viernes, 17 de septiembre de 2021

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Para él, el dinero no se desperdicia: usó sus ahorros para comprar un saco de dormir para el vagabundo que veía cuando iba a misa. Y donaría dinero a los capuchinos, que servían almuerzos para los vagabundos

Viernes, XXIV semana

San Agustín Sermón sobre los pastores 46,10-11

Ya habéis oído lo que los malos pastores aman. Ved ahora lo que descuidan. No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las heridas, es decir, a las que sufren; no recogéis a las descarriadas, ni buscáis a las perdidas, y maltratáis brutalmente a las fuertes, destrozándolas y llevándolas a la muerte. Decir que una oveja ha enfermado quiere significar que su corazón es débil, de tal manera que puede ceder ante las tentaciones en cuanto sobrevengan y la sorprendan desprevenida. El pastor negligente, cuando recibe en la fe a alguna de estas ovejas débiles, no le dice: Hijo mío, cuando te acerques al temor de Dios, prepárate para las pruebas; mantén el corazón firme, sé valiente. Porque quien dice tales cosas, ya está confortando al débil, ya está fortaleciéndole, de forma que, al abrazar la fe, dejará de esperar en las prosperidades de este siglo. Ya que, si se le induce a esperar en la prosperidad, esta misma prosperidad será la que le corrompa; y, cuando sobrevengan las adversidades, lo derribarán y hasta acabarán con él. Así, pues, el que de esa manera lo edifica, no lo edifica sobre piedra, sino sobre arena. Y la roca era Cristo. Los cristianos tienen que imitar los sufrimientos de Cristo, y no tratar de alcanzar los placeres. Se conforta a un pusilánime cuando se le dice: «Aguarda las tentaciones de este siglo, que de todas ellas te librará el Señor, si tu corazón no se aparta lejos de él. Porque precisamente para fortalecer tu corazón vino él a sufrir, vino él a morir, a ser escupido y coronado de espinas, a escuchar oprobios, a ser, por último, clavado en una cruz. Todo esto lo hizo él por ti, mientras que tú no has sido capaz de hacer nada, no ya por él, sino por ti mismo». ¿Y cómo definir a los que, por temor de escandalizar a aquellos a los que se dirigen, no sólo no los preparan para las tentaciones inminentes, sino que incluso les prometen la felicidad en este mundo, siendo así que Dios mismo no la prometió? Dios predice al mismo mundo que vendrán sobre él trabajos y más trabajos hasta el final, ¿y quieres tú que el cristiano se vea libre de ellos? Precisamente por ser cristiano tendrá que pasar más trabajos en este mundo. Lo dice el Apóstol: Todo el que se proponga vivir piadosamente en Cristo será perseguido.

Ni se debe, mucho menos se puede, permanecer en la permanente gratificación; ni en la permanente depresión, por malestar constante Frente a sube y baja de la vida, o se forra uno como un estoico, inmune a lo bueno y lo malo, para no desviarse de su propio poder, o se afianza uno en el más fuerte, para con él no enajenarse con la gloria, ni sucumbir con la desgracia. Ese más fuerte es Jesús Cristo.

jueves, 16 de septiembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

JUEVES 24 DE TIEMPO ORDINRIO

Año Impar

 

1Timoteo 4,12-16



REFLEXIÓN

Nadie te desprecie por ser joven;

 

La corta edad no es equivalente de sabiduría corta, aunque el común así lo piense.

 

Incluso puede dar lecciones de prudencia y atinada decisión a muchos ancianos experimentados.

 

sé tú un modelo para los fieles, en el hablar y en la conducta, en el amor, la fe y la honradez.

 

Más y mejor impacta un modelo por su disposición a revisar sus fallos que por la imposición de su presunta perfección.

 

La congruencia por mínima que se muestre, resulta más convincente que la elocuencia seguida de acciones inconvenientes o escandalosas.

 

La honradez para los que han de ser movidos en la actualidad al buen actuar significa la disposición a transparentar también sus intenciones.

 

Existe un clamor contra las dobles agendas y el discurso de las vidas dobles.

 

Quienes sientan vocación a entregar la buena nueva al mundo, deben caer en cuenta que sus pecados de acción u omisión, serán factores de descrédito de su discurso y buen obrar. Nadie está exonerado de este riesgo, ni los santos de altar, por más secretos que tengan.

 

Aceptemos por fe que el éxito radical y definitivo de toda evangelización es un don del Señor, dueño de la mies, en quien descansa la auténtica justificación por su misericordia.

 

Mientras llego, preocúpate de la lectura pública, de animar y enseñar.

 

Aunque el contexto indica que se trata de orientaciones ministeriales a los ungidos, nos las podemos apropiar los creyentes, y asumir nuestro compromiso de expresar el mensaje de Jesús con palabras y hechos al mundo.

 

Un mundo deprimido como el nuestro a causa de tantas decepciones por las injusticias, requiere el carisma y el martirio de la

 

 

animación de la fe, la esperanza y el ágape.

 

Sin una oración tenaz desde nuestro núcleo de identidad no será posible nutrir esta animación y seremos pasto de la misma depresión.

 

No descuides el don que posees, que se te concedió por indicación de una profecía con la imposición de manos de los presbíteros.

 

El sacerdocio de Jesús de Nazareth por su novedad nos involucra a todos los bautizados, como un don que hay que cuidar.

 

Es injusto e hipócrita achacar a los ministros consagrados la responsabilidad exclusiva de la evangelización y los errores que la entorpecen.

 

Toda la comunidad creyente es responsable como cuerpo de Jesús.

 

Preocúpate de esas cosas y dedícate a ellas, para que todos vean cómo adelantas.

 

Es posible que el mundo actualmente requiera más el testimonio del sacerdote casado, comprometido con una familia

 

 

ejemplar, que célibe y en soledad morbosa.

 

Pero no debe llevarnos a negar el carisma de quienes encuentran en la dedicación exclusiva y casta al servicio de la comunidad su realización auténtica.

 

Hay que cuidarse que los clamores por un supuesto bien, como el del sacerdote casado, no disfracen la oposición al llamado de ser eunucos por el reino, porque ellos nos recuerdan los bienes del amor fraternal y la construcción de la comunidad final.

 

Cuídate tú y cuida la enseñanza; sé constante; si lo haces, te salvarás a ti y a los que te escuchan.

 

El don de la constancia no viene si no nos cuidamos nosotros y lo que hacemos. La vigilancia es nuestro deber primordial para que la cizaña no dañe lo sembrado.

 

Salmo responsorial: 110



REFLEXIÓN

Primicia de la sabiduría es el temor del Señor, / tienen buen juicio los que lo practican

 

El temor es enviado del Señor, para que lo tenga en cuenta, para que le rinda cuenta.

 

No estamos más allá del bien y del mal, para dejar de sentirlo.

 

Es el mensajero de la muerte y del caos, y debemos verlo en el contexto del amor de Dios, que supera todo poder, fuerza y potestad.

 

El temor no es la sabiduría completa, sino su principio o su primicia.

 

Necesita ser plenificado por el ágape.

 

Lucas 7, 36-50



REFLEXIÓN

 

Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume.

 

Algo de dominio público, de mala fama social, ocasión de murmuración maliciosa.

 

Alguien excluido del reconocimiento y la aceptación del

 

resto, con quien no convenía dejarse ver.

 

Como hoy podría ser alguien que ostente un estigma público: homosexuales y lesbianas declarados, portadores de HIV o sida, ladrones o criminales convictos, ministros denunciados de pedofilia. Son excluidos de la sociedad, apartados de alguna integración social, juzgados y condenados en su conciencia, más allá de los hechos.

 

Son acaso incapaces de sentir dolor por el mal que hicieron, o el error que cometieron, dejando víctimas a su paso? No hay buena nueva para ellos, en absoluto?

 

se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume.

 

No lo está tocando en cualquier forma, lo que incluso sería mal visto.

 

Sino que prodiga caricias que son interpretables como eróticas. Todo un ofrecimiento seductivo de sí a través de signos específicos

 

culturales que denotarían una invitación a la actividad sexual.

 

Y no se dice que Jesús se retirara o interrumpiera o censurara tal demostración. Así se implicaría en una trama mal vista y de mala fama. Él también puede ser visto como pecador.

 

Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos

 

Estos prestamistas no existen. No hay usurero que no cobre.

 

Se retratan en otros relatos como figuras duras, que no perdonan un centavo.

 

Es por lo tanto una ficción, como si se dijera: digamos que existiera un prestamista que…

 

Pero el relato propone la figura del Padre, en el que se rompe el paradigma conocido de un prestamista, que perdona porque sabe que no pueden pagar.

 

Y propone un paradigma de prestamista seguidor de Jesús: los que perdonan cuando no se puede pagar.

 

Para llegar a esta conclusión hay que lograr cierta claridad sobre las causas de no poder pagar.

 

 

Las hay generadas por circunstancias fuera de control. Pero otras son fruto de la irresponsabilidad.

 

Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella, en cambio, me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume

 

Jesús equipara los gestos de la mujer a los de la hospitalidad de un anfitrión.

 

Salva de una interpretación morbosa y maliciosa.

 

Un significado distinto, leído y ofrecido por un verdadero amante, que juzga el fondo de la intención de las personas.

 

Por este relato la Palabra nos muestra cómo nos hace el Señor el amor: por el perdón.

 

sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor, pero al que poco se le perdona, poco ama". Y a ella le dijo: "Tus pecados están perdonados

 

Tu fe te ha salvado, vete en paz

 

Como si dijera a la mujer que tiene ya un lugar en un nuevo orden, donde las intenciones más profundas y sinceras son bien interpretadas. Y el dolor que aflige el corazón es curado con el perdón.

 

Un proverbio enigmático, como colofón de la parábola: el que recibe perdón, ama y mientras más mejor.

 

Es una clave para la historia de la humanidad que resuelve en primer intento sus conflictos con venganzas, represalias, ajuste de cuentas, ojo por ojo.

 

Sólo el perdón al que debe, como hace el Señor con el pecador, le abre al mismo el corazón para amar, como agradecimiento por haber sido salvado.

 

Un fariseo, era la imagen del autoproclamado justo y poca conciencia tenía de ser pecador.

 

Una pecadora, era la imagen del descarrío, y mucha conciencia tenía de su indignidad.

 

Qué opera el perdón en ambos? Poco en el fariseo, porque no lo aprecia ya que según él no lo necesita.

 

Mucho en la pecadora porque al fin se le devuelve algo de la dignidad perdida y puede volver a amar agradecida.

 

Tu fe te ha salvado, vete en paz

 

Es como si dijera a la mujer que tiene desde ya un lugar en un nuevo orden, donde las intenciones más profundas y sinceras son bien interpretadas.

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