Domingo 27 de tiempo ordinario
Génesis 2, 18-24
REFLEXIÓN
"No está bien
que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude."
En la óptica bíblica de la Palabra en este relato se
privilegia el valor productivo del ser humano: no debe estar solo y se le dará
alguien que ayude. Ayudar en la productividad, porque en una economía agrícola
la mano de obra es importante y mucho más si la ayuda puede concebir otros
ayudantes. Por eso la palabra hebrea para mujer será entre otros sentidos la
cargadora de hijos.
Nuestro horizonte antropológico actual sobre la calidad de la
soledad del ser humano se orienta más a la dimensión afectiva, que a la
dimensión productiva, incluso en la sociedad de mercado, donde se aprecia mucho
el concepto de equipo de trabajo, de tareas. Claro con la finalidad de producir
mejor.
Y cuando se habla de superar la soledad se piensa en la
necesidad que tiene el corazón de un apoyo sentimental.
Sin embargo en nuestros países pobres, en donde se da un
empleo que invade hasta las horas para estar con la familia, la ayuda al
hombre-mujer jefe de familia la constituye otro ingreso económico, para poder
subsistir al menos.
Se puede dar la paradoja que ese otro ingreso no requiere ser
de una ayuda del otro sexo, sino que basta con que sea del mismo.
Es posible que una ayuda para la soledad afectiva y
productiva del hombre/mujer sea hoy alguien que no es precisamente el sexo
contrario y sin embargo para los fines de ayuda nos podemos dar por bien
servidos.
Así nuestro mundo muestra semejanzas con la antigua cultura
bíblica pero también diferencias, y la Palabra puede seguir iluminando nuestro
discernimiento humano, cultural y espiritual.
"¡Ésta es
hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido
del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su
mujer y serán los dos una sola carne."
Pero se dará en esos caso la unión en una sola carne bíblica?
Se referirá esa expresión a la materialidad de la unión física entre hombre y
mujer? Porque otras uniones físicas también son posibles. Se referirá al
aspecto de complemento? Porque hay uniones del mismo sexo que confiesan un
satisfactoria complementariedad. Hemos de dudar de eso?
Los acentos para la comprensión de la Palabra en nuestro
mundo se ponen más bien en la significatividad de la unión que pueden producir
dos carnes en una unidad física, moral, afectiva.
Y haríamos bien, como hermanos en la fe, en abrir nuestra
comprensión a maneras no tradicionales de ser una sola carne para solventar la
soledad humana, ya que la Palabra transforma toda realidad humana para su
designio.
Salmo responsorial: 127
REFLEXIÓN
Dichoso el que teme
al Señor / y sigue sus caminos
Hagamos del temor reverencial de quienes extraen la imagen
del Señor de los fenómenos naturales tremendos, un cambio de sentido, y más
bien temamos al Señor cuando nos cerramos a la novedad de los caminos, que su
Palabra va abriendo ante nosotros.
Porque si la unión en una sola carne y la ayuda a la soledad
humana se puede entender en otros sentidos actualmente, es que nos encontramos
ante su designio del reino de vida.
Tu mujer, como
parra fecunda, / en medio de tu casa; / tus hijos, como renuevos de olivo, /
alrededor de tu mesa
Porque la actual valoración de la mujer hace de ella una
parra fecunda no por el sentido de una gran cantidad de hijos, sino porque
lleva el sustento, en algunos casos mejor que un marido.
Hebreos 2, 9-11
REFLEXIÓN
perfeccionar y
consagrar con sufrimientos al guía de su salvación
Jesús de Nazareth sufrió una cruz, entre otras cosas,
cultural. Unas costumbres sobre el dios nacional fueron confrontadas por la
experiencia de Dios de la Palabra encarnada.
Ese mundo no lo toleró, en nombre del dios oficial y en eso
se unieron dos culturas: la judía y la romana.
Marcos 10, 2-16
REFLEXIÓN
De modo que ya no
son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el
hombre."
La fuerza de la unión en una sola carne es tal que no tiene
sentido la desunión, el divorcio.
Unión que representa aquella que la Palabra en su designio
pretende con nosotros: hombres y mujeres de fe.
Por eso es elevada a sacramento, por la fuerza que representa
como signo de unión.
Es posible que lo que celebramos como unión no lo sea en la
realidad? La administración eclesiástica lo reconoce así cuando admite el
recurso de anulación.
Esto nos indica que llevar una relación humana a tal calidad
de unión en una sola carne no es una empresa que se satisface con una
celebración meramente ritual.
Se trata de un proceso como el del crecimiento en la fe,
donde sea posible crecer como personas que se unen para una entrega y colaboración.
Contrario a lo que siente el mundo de lo desechable, es un
proceso para toda la vida.
de los que son como
ellos es el reino de Dios
La
docilidad y confianza del niño pequeño en sus padres, es la que requerimos en
nuestra fe a la Palabra para cumplir el designio.
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