domingo, 5 de septiembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 23 de tiempo ordinario

Isaías 35, 4-7ª



REFLEXIÓN

Mirad a vuestro Dios que trae el desquite, viene en persona, resarcirá y os salvará

La Palabra busca convencernos, persuadirnos, que con ella, en ella, por ella somos verdaderamente dignos y colmados de grandeza.

No se trata de un enfoque de vida lastimera y sufriente, para satisfacción de una divinidad celosa y arbitraria.

Se trata de la visión de una existencia que se empodera con la compañía de un Dios potenciador, promotor, solidario.

Nuestra desolación y pequeñez de nuestra mano viene, incluso lo que individualmente no nos buscamos, porque dependió de una cadena de circunstancias que nos precedieron y ubicaron.

El desquite de su parte es el ofrecimiento de colmar nuestro anhelo. Nuestro sueño, como dice la etiqueta actual. Pero eso sí: no lo hará sin nuestra libertad.

han brotado aguas en el desierto, torrentes en la estepa; el páramo será un estanque, lo reseco un manantial

La Palabra investida en lengua humana nos surte de imágenes contradictorias para golpear nuestra lógica cerrada sobre las realidades de este mundo, como si fueran las únicas. La Palabra lleva el lenguaje hasta extremos que nos hacen dudar si lo que esperamos es un sueño o un absurdo.

Salmo responsorial: 145



REFLEXIÓN

El Señor reina eternamente

Un reinado es un dominio efectivo, absoluto pero benéfico. Un orden de cosas y circunstancias que favorecen valores éticos de fraternidad.

Santiago 2. 1-5



REFLEXIÓN

¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que lo aman?

Es la base que nos ofrece la Palabra para asumir con prioridad de aprecio y acción al pobre: él es la dramatización viviente de nuestra auténtica condición humana. Porque ante el Señor todos somos pobres y Él nos enriquece.

En la sociedad fraterna que estamos llamados a construir, un criterio privilegiado es el de la equidad de trato y por eso la Palabra en Santiago nos previene contra el favoritismo hacia el rico y poderoso en detrimento del pobre e indefenso.

Marcos 7, 31-37



REFLEXIÓN

le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua

Podemos abrir nuestra mente y figurarnos la progresivamente avanzada tecnología médica como los gestos de Jesús de Nazaret haciendo contacto con nuestras dolencias y enfermedades.

Porque estas son límites y barreras del anti-reino que el empoderamiento del Espíritu en nosotros quiere superar.

Las lecturas hallan un común denominador en el oprimido que será liberado. Tal esperanza debe justificar: configurar una fe fuerte, un suspiro profundo, una práctica equitativa, y un mundo nuevo.

Ni el AT ni el NT en estos textos precisan la justificación en una espiritualización dicotómica, sino en bienes concretos cuya fuente es el Padre.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1434482213006024704?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Domingo, XXIII semana

San León Magno Sermón sobre las bienaventuranzas 95,6-8



 Después de esto, el Señor prosiguió, diciendo: Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Esta hambre no desea nada corporal, esta sed no apetece nada terreno; el bien del que anhela saciarse consiste en la justicia, y el objeto por el que suspira es penetrar en el conocimiento de los misterios ocultos, hasta saciarse del mismo Dios. Feliz el alma que ambiciona este manjar y anhela esta bebida; ciertamente no la desearía si no hubiera gustado ya antes de su suavidad. De esta dulzura, el alma recibió ya una pregustación, al oír al profeta que le decía: Gustad y ved qué bueno es el Señor; con esta pregustación, tanto se inflamó en el amor de los placeres castos, que, abandonando todas las cosas temporales, sólo puso ya su afecto en comer y beber la justicia, adhiriéndose a aquel primer mandamiento que dice: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda el alma y con todas tus fuerzas. Porque amar la justicia no es otra cosa sino amar Dios

REFLEXIÓN

Hay que empezar por el fin, al menos alguna vez en la vida. Dónde queremos ir a parar con todo esto? A qué fin le tiramos? El cielo, las moradas, que nos están esperando han de movilizar desde el principio de todo para que nos sea claro que pretendemos. No está de moda ser bueno, y hay todo tipo de caricaturas y burlas de lo que tradicionalmente significaba seguir el buen camino. Más de uno esas burlas lo han apeado, y avergonzado , y confundido. Pero está en nuestras manos mirar el fin y de esa claridad recibir las fuerzas para seguir peregrinando.