sus argumentos, para reformular y adecuar las propias observaciones que vamos estableciendo de los evangelios, a la luz de los conocimientos actuales de historia, cultura, sociología, pensamiento y otros para permitir más un díálogo inter-religioso y cultural, que oposiciones.