JUEVES 24 DE TIEMPO ORDINRIO
Año Impar
1Timoteo
4,12-16
REFLEXIÓN
Nadie te desprecie por ser
joven;
La corta edad no es equivalente de
sabiduría corta, aunque el común así lo piense.
Incluso puede dar lecciones de
prudencia y atinada decisión a muchos ancianos experimentados.
sé tú un
modelo para los fieles, en el hablar y en la conducta, en el amor, la fe y la
honradez.
Más y mejor impacta un modelo por su
disposición a revisar sus fallos que por la imposición de su presunta
perfección.
La congruencia por mínima que se
muestre, resulta más convincente que la elocuencia seguida de acciones inconvenientes
o escandalosas.
La honradez para los que han de ser
movidos en la actualidad al buen actuar significa la disposición a
transparentar también sus intenciones.
Existe un clamor contra las dobles
agendas y el discurso de las vidas dobles.
Quienes sientan
vocación a entregar la buena nueva al mundo, deben caer en cuenta que sus
pecados de acción u omisión, serán factores de descrédito de su discurso y buen
obrar. Nadie está exonerado de este riesgo, ni los santos de altar, por más
secretos que tengan.
Aceptemos por fe que el éxito radical
y definitivo de toda evangelización es un don del Señor, dueño de la mies, en
quien descansa la auténtica justificación por su misericordia.
Mientras llego, preocúpate
de la lectura pública, de animar y enseñar.
Aunque el contexto indica que se
trata de orientaciones ministeriales a los ungidos, nos las podemos apropiar
los creyentes, y asumir nuestro compromiso de expresar el mensaje de Jesús con
palabras y hechos al mundo.
Un mundo deprimido como el nuestro a
causa de tantas decepciones por las injusticias, requiere el carisma y el
martirio de la
animación de la fe, la esperanza y el
ágape.
Sin una oración tenaz desde nuestro
núcleo de identidad no será posible nutrir esta animación y seremos pasto de la
misma depresión.
No descuides
el don que posees, que se te concedió por indicación de una profecía con la
imposición de manos de los presbíteros.
El sacerdocio de Jesús de Nazareth
por su novedad nos involucra a todos los bautizados, como un don que hay que
cuidar.
Es injusto e hipócrita achacar a los
ministros consagrados la responsabilidad exclusiva de la evangelización y los
errores que la entorpecen.
Toda la comunidad creyente es responsable
como cuerpo de Jesús.
Preocúpate
de esas cosas y dedícate a ellas, para que todos vean cómo adelantas.
Es posible que el mundo actualmente
requiera más el testimonio del sacerdote casado, comprometido con una familia
ejemplar, que célibe y en soledad
morbosa.
Pero no debe llevarnos a negar el
carisma de quienes encuentran en la dedicación exclusiva y casta al servicio de
la comunidad su realización auténtica.
Hay que cuidarse que los clamores por
un supuesto bien, como el del sacerdote casado, no disfracen la oposición al
llamado de ser eunucos por el reino, porque ellos nos recuerdan los bienes del
amor fraternal y la construcción de la comunidad final.
Cuídate tú y
cuida la enseñanza; sé constante; si lo haces, te salvarás a ti y a los que te
escuchan.
El don de la constancia no viene si
no nos cuidamos nosotros y lo que hacemos. La vigilancia es nuestro deber
primordial para que la cizaña no dañe lo sembrado.
Salmo
responsorial: 110
REFLEXIÓN
Primicia de
la sabiduría es el temor del Señor, / tienen buen juicio los que lo practican
El temor es enviado
del Señor, para que lo tenga en cuenta, para que le rinda cuenta.
No estamos más allá del bien y del
mal, para dejar de sentirlo.
Es el mensajero de la muerte y del
caos, y debemos verlo en el contexto del amor de Dios, que supera todo poder,
fuerza y potestad.
El temor no es la sabiduría completa,
sino su principio o su primicia.
Necesita ser plenificado por el
ágape.
Lucas
7, 36-50
REFLEXIÓN
Y una mujer
de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del
fariseo, vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies,
llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus
cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume.
Algo de dominio público, de mala fama
social, ocasión de murmuración maliciosa.
Alguien excluido del reconocimiento y
la aceptación del
resto, con quien no convenía dejarse
ver.
Como hoy podría ser alguien que
ostente un estigma público: homosexuales y lesbianas declarados, portadores de
HIV o sida, ladrones o criminales convictos, ministros denunciados de
pedofilia. Son excluidos de la sociedad, apartados de alguna integración
social, juzgados y condenados en su conciencia, más allá de los hechos.
Son acaso incapaces de sentir dolor
por el mal que hicieron, o el error que cometieron, dejando víctimas a su paso?
No hay buena nueva para ellos, en absoluto?
se puso a
regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría
de besos y se los ungía con el perfume.
No lo está tocando en cualquier
forma, lo que incluso sería mal visto.
Sino que prodiga caricias que son interpretables
como eróticas. Todo un ofrecimiento seductivo de sí a través de signos
específicos
culturales que denotarían una
invitación a la actividad sexual.
Y no se dice que Jesús se retirara o
interrumpiera o censurara tal demostración. Así se implicaría en una trama mal
vista y de mala fama. Él también puede ser visto como pecador.
Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos
Estos prestamistas no existen. No hay
usurero que no cobre.
Se retratan en otros relatos como
figuras duras, que no perdonan un centavo.
Es por lo tanto una ficción, como si
se dijera: digamos que existiera un prestamista que…
Pero el relato
propone la figura del Padre, en el que se rompe el paradigma conocido de un
prestamista, que perdona porque sabe que no pueden pagar.
Y propone un paradigma de prestamista
seguidor de Jesús: los que perdonan cuando no se puede pagar.
Para llegar a esta
conclusión hay que lograr cierta claridad sobre las causas de no poder pagar.
Las
hay generadas por circunstancias fuera de control. Pero otras son fruto de la
irresponsabilidad.
Cuando yo
entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella, en cambio, me ha
lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me
besaste; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú
no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies
con perfume
Jesús equipara los gestos de la mujer
a los de la hospitalidad de un anfitrión.
Salva de una interpretación morbosa y
maliciosa.
Un significado distinto, leído y
ofrecido por un verdadero amante, que juzga el fondo de la intención de las
personas.
Por este relato la Palabra nos
muestra cómo nos hace el Señor el amor: por el perdón.
sus muchos
pecados están perdonados, porque tiene mucho amor, pero al que poco se le
perdona, poco ama". Y a ella le dijo: "Tus pecados están perdonados
Tu fe te ha salvado, vete en paz
Como si dijera a la mujer que tiene ya
un lugar en un nuevo orden, donde las intenciones más profundas y sinceras son
bien interpretadas. Y el dolor que aflige el corazón es curado con el perdón.
Un proverbio
enigmático, como colofón de la parábola: el que recibe perdón, ama y mientras
más mejor.
Es una clave para la historia de la
humanidad que resuelve en primer intento sus conflictos con venganzas,
represalias, ajuste de cuentas, ojo por ojo.
Sólo el perdón al que debe, como hace
el Señor con el pecador, le abre al mismo el corazón para amar, como
agradecimiento por haber sido salvado.
Un fariseo, era la imagen del
autoproclamado justo y poca conciencia tenía de ser pecador.
Una pecadora, era la imagen del
descarrío, y mucha conciencia tenía de su indignidad.
Qué opera el perdón
en ambos? Poco en el fariseo, porque no lo aprecia ya que según él no lo
necesita.
Mucho en la pecadora porque al fin se
le devuelve algo de la dignidad perdida y puede volver a amar agradecida.
Tu fe te ha salvado, vete en
paz
Es como si dijera a la mujer que
tiene desde ya un lugar en un nuevo orden, donde las intenciones más profundas
y sinceras son bien interpretadas.
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